𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟎ꨄ
El lunes por la mañana, Jake camina por el campus con una sonrisa radiante que no puede ni quiere ocultar.
Todo en él parece haber cambiado. Sus pasos son ligeros, su mirada se pierde en pensamientos felices, y cualquier persona que lo ve nota que algo lo tiene completamente ilusionado.
Mientras tanto, Sunghoon, desde su oficina, no puede dejar de pensar en Jake. Entre reuniones y llamadas importantes, su mente se distrae imaginando la sonrisa de Jake, recordando el calor de su mano, y reviviendo aquel beso en la terraza que parecía detener el tiempo.
A pesar de su apretada agenda, Sunghoon encuentra tiempo para enviarle un mensaje a Jake.
«Buenos días, ¿cómo va tu día? Espero que estés sonriendo tanto como yo»
Jake, sentado en una de sus clases, siente su teléfono vibrar y, al leer el mensaje, no puede evitar sonrojarse.
«Tú sabes exactamente cómo alegrarme la mañana, ¿verdad? Mi día va bien, pero definitivamente podría ser mejor si estuvieras aquí.»
Sunghoon sonríe al leer la respuesta, disfrutando de esta dinámica juguetona y dulce que habían comenzado a construir.
Al final del día, Sunghoon decide que quiere sorprender a Jake. Sin avisarle, llega al campus y lo espera cerca de su última clase. Cuando Jake lo ve, su corazón da un vuelco.
—¿Qué haces aquí? —Pregunta Jake, claramente sorprendido pero feliz de verlo.
—No podía esperar hasta el fin de semana para verte. Pensé que podríamos ir a cenar juntos. ¿Qué dices? —Sunghoon le sonríe, y Jake sabe que no puede decirle que no.
Esa noche, en un pequeño restaurante acogedor cerca del Campus, comparten una cena llena de risas y confesiones. Sunghoon se asegura de escuchar cada detalle que Jake comparte, fascinado por la forma en que el joven ve el mundo.
En un momento, mientras Jake se ríe de algo que Sunghoon dijo, este se inclina hacia adelante y toma su mano sobre la mesa.
—Jake, me haces querer ser una mejor persona. No tengo idea de cómo pasó, pero siento que, desde que te conocí, todo tiene más sentido.
Jake lo mira, sintiendo cómo su corazón late con fuerza.
—Sunghoon, creo que estoy empezando a entender lo que significa querer a alguien... y, honestamente, me encanta que seas tú.
Ambos sonríen, y aunque las palabras no son muchas, el mensaje es claro. Jake y Sunghoon estaban construyendo algo especial, algo que ninguno de los dos había planeado, pero que ambos sabían que no querían dejar ir.
Al terminar la cena, Sunghoon y Jake salen del restaurante, caminando juntos bajo las luces cálidas de la ciudad. Sunghoon, siempre atento, se quita la chaqueta para colocarla sobre los hombros de Jake cuando una ligera brisa fría los sorprende.
—Gracias —Dice Jake, apretando la chaqueta contra su cuerpo. El gesto lo hace sentirse protegido, pero también consciente de lo fácil que es dejarse caer en los brazos de Sunghoon.
—Es un placer cuidar de ti —Responde Sunghoon, deteniéndose un momento para mirarlo. La intensidad de su mirada hace que Jake baje la vista, sus mejillas encendiéndose de nuevo.
—¿Cómo haces eso? —Pregunta Jake en un murmullo, sin atreverse a levantar la cabeza.
—¿Hacer qué? —Sunghoon inclina la cabeza, curioso pero divertido.
—Hacerme sentir así... Como si todo estuviera bien con solo estar a tu lado.
Sunghoon sonríe suavemente y da un paso hacia él, tomando su mano con cuidado.
—Tal vez porque es lo mismo que siento cuando estoy contigo.
Jake levanta la mirada, y en sus ojos hay una mezcla de incredulidad y felicidad. No necesita más palabras, porque el peso de los sentimientos compartidos está claro en el silencio que los envuelve. Con un pequeño apretón de manos, ambos continúan su camino, sabiendo que cada paso juntos los lleva más cerca de lo que estaban destinados a ser.
Cuando llegan al auto de Sunghoon, este se detiene antes de abrir la puerta para Jake. En cambio, lo toma suavemente de la muñeca, haciendo que el joven se gire hacia él. La luz de los faroles ilumina sus rostros, y Sunghoon, con esa mezcla de confianza y dulzura característica, sonríe mientras acaricia la mejilla de Jake con el dorso de su mano.
—Jake... —Murmura con voz baja pero firme—.Quiero que sepas que, aunque esto esté avanzando rápido, no hay un solo momento del día en el que no esté seguro de querer esto contigo.
Jake siente su corazón acelerar, pero no se aleja. En cambio, coloca su mano sobre la de Sunghoon y lo mira a los ojos con una expresión que mezcla ternura y determinación.
—Yo también quiero esto, Sunghoon. Y por primera vez en mucho tiempo, siento que estoy exactamente donde debería estar.
Sin decir nada más, Sunghoon se inclina y deja un beso en la frente de Jake, un gesto tan íntimo y reconfortante que Jake siente que podría quedarse en ese momento para siempre.
Gracias por leer la historia ❤️
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