𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟗ꨄ
La semana avanza con rapidez, pero para Jake y Sunghoon, el tiempo parece detenerse cada vez que están juntos.
Tras la escena bajo el árbol y el torpe pero entrañable encuentro con Jay y Jungwon, sus sentimientos se vuelven imposibles de ignorar. Esa noche, ambos saben que algo está cambiando, que sus vidas están tomando un giro inesperado pero maravilloso.
Es un viernes por la tarde cuando Sunghoon invita a Jake a su oficina, alegando que tiene una sorpresa para él. Jake, nervioso pero emocionado, acepta la invitación sin pensarlo dos veces.
Al llegar al edificio, Jake queda impresionado, como siempre, por la elegancia y el buen gusto que definen el mundo de Sunghoon. Sin embargo, lo que más lo impacta es el propio joven empresario, esperándolo en la entrada, vestido impecablemente con un traje oscuro que lo hace lucir aún más atractivo.
—¿Qué tramaste esta vez? —Pregunta Jake con una sonrisa nerviosa.
Sunghoon le ofrece su mano con esa mezcla de confianza y ternura que lo caracteriza.
—Solo algo que creo que te gustará. Ven conmigo.
Lo guía hasta el último piso, donde había preparado una cena íntima en la terraza. Las luces suaves iluminan la mesa, y la vista de la ciudad al atardecer es simplemente espectacular. Jake se queda sin palabras.
—Sunghoon... Esto es increíble. No tenías que hacer todo esto.
—Quería hacerlo —Responde Sunghoon, mirándolo directamente a los ojos—. Porque tú lo mereces.
Ambos toman asiento, y la conversación fluye con naturalidad. Hablan de sus vidas, sus sueños, e incluso de los pequeños detalles que los hacen únicos. Cada sonrisa de Jake hace que Sunghoon se sienta más seguro de que está exactamente donde debía estar.
En un momento, Sunghoon toma la mano de Jake sobre la mesa, y su expresión se vuelve más seria.
—Jake, sé que esto ha pasado rápido, pero no quiero esperar más para decirlo. Me importas, mucho más de lo que imaginé al principio. Y si me dejas, quiero estar a tu lado... de verdad.
Jake siente un calor reconfortante en el pecho. Las palabras de Sunghoon lo llenan de una felicidad que no sabía que necesitaba. Lo mira a los ojos, con una sonrisa sincera.
—Yo también quiero eso, Sunghoon. No sé qué nos espera, pero quiero intentarlo contigo.
En ese momento, el bullicio de la ciudad queda lejos, como si solo existieran ellos dos. Sunghoon se inclina ligeramente hacia adelante, y Jake, sin pensarlo, hace lo mismo. Sus labios se encuentran en un beso suave pero lleno de promesas.
Es el comienzo de algo que ambos saben será especial...
El beso es breve, pero lleno de significado. Cuando se separan, Jake no puede evitar reír suavemente, cubriéndose el rostro con las manos, como si intentara ocultar su creciente rubor.
—¿Qué es tan gracioso? —Pregunta Sunghoon, ladeando la cabeza, con una sonrisa divertida pero curiosa.
Jake niega con la cabeza mientras deja caer las manos.
—Es solo que... nunca pensé que estaría aquí, contigo, después de todo lo que ha pasado y en tan poco tiempo. Aún siento como si esto fuera un sueño.
Sunghoon toma una de las manos de Jake, acariciando suavemente sus dedos con el pulgar.
—Bueno, si esto es un sueño, espero que no despertemos nunca.
La mirada sincera del mayor hace que Jake sienta un leve cosquilleo en el pecho. La confianza de Sunghoon, combinada con su ternura, lo desarma por completo.
—Eres increíble, ¿lo sabías? —Murmura Jake, mirándolo con una mezcla de asombro y cariño.
—No más que tú. —Sunghoon sonríe ampliamente antes de levantarse de su asiento. Extiende una mano hacia Jake.
—Ven, quiero mostrarte algo más.
Jake acepta la mano sin pensarlo, y juntos caminan hacia el borde de la terraza, donde una pequeña plataforma sobresale con una vista aún más impresionante de la ciudad iluminada.
—A veces, cuando las cosas en mi vida se complican, vengo aquí para recordarme que siempre hay algo más allá de los problemas. Una perspectiva distinta, ¿sabes? —Sunghoon aprieta suavemente la mano de Jake.
—Tal vez nosotros podamos ser eso el uno para el otro.
Jake lo mira completamente absorto en sus palabras.
Por un momento, no puede encontrar la respuesta adecuada, así que simplemente se acerca más, apoyando la cabeza en el hombro de Sunghoon mientras contemplan juntos las luces de la ciudad.
El silencio no es incómodo; es un lenguaje propio, un entendimiento mutuo.
Jake sabe que, aunque el camino no sería fácil, con Sunghoon a su lado todo parece más sencillo, más emocionante.
Esa noche, bajo las estrellas y el brillo de la ciudad, ambos entienden que este es solo el comienzo de una historia que promete ser inolvidable.
Gracias por leer la historia ❤️
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