Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⛓44. Mas hermoso⛓

A penas lo dieron de alta en la enfermería, salió en busca de su pequeño Jimin.

No pudo salir en la noche del día anterior porque al estúpido doctor se le ocurrió caerse de las putas escaleras cuando iba hacia el comedor de los que trabajaban ahí y como no había otro doctor, nadie podía darlo de alta, hasta esa tarde que había llegado el doctor de remplazo.

Y ahora estaba caminando rápidamente -porque no se les permitía correr- por toda la prisión en busca del menor.

Era como un dejá vù.

En la celda, en el gimnasio, biblioteca, sala de televisión, comedor, ¡Ni siquiera en la cocina! Se encontró con todos sus compañeros a excepción de Jimin.

¿Dónde más podía estar? Salió al patio, era el último lugar que le quedaba, y no creía que Jimin milagrosamente haya salido de prisión, tenía que estar en algún puto lugar.

Pero no, nuevamente no lo vio por ningún lado.

Pasó por la cancha de basquet y las gradas en dirección a las bancas que estaban algo alejadas de ese lugar, jamás había ido hacia allá porque esa era zona de Ken; pero bueno, ahora era lugar libre.

Estaba solitario, solo había una persona en una de las bancas. JinYoung. Quien lo miró y le regaló una sonrisa, Yoongi solo se acercó a él y se sentó a su lado, recargándose sobre la mesa de cemento frente a él.

— ¿Qué? ¿Ya no funcionó su grandioso plan? — Le preguntó al ver la cara larga de Yoongi, quien rodó los ojos.

— No lo encuentro. — Explicó. — Acabo de salir de enfermería, lo extraño. — El menor alzó una ceja.

— No es muy difícil encontrar a alguien aquí. — Le dijo cruzándose de brazos. — Es decir, estamos en una ratonera, Yoongi... O bueno, tal vez cuando lo buscabas en un lugar el se iba a otro donde ya lo habías buscado o algo así. — Se respondió su propia duda.

— ¿Dónde esta Yoongi?

— Eres un idiota, JinYoung. — Le dijo riendo un poco, no tuvo tiempo de reprimirlo.

— Está ahí... Con JinYoung.

— ¿Qué mierda hace con ese idiota?

Los ojos de JinYoung dieron con los de aquellas dos personas, una de ellos parecía estar acechando y de inmediato miró al mayor frente a él, tocando sutilmente su hombro.

— Yoongi... — El mencionado hizo un sonido gutural. — Si esto con Jimin no funciona... — Miró de nuevo hacia la dirección desde donde los observaban a ellos y se acercó un poco más a él mayor. — Ya sabes donde encontrarme...

— Min Yoongi. — El mencionado volteó hacia la dirección de donde provenía esa voz tan conocida para él, de inmediato le sonrió en grande sin notar los brazos cruzados sobre el pecho contrario y esa carita de pocos amigos.

— ¡Princesa! — Gritó Yoongi, parándose a abrazar al menor. — Te estuve buscando por todas partes. — Jimin lo miró y después pasó su vista hacia JinYoung.

— ¿Nos permites? — Le habló en un tono no tan amable a pesar del supuesto permiso que pedía. — Necesito hablar con Yoongi a solas. — JinYoung lo miró con una sonrisa burlona, dándole una pizca de ternura el actuar celoso del más pequeño.

— Claro. Nos vemos después, Yoongi. — Se despidió, yéndose de ahí.

Nis vimis dispiis, Yiingi.

— Sobre mi puto cadáver. — Murmuró Jimin mirando a la dirección por donde JinYoung se fue.

Yoongi, ajeno a la escenita de celos que le acababan de dar, solo se volvió a sentar, jalando al menor de la mano hasta sentarlo a un lado suyo.

— Jiminnie, te extrañé tanto. — Le confesó, abrazándolo con algo de fuerza, y el corazón de Jimin se alborotó ante tan simple pero significativa frase. — ¿Estás bien? Escuche que ayer te llamaron para un Vis a Vis... ¿Está todó en orden?

Jimin no comprendía esos sentimientos estallando en su pecho, ¿Porqué Yoongi provocaba como... Fuegos artificiales en donde está su corazón? Con tan solo unas cuantas palabras... No, inclusive con tan sólo una mirada, una sonrisa o una caricia lo hacía sentir como si de verdad fuese alguien especial.

Y eso, lo aterraba de sobre manera.

— ¿Cariño? — El mayor le habló, al notar que Jimin se quedó ido en sus pensamientos, el menor espabiló.

— Uhm... — Desvió su mirada hacia la cancha, donde había unos cuantos reos jugando, eso acabaría en pelea y con unos cuantos en aislamiento seguro. — Vinieron mis... Padres. — Le dijo distraídamente, observando que el ambiente en esa cancha ya se estaba calentando. Sonrió ladino.

Le apuesto a Kai.

— Oh... — Murmuró el mayor a su lado. No quiso indagar tanto para evitar que Jimin se sintiera presionado a hablar de algo que no quisiera. — Pero... ¿Tú estás bien? — Jimin suspiró, sonrió apenas un poco y miró a Yoongi.

— Lo estoy. — Respondió, observando con detalle el lindo rostro de Min frente a él, joder, de verdad que no comprendía que solo una de sus miradas hiciera que sus piernas temblaran. — Yoongi...

— ¿Qué pasa, cariño? — Cariño. — ¿Necesitas algo? Voy y te lo consigo en este momento. — La sonrisa de Jimin creció al punto de hacer desaparecer sus ojos avellanos.

¿Cuándo el Min Yoongi rudo que llegó ese día con una gran altanería cambió a tan lindo hombre que le demostraba que se preocupaba por él, y que lo quería de esa manera tan divina? ¿En qué momento Jimin dejó de sentir esas ganas inmensas de pelear y golpearlo en cada maldito instante y ahora solo quería besar esos delgados y rosados labios?

No lo entendía, y la verdad, tampoco tenía mucha curiosidad ni interés en hacerlo.

— Tú y yo... — Comenzó, apartando unos mechones de la frente del mayor. — ¿Qué podemos ser? — El mayor ladeó la cabeza ante su pregunta y se quedó pensativo por un momento.

— Podemos ser amigos. — Enumeró. — Podemos ser amigos que follan. — Le dijo moviendo sus cejas sugestivamente. — O podemos ser novios. Que es como todo lo anterior pero más hermoso. — Jimin sonrió, desviando su mirada al partido de nuevo, algo nervioso por lo que estaba por pasar.

— Seamos eso, Yoongi. — El mayor lo miró con inquietud y con una petición silenciosa para que sea más específico. — Seamos novios, Min.

Y Jimin juró recordar para siempre la preciosa y gran gummy smile que se expandió por el rostro de Yoongi. Y claro, riendo después porque tal como pensó, esos idiotas comenzaron a pelear en medio de la cancha.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro