Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Celebración

/* Capítulo narrado por Messi */

Han pasado varios meses y afirmo con seguridad que nunca me he sentido más feliz, qué más puedo pedir, tengo salud, una linda familia y al amor de mi vida conmigo... Soy muy afortunado de que Ney esté a mi lado, verlo despertar en las mañanas, escuchar el dulce sonido de su risa, besarlo hasta quedarnos sin aire... Todo es maravilloso.

Hay días en los que no nos vemos, es obvio, diversos compromisos, partidos y entrenos, lo impiden, aparte que tengo que estar muy pendiente de Anto y de su embarazo, debo acompañarla a las consultas con el médico. Aún no puedo creer que vaya a ser padre de nuevo, estoy nervioso y ansioso a la vez, quiero que llegue pronto. Ney me apoya en esto y lo comprende, más bien, bromea conmigo al respecto, llamándome primerizo, yo sólo me río y le pico el estómago cariñosamente.

Con respecto a la polémica en torno a nuestra relación, pues, aún quedan secuelas, no ha sido olvidada y de vez en cuando algún periodista latoso lo vuelve a sacar a la luz, sin embargo, todo ello ha perdido fuerza gracias a otros acontecimientos más importantes en el club, de hecho, son dos cosas: el Tridente y el Triplete.

Así es, estábamos en un momento espectacular, el equipo trabajaba como máquina bien aceitada, teníamos excelentes resultados y nuestro juego era sólido, debo admitirlo, desde que Ney y yo hicimos las paces con Luis Enrique todo ha marchado a la perfección, es más, se ha dicho que jugamos mucho mejor que antes, y somos uno de los pocos clubes de Europa que tiene la oportunidad de conseguir el tan ansiado triplete.

Ney y yo, junto con Suárez, hemos formado una delantera fantástica, nos llaman "MSN", por nuestras iniciales, es gracioso y los tres bromeamos sobre esto. La química sucede dentro y fuera de la cancha, Luis se ha convertido en un gran amigo para nosotros, es muy alegre y simpático, salimos de vez en cuando a tomar café o mate, a comer o a las parrilladas en el restaurante de Masche, siempre en armonía.

Me alegra que la relación entre Lucho y Ney se haya consolidado, yo sabía de sus celos hacia el uruguayo, lo cual me parece divertido y tierno al mismo tiempo. Le insistí varias veces para que le hablara, convenciéndole que se iban a llevar muy bien y, míralos ahora, ¡son BFF, ja, ja!

Transcurren los días y estamos más cerca del ansiado triplete: Copa, Liga y Champions. Me siento muy emocionado, más por Ney que por mí, sé que es su gran sueño ganar estos torneos, el mío también, con la diferencia de que ya los he conseguido antes, en cambio él no, y me llena de ilusión verlo celebrar con esa sonrisa que me quita el aliento, si él es feliz yo también soy feliz.

Nos coronamos campeones de Liga y Copa del Rey, con excelentísimo resultado, en el segundo marqué un bonito gol, según Ney fue el más impresionante que hubiese visto, pero sé que suele exagerar sólo para sonrojarme (ama hacerlo). Las celebraciones no tardaron en llegar, la afición estaba contenta y nosotros también, los saltos de júbilo seguían el ritmo del 'oeoeoe'... Era espectacular, simplemente espectacular; Ney y yo no nos separábamos ni un segundo y, obviamente, tuvimos nuestro festejo aparte (no entraré en muchos detalles je, je)

Era turno del más importante... La Champions.

Estábamos en Berlín, hospedados en un hotel cercano al estadio donde se disputaría la gran final contra la Juventus de Turín, equipo que había derrotado al Madrid en semifinales. Compartía habitación con mi Ney, como de costumbre y, aunque tuviésemos camas separadas, siempre terminábamos durmiendo en la misma, abrazados y acurrucados.

Mi brazo rodeaba su cintura y nuestras piernas se entrelazaban, nos deseamos buenas noches con un tierno beso en los labios y cerramos los ojos... No sé cuánto tiempo pasó cuando noté que el peso a mi lado había desaparecido, me levanté lentamente, froté mis ojos y miré el reloj por instinto, eran las 2 am, la luz de la luna y de los faroles de la calle se asomaban por la ventana, contrastando con la oscuridad del cielo.

Busqué a Ney con la mirada, pero no estaba en la habitación. Entonces, di un fuerte estirón y me dirigí al balcón...

La escena era cautivante, la vía completamente sola, sin gente a la vista, el sonido de los carros apenas audible, la luna imponiéndose en el cielo y, a lo lejos, el estadio Olímpico de Berlín en todo su esplendor. Ney se apoyaba en la baranda con los brazos extendidos, concentrado, inmóvil, no llevaba camiseta así que su fuerte espalda morena relucía con pinceladas de luz lunar. Lo contemplé embelesado por unos instantes, después me acerqué haciendo el menor ruido posible y lo abracé por la cintura, él se estremeció, lo había asustado, sonreí y le besé el cuello, masajeando lentamente su piel.

- ¿Qué haces despierto amore? Vuelve a la cama –le susurré al oído y volví a besar su cuello, sentí que sus manos cubrían las mías, luego se volteó para verme a los ojos.

- No puedo dormir, estoy muy nervioso por lo de mañana... Aún no me creo que jugaré una final de Champions, ¿qué pasa si perdemos?, ¿y si juego mal?, ¿qué tal que me lesione, o tú?, ¿y si nos golean? ¿y si...? –no lo dejé terminar, tomé su mentón y lo callé con un beso.

- Hablas mucho amor –susurré en sus labios, él sonrió y rodó los ojos, tenía un lindo tinte rojizo en sus mejillas.

- No es gracioso Leo –dijo tratando de ser serio, yo reí, tomé su mano y nos adentramos de nuevo en la habitación; nos sentamos en la cama, mi mirada no se apartaba de él, se fijaba en un solo punto con los codos apoyados en sus muslos, dio un breve suspiro antes de continuar- Siempre soñé con este momento y ahora estoy tan emocionado que no quiero arruinarlo, no quiero hacer el ridículo ni que el equipo pierda.

- Trata de calmarte Ney, todo estará bien.

- ¿Por qué tan seguro? ¿Acaso no estás nervioso? –preguntó enfocando su visión hacia mí.

- Si lo estoy, pero he aprendido que de nada sirve alterarse por lo que va a pasar, sólo hay que salir y dar lo mejor de nosotros como equipo, sea el resultado que sea.

- Bueno... Supongo que tienes razón... -suspiró, yo sonreí y le di un fuerte abrazo.

- Vamos a dormir, hay que estar preparados para mañana –dije tumbándome en la cama y golpeando el espacio vacío a mi lado para que se acostara. Él rió y se posicionó en dicho sitio, hundiendo su cabeza en mi pecho y acomodándose como un gatito, juro que lo haría mío en este instante de no ser por el partido.

- ¿Crees que anotarás un gol como el que le hiciste al Bayern? –expresó con una sonrisa recordando lo ocurrido en semifinales, reí, no por eso, memoraba nuestra celebración, donde ambos terminamos rodando en el césped, abrazados y carcajeando, supuse que la gente que apoyaba Neymessi debió estallar como loca en ese momento.

- No lo creo...

- Vamos, fue grandioso, dejaste a Boateng en el suelo, por eso eres el mejor del mundo, amor.

- No fue para tanto... -me sonrojé, ¡rayos!, eso era lo que él quería- ¿Sabes qué pienso? Que tú vas a marcar mañana.

- ¿Por qué piensas eso?

- Intuición... -dije y él me picó el hombro- Es más... Si marcas y el equipo gana... juro que te besaré allí mismo –me miró, sus ojos parecían platos.

- ¡Estás loco! ¿Qué clase de apuesta es esa? –exclamó riéndose.

- No lo sé, estás advertido... -le guiñé un ojo, se volvió a sonrojar- Buenas noches meu Ney –lo besé.

- Buenas noches meu Leo –musitó en mis labios, cerrando los ojos poco a poco...


 *   *   *


¡GOOOOOOL!

¡GOOOOOOL!

¡GOOOOOOL!

Fueron las tres veces que la hinchada blaugrana gritó con júbilo esa palabra. El partido finalizaba 3-1, con goles de Rakitic, Morata (de la Juve), Suárez y el último de mi Ney, quien corría alborotadamente y lleno de alegría hacia las gradas... ¡Somos campeones de Europa!

Celebrábamos con euforia, saltando, gritando, sonriendo y abrazándonos los unos con los otros. Piqué sacó unas tijeras para cortar la red del arco, yo reí, supongo que ya se había vuelto un ritual para él. Faltaba poco para ir a recibir las medallas, yo buscaba a Ney con la mirada por todos lados. Abracé efusivamente a Xavi, era su última temporada en el Barça y lo extrañaría muchísimo, era un jugadorazo y uno de mis mejores amigos, iba a hacer bastante falta.

Ya la Juventus se enfilaba para subir al palco cuando, por fin, divisé a Ney, éste abrazaba a Dani Alves, en cuanto me vio su sonrisa se amplificó, se había quitado su camiseta desde que anotó y la cargaba en su mano, además de portar una bonita cinta blanca en la cabeza que decía "100% Jesús". Corrió hacia mi ubicación, batiendo los brazos en el aire y, cuando estuvo lo suficientemente cerca, se abalanzó sobre mí, enrollando sus brazos en mi cuello y sus piernas en mi cintura, mi cara terminó en su pecho mientras lo sostenía por los muslos.

Él bajó a los pocos segundos, mantuvimos el abrazo por más tiempo, aunque cedí ante la presión que ejercía su cuerpo contra el mío y di unos pocos en retroceso, era casi como estar bailando. Tomamos cierta distancia, sólo para perdernos en la profundidad de nuestras miradas, su cara enrojecida, sus ojos avellana que se hacían más chiquitos cuando reía, su cabello alborotado, su piel perfecta y sus labios carnosos y apetecibles, me dejé atraer por su magnetismo y junté nuestras bocas en un tierno y amoroso beso, él se sorprendió por lo que tardó un poco en responder.

Pude escuchar algunas voces de sorpresa, gritos y varios "awwws", en especial de mis compañeros de equipo. No me importaba quién estuviese mirando (igual seguirían los rumores), sólo podía pensar en el hermoso hombre que tenía al frente, aquel que se robó mi corazón y del que estoy profundamente enamorado.

- De verdad no pensé que lo harías... -suspiró Ney en mis labios con una enorme sonrisa.

- Siempre cumplo lo que prometo –sonreí y le guiñé un ojo, nuestras caras estaban rojas como langostas. Divisé a lo lejos que la Juve subía a la platea, debíamos formarnos – Es tiempo de irnos amor...

- Está bien... -dijo, se colocó nuevamente la camiseta y me dio un corto pico, sólo para luego susurrar en mi oído- Te amo Leo...

- También te amo Ney.

Y así, ambos nosposicionábamos junto a los demás, sintiendo un cúmulo de gozo tan inmenso quecopaba cada célula de nuestro cuerpo, nada podía arruinar este momento, nisiquiera las constantes preguntas de aquellos pocos periodistas que notaron elbeso... No podía ser más feliz, no tanto por la copa, sino por la persona queestaba a mi lado, mi otra mitad, mi alma gemela, el dueño de mi ser, miperfecta tentación, con quien deseo estar cada segundo de mi vida,sosteniéndole la mano tan fuerte para no dejarlo ir jamás... Nunca te dejaré irmi Ney... Nunca...    

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro