Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Chapter XXXV



Después del baile fue el momento de partir el pastel. Tomé varias fotografías, en especial cuando se embarran parte de la crema en la cara.

Nos unimos con mis hermanos al momento del brindis. Tomamos unas fotos rápidas y las personas comenzaron a aplaudir.

Los meseros repartieron trozos de diferentes pasteles y tartas a los invitados.

Me fui a sentar con Summer para disfrutar tranquilo mi torta de chocolate. La mesa estaba prácticamente vacía. Sam se encontraba en la mesa de nuestros padres charlando, mientras que Adrián subía al escenario...

¿Adrián, qué?

Oh Dios...

¿Alguna vez han estado en una fiesta donde algún familiar pasado de copas intenta dar un discurso? Bueno, este es el caso, solo que Adrián no está lo suficientemente ebrio como para echarle la culpa al alcohol.

Se plantó en el escenario y dio un discurso bastante cómico sobre nuestros padres. Apenas terminó Sam corrió en busca del micrófono y dijo algunas palabras.

No soy una persona que se avergüence con facilidad, tengo una personalidad extrovertida, pero saber que tengo la obligación de subir y decir unas palabras me aterra. Sé que no tengo por qué hacerlo, sin embargo son mis padres y ya me he mantenido al margen por muchos años. Creo que se los debo.

Me levanto de mi asiento y subo al escenario. Sam me sonrió con complicidad y me entrega el micrófono. Me giro hacia la multitud y las palabras que había organizado en mi mente de pronto desaparecen. Esto debe ser una maldita broma.

Las manos me sudan y tengo la boca seca. ¿Soy yo o las luces dan más calor del que creí?

—Supongo que ahora le toca al hijo más pequeño decir unas palabras. —Las personas ríen y yo lo hago con ellos. ¿Por qué lo hacen? Ni siquiera es gracioso... aunque al menos se ríen de algo... o alguien—. Últimamente les he dicho estas palabras con frecuencia, pero siento que es importante reiterarlas cada vez que pueda: los amo. Son las personas más importantes en mi vida y...y lamento haberles causado tanto daño. No era mi intención. Supongo que solo estaba siendo egoísta y no pensé en ustedes. —Respiro hondo y me concentro solo en mis padres—. No obstante, ya no hay que pensar más en el pasado, no podemos cambiarlo aunque queramos, pero sí podemos transformar el presente y creo que tal y como vamos será un magnifico futuro. —Levanto mi copa y miro a los presentes—. Por mamá y papá. Feliz aniversario. Los quiero.

Los invitados aplauden y bajo del escenario directo a la mesa de mis padres. Mi madre me toma por las mejillas y me besa en cada parte de mi rostro. Me pongo rojo como un tomate, pero aun así no me aparto. Mi padre, en cambio, me estruja en un abrazo.

Estoy por sentarme en mi lugar cuando veo que Dylan sube al escenario. ¿Qué tiene él para decir?

Siento la mano de Summer en mi brazo y ésta me indica que tome asiento. No despego la vista de Dylan ni por un segundo. ¿Qué está tramando?

—Hola, mi nombre es Dylan y —se aclara la garganta—, y soy un amigo de la familia. —Ja, ya quisieras—. Me alegra poder estar aquí y compartir un momento tan espacial, como lo son cumplir 30 años de matrimonio. Felicidades —aplaudimos pero aún sigue estático en el lugar—. Una vez alguien me dijo que el matrimonio es un paso muy importante en la vida de una persona. Dejas tu vida de soltero atrás y pasas a vivir tus días junto a otra persona. A una a la cual juraste amar y respetar hasta que la muerte los separe. Habrá altos y bajos, pero si saben entenderse al final del día las cosas terminarán bien siempre.

—¿Y éste de qué va? —susurro para Summer. Ella se encoje de hombros.

—Recientemente perdí a mi madre, una persona sumamente importante para mí... —agacha la cabeza, recomponiéndose casi de inmediato—. Antes de morir me dijo que siguiera adelante con mi vida, que fuera feliz... y que compartiera mis días junto a la persona que amo.

Me volteo a ver a April; está casi al otro lado del salón, a tres mesas de distancia. Miro a Dylan de nuevo y éste ya está caminando por el lugar con el micrófono en la mano.

No sé por qué pero tengo un mal presentimiento de todo esto. El corazón me late con fuerza.

—Tú me has apoyado, acompañado y querido durante mucho tiempo—dice cuando está en frente de April—. Hemos tenido muchos altos y bajos, pero siempre pudimos salir adelante. Es por eso que elegí esta ocasión para hacerte una pregunta.

Deja el micrófono en la mesa y se arrodilla a sus pies.

Una grieta se forma en mi corazón. No, ella no... él no puede.

—April Walker—abre la cajita y descubre un bello anillo de diamantes—. ¿Te casarías conmigo?

Miro el rostro de April por primera vez. Luce sorprendida, sin saber qué decir. Espero por algo que me dé la pauta de su respuesta, pero creo que mis propios sentimientos me nublan el juicio. No puedo pensar con claridad. Siento que me falta el aire.

Summer toma mi mano y me sobresalto. Escucho otra grieta abrirse paso por mi pecho.

—Logan...

La miro por encima de mi hombro, pero no puedo mantener la vista en ella por mucho tiempo. Me volteo con los ojos llenos de lágrimas y fijo la mirada en April.

Di que no.

—Logan. —Esa es la voz de Sam. Se oye tan...extraña. No, preocupada. Está preocupada por mí.

Dile que no.

Otra grieta. Y como duele. Una más y sufriré un desgarro.

Parpadeo y entonces su mirada se encuentra con la mía. Dejo que vea mi alma, mis sentimientos, que experimente lo que yo estoy sintiendo ahora mismo. Estoy desesperado. Necesito que entienda; no puede casarse con él. No puede hacer una vida a su lado, porque yo quiero eso con ella. Yo quiero estar a su lado hasta el último de mis días.

—Por favor... —imploro en un susurro.

Me está viendo. Sabe lo que estoy sintiendo porque puedo verlo reflejado en su mirada. Sé que esto es lo que ella también quiere. Lo sé, yo lo vi cuando estábamos bailando. April todavía me quiere. No puede engañarse a sí misma.

Aparta la mirada de mí y observa a Dylan, quien aguarda por una respuesta. Los minutos parecen eternos. Todo mundo está expectante y el silencio invade el espacio.

Ella sonríe.

—Claro que sí.

Todo parece estar pasando en cámara lenta. Veo las personas aplaudir con fervor. Dylan le coloca el anillo a April, ésta lo observa por un instante y luego se inclina en dirección a Dylan para besarlo.

Creo que suena música de fondo. Me zumban los oídos.

La grieta se abre paso por mi pecho, la carne se desgarra dividiendo a mi corazón en dos. Jamás había sentido un dolor semejante... un vacío tan agobiante, tan...inmenso. El salón ya no parece tan cálido como antes.

Creí que sabía lo que quería. Pensé que todavía me amaba, que aún pensaba tener un futuro conmigo, pero veo que me equivoqué. April ya encontró a su alma gemela... y ese no soy yo.

Me levanto en un impulso repentino y salgo por la primera puerta que encuentro. Camino por un enorme pasillo oscuro. Desanudo mi corbata y me deshago de ella. Lágrimas caen por mis mejillas y las elimino de inmediato.

No voy a llorar. No voy a llorar.

Veo la luz de la luna entrando por las puertas de cristal. Las empujo con fuerza y salgo al jardín. El aire de la noche impacta contra mi rostro. Se siente demasiado caliente como para que me ayude a respirar, pero es mejor que nada.

No pienso seguir así. Ya estoy harto. ¿April quiso esto para su vida? Bien, ya es grande, puede decidir por sí misma. Yo no soy nadie para decirle qué hacer. 

Ahora soy yo el que debe aprender a seguir adelante. Ella se casará con Dylan y pronto formarán una familia. No hay espacio para mí. Se olvidará de mí.

Debo hacer lo mismo con ella; debo olvidarla.

Eso es lo que haré. Esta noche, April Walker, tiene que estar fuera de mi corazón.

—Logan.

Me volteo de inmediato, asombrado de escuchar su voz. April está a un par de pasos de distancia, mirándome con agonía en los ojos.

—¿Qué estás haciendo aquí afuera?

—Te vi salir corriendo.

—Vuelve adentro. Tu prometido está esperando por ti.

—Yo solo...—Se moja los labios—. Quería saber si estabas bien.

Sus palabras se sienten como un puñal, machacando lo poco que me queda por corazón. ¿Está tomándome el pelo?

—¿Por qué aceptaste? —Lágrimas de rabia corren por mis mejillas, y no las detengo—. ¿Por qué dijiste que sí?

—Porque lo quiero.

—Eso no fue lo que vi cuando bailabas conmigo.

—Tú no sabes lo que siento.

—Creo que no sabes lo que quieres en realidad.

Su expresión se llena de dureza. Mis palabras la tocaron de cerca.

—Deja de creer que eres el único hombre en mi vida. Amo a Dylan y quiero estar con él.

—¡Bien! —Grito más de lo debido—. Pero hazte un favor a ti misma y no pases tu vida junto a alguien a quien no amas.

—¿Sabes? No tengo por qué seguir discutiendo estas cosas contigo.

Vuelve sobre sus pasos y un sentimiento de desespero me embarga. Corro tras ella y la tomo por la muñeca. Nuestros cuerpos chocan y sus ojos van al encuentro de los míos.

—No arruines tu vida. Admite que no lo amas, que solo estabas con él por lástima.

Su expresión lo dice todo. Me detesta por estar diciendo estas cosas, pero creo que son la verdad; sé que así tiene que ser y no voy a parar hasta que lo admita.

Intenta irse pero la retengo.

—¿Ya olvidaste lo que pasamos juntos? ¿Tan rápido sepultaste el amor que me tenías?

—Te dije que eso fue un error.

—¿En serio lo fue? ¿Ves a nuestro amor como un error?

—¿Qué? —Bufa y corre el flequillo de su cara—. Estás loco.

—¡Sí! Estoy loco, pero de amor por ti.

Se cruza de brazos y resopla.

—¿Sabes una cosa? — digo, desesperado e irritado— . Siempre odié las cursilerías que venden en las novelas románticas, pero ahora mismo no me importa usarlas, porque es eso lo que siento en verdad. ¡Te amo! —Confieso en voz alta—. Te amo y puedo asegurarte que estas cometiendo un grave error. Sabes que no miento. —Tomo su mano. La angustia y desesperación emanan por mis poros—. Te extraño.

Me observa y tras esa mirada dura puedo ver un titubeo. April también parece sentirlo y de inmediato aparta su mano.

—¡Basta! Ya estoy harta de todo esto. —Se aleja de mí—. Entiéndelo de una vez. Tenía mi vida hecha, ya había superado el pasado, ¡Y luego tenías que aparecer para arruinarlo todo!

—Yo no te pedí que me amaras.

—¡Pero me buscaste sabiendo que estaba con alguien más!

—¡Y tú me seguiste!

—¡Porque...! —Respira profundo. Estaba alterada—. Porque imaginaste un mundo para nosotros que lucía muy tentador, pero que no era para mí. No podía serlo. Caí en tu juego y no pienso volver a hacerlo.

—¿Qué no podía? Todavía puede serlo. Estoy delante de ti abriéndote mi corazón, implorando porque vuelvas y tú no te das cuenta de eso. ¿Qué no ves que estoy sufriendo? ¡Te amo! ¿Cómo tengo que decírtelo? Sé que fui una mierda de persona, que te hice sufrir, pero cambié. Hasta que no vine aquí no me di cuenta de mis errores, del daño que le hice a mi familia, de que yo mismo estaba dañado. —Suspiro y mis hombros caen—. Hasta que no vine aquí no me di cuenta de lo mucho que te amaba.

April no dice ni una sola palabra. Intento leer su mirada pero bloqueó sus sentimientos. No sé en lo que está pensando y eso me está carcomiendo por dentro. ¿Por qué no dice nada?

—Llegaste tarde.

¿Qué dijo?

—¿O sea que sí pudo haber un nosotros?

—No.

—Eso dejaste entrever.

—¡Ya basta! —Chilla y agita sus manos en el aire—. Deja de hacer estas cosas. No sabes nada de mí. No sabes lo que quiero, ¡Así que cierra la boca! ¡¿Por qué no puedes seguir odiándome!?

—¿Quieres que te odie?

—¡Sí! —explota—. ¡Eso es lo que quiero!

—¿Cómo puedes pedirme algo así?

—Porque así sería mucho más fácil olvidarte —dice y calla de inmediato.

Creo estar interpretando mal las cosas, pero su mirada me dice que estoy en lo correcto.

—Tú...—siento como mi voz se va apagando—. ¿Todavía sientes algo por mí?

Lágrimas se acumulan en sus ojos. La vergüenza, el dolor y el sufrimiento se filtran sin restricción en su mirar. Se cruza de brazos y agacha la cabeza por un instante. Su flequillo cae y cubre parte de su rostro.

Para cuando me mira entiendo que se dio por vencida. Ya no puede seguir ocultando nada, se cansó de fingir.

—Nunca dejé de quererte —confianza.

El corazón me da un vuelco de alegría. Aquello que antes se había destruido ahora se reunía de nuevo para formar un todo.

—¿Y por qué intentabas alejarme? ¿Por qué simplemente no me dijiste la verdad? ¿Por qué hacerme sufrir?

—Porque sabía que harías cualquier cosa para hacerme cambiar de opinión. Creí que si lograba hacer que me odiaras, te alejarías como la última vez.

Me acerco a ella y por primera vez en tanto tiempo no se aleja de mí. Sin embargo, sigo notando cierta distancia entre ambos. Está poniendo una barrera entre nosotros, una que lleva construyendo hace meses con todos los materiales más resistentes  del mundo, pero sé que debe haber un punto débil. Algún pasadizo secreto que me permita llegar hasta ella y recordarle todo lo que hemos pasado.

No lo ha olvidado, simplemente lo ha mantenido bajo llave. Así era como solía mantener las cosas bajo control, hasta que me di cuenta del daño que me estaba causando.

Callar las cosas, esconderlas, no ayuda a olvidarlas. Lo único que generan es una carga de emociones que tarde o temprano terminan por sobrepasarnos. No todo mundo es capaz de controlarlas; no todos tienen la fuerza suficiente para afrontarlo.

No estoy dudando de su capacidad. En ciertas ocasiones April me ha demostrado lo fuerte que puede ser. Simplemente no quiero que cargue con algo que no tiene sentido.

—¿Por qué quieres estar con Dylan? ¿Lo haces por lástima?

Sorbe por la nariz y eleva la mirada. Lágrimas corren por sus mejillas, pero no son solo de tristeza. Hay rabia, frustración, un mar de emociones que la atraviesan de forma directa.

Se voltea hacia mí y limpia sus lágrimas, teniendo cuidado de no dañar su maquillaje.

—Mi relación con Dylan no estaba pasando por su mejor momento. De hecho, iba a terminar con él mucho antes de que tú y yo comenzáramos a salir. —Se aclara la garganta. Esconde el flequillo detrás de su oreja—. El problema era que no tenía el valor para hacerlo. No quería hacerle daño. Así que cuando empezamos a salir, yo...encontré ese empujón que necesitaba para tomar coraje y decirle la verdad.

—Pero no lo hiciste.

—No lo hice porque su madre estaba enferma. Quiero decir, ¿a su madre la diagnostican con cáncer y su novia lo abandona? No creí que fuera el momento adecuado para terminar con él.

—Podrías haberlo hecho después, sin embargo no lo hiciste.

—¡Porque se lo prometí a su madre!

Frunzo el ceño y sin pensarlo retrocedo un paso.

—¿Qué?

—Ella me pidió que no lo dejara solo. Me dijo que él no tenía a nadie más en el mundo, que cuando ella ya no estuviera Dylan estaría solo, y...y me sentí culpable. Yo lo quería y de pronto todo eso se terminó.

—Pero no a causa de mí.

—Ya sé que tú no tuviste nada que ver —suspira angustiada—. En cambio yo... —Se aclara la garganta y mira sus tacones—. Así que me obligué a quererlo. Pude amarlo una vez y sé que puedo volver a hacerlo. —Hace una pausa y el dolor en su mirada me atraviesa como un puñal—. El problema eres tú.

—April, no puedes estar con alguien a quien no amas. Y no lo digo porque te ame y quiera que estés conmigo, lo digo por ti. ¿Qué pasará si no puedes quererlo tanto como él a ti? Serás miserable el resto de tu vida. Y no solo te estarás haciendo un daño tremendo a ti, sino que también se lo estarás haciendo a él. —Me mira con ojos rojos y llorosos—. Vivirá sus días creyendo que eres feliz a su lado, cuando en realidad no es así. ¿Nunca has pensado qué pasaría si llegara a enterarse? Se sentiría horrible. ¡Yo también lo estaría!

—Dylan nunca lo va a saber y tú no puedes decirle nada.

—¿Y qué harás para impedirlo?

Me mira con seriedad. Sabe que no tiene nada para ofrecerme y aun así se mantiene firme.

—No serías capaz. Ya no eres así.

—Le estaría haciendo un favor a Dylan.

—¡Logan!

—¿Es que no ves lo que estás haciendo?

—No hagas esta decisión más difícil de lo que ya es.

Guardo silencio. April se me queda viendo por un instante, analizando mi rostro. Sabe que no diré nada, en especial porque no es de mi incumbencia. Muero por hacer algo pero, ¿qué ganaría? Ella no volvería conmigo y me odiaría por lo que hice.

Prefiero que esté lejos y sienta algo por mí, a que solo sienta odio hacia mi persona.

Retrocede y vuelve por donde vino.

—April —llamo pero ella no voltea. Desaparece tras la puerta por donde vine y no la veo salir de nuevo.

Siempre tuve razón. Ella estaba con Dylan por lástima, porque su madre le pidió que no lo dejara solo. April está cumpliendo una promesa que condenará su vida para siempre... aunque puede volver a sentir algo por él. Odio decirlo pero si April no piensa cambiar de opinión, espero que al menos se enamore de Dylan. De esa forma no sufrirá tanto.

Y supongo que yo también debo aprender a vivir sin ella. Aunque, saber que aún me ama, que todavía tengo posibilidades de estar con ella, me dan ganas de pelear. No puedo quedarme de brazos cruzados, tengo que hacerlo algo... pero mis manos están atadas. Ella no quiere que pelee por su amor. April ya tomó una decisión y debo respetarla.

Ahora es mi turno de tomar una y seguir por mi camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro