Estaba respirando pesadamente. Revise la hora. 3:45 de la madrugada. Me recosté. Era la segunda vez en la noche que me despertaba. Tenía ese sentimiento de que algo no iba bien. Ese sentimiento que me decía con fuerza que pronto todo iba a cambiar, y quizás no para bien. Por un momento pensé en levantarme e ir a buscar a mamá. Pero entonces me di cuenta. Yo no estaba en casa. No estaba mi madre para abrazarme y calmarme. Estaba a cientos de kilómetros de donde ella estaba. Por un momento pensé que me iba a entrar un ataque de pánico y tuve que levantarme de la cama. Planeaba ir por agua, pero me empecé a hiperventilar. Mis dedos comenzaron a cosquillear y me sentía pesada. Intente levantarme pero cada vez empeoraba más. Me sentí inútil al momento. Fastidiada. Horrorizada. Comencé a moverme en desesperación en el suelo. Intente no hacer ruido, pero igualmente termine tirando algo.

Hacía rato que no tenía un ataque de pánico. Pero eso no evitaba que fuese horrible y desesperante.
Suplique por qué ninguno de los dos que vivían conmigo escucharan el ruido que había hecho, pero no me salió. Escuche como alguien tocaba la puerta.

-¿Niña? ¿Estás bien? ¿Te caíste de la cama?- se escuchó una voz gruesa con un deje de burla.

Abrí la boca para responder, pero al final decidí que era mejor callarme y revolverme en el suelo.

-..¿Niña? ¿Pasó algo?-.

Solo pude decir algo en un tono ahogado en los chillidos que estaba cortando antes de que salieran. -S-Sans-.

No note en que momento, pero un destello de luz azul se hizo presente y en nada, ya tenía a un esqueleto a mi lado. Rápidamente, reaccionó hiendo por un vaso de agua. Yo, mientras tanto, me tape la nariz y la boca. Si no podía respirar, no me hiperventilaría mas. El llego con rapidez, retiró mi mano de mi cara, y me dio el vaso lleno de agua simple. Yo, sin dudarlo, comencé a beber. Todo de un trago.
Sentía como más de una o dos gotas caían por mi cara, bajaban por mi cuello, y llegaban hasta la blusa, mojandola y desapareciendo en esta.
En cuanto termine de beber, deje al lado el vaso y me encogí en mi misma. Sentí como el monstruo a mi lado me daba palmadas en la espalda, intentando confortarme. Y yo, poco a poco, me iba calmando.

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Cuando vi la hora, eran las 6:20 AM. Yo entraba a clases más tarde, afortunadamente. Voltee a los lados.
Se que, tras el ataque, Sans y yo nos quedamos hablando un rato. Dijo que el también tuvo pesadillas de las rutas anteriores. Reímos, tonteamos, y a las cuatro y media o por ahí acomodamos el pequeño desastre que dejamos en el dilema, y nos fuimos a dormir.

Me levante, negando con la cabeza. Busque algo para ponerme. Tome un conjunto casual. No es que esperará encontrarme a alguien famoso ni nada así. Tome un cepillo, y me acomodé el cabello. Me puse tennis. Agarre mi bolsa, y salí de la habitación.

Temprano en la mañana había dos olores que eran la marca personal del apartamento que Sans, Papyrus y yo compartíamos. Primero, el olor de uno de mis perfumes intentando cubrir el hedor de la habitación de Sans y Papyrus, de la cual yo estaba muy agradecida por estar bastante lejos. Y después, el delicioso aroma de Papyrus cocinando algo.

Recuerdo cuando salimos del subsuelo.

Al principio, no había idea de que haríamos. Los humanos no aceptaron con facilidad a los monstruos. Demonios, incluso ahora hay bastantes grupos anti monstruos y países en los que están prohibidos. Incluso en Estados Unidos llegó a haber una prohibición. En mi país hubo disputas enormes. Y en el centro, quedamos una bola de adolescentes como mediadores.
No era exactamente mucha ayuda.

Con el tiempo, las cosas se fueron calmando. Todos terminamos nuestros estudios y seguimos viviendo nuestras vidas. Ahora con monstruos a nuestro lado. Ahora con amigos a nuestro lado.

Toriel y Papyrus se volvieron como madre e hijo. Ella le enseñó a cocinar bastante bien.

Ahora mismo Undyne trabaja en una agencia del gobierno. Como militar. Alphys, su novia, es una científica reconocida mundialmente. Gracias a ella, y los planos de el anterior científico real, consiguieron evolucionar el Core. La ciencia, la medicina, y demás. Todo mejoró en gran medida.
A veces tengo pequeños deja vú. Siento como si me olvidara de cosas importantes. Tengo sueños en los que estoy acostada escribiendo algo en el celular, pero no se que.
No recuerdo cómo conocí a mis amigas o por qué. No recordaba por qué tenía guardadas tantas páginas vacías, y no recordaba tener la biblioteca de Wattpad tan vacía. Pero tampoco llegó a recordar, incluso tras tanto tiempo, que es lo que falta. Se siente como un vacío.
Se que en algún pasado lo supe. Maldición, quizá yo misma llegue a escribir todo esto en una historia. Pero si lo hice, ahora ya no existe. No hay siquiera pruebas de eso, más que un recuerdo perdido.
Incluso llegó a olvidar por momentos como fue que sabíamos de todos los monstruos antes de conocerlos. Como sabía tantos secretos del subsuelo, y, principalmente, no se de que lugar recuerdo a Gaster. Recuerdo nombres.

Recuerdo a Blueberry, y a Geno, y a Fresh. Pero es todo lo que me viene a la mente. Recuerdos.

Cuando termine la preparatoria, me vine aquí a estudiar la carrera. Animación, diseño, dibujo.
La idea era que mi madre viniese conmigo, pero al final ella se quedó ocupada, y Papyrus y Sans me acompañaron en su lugar.

Papyrus. Di un clic.
Estaba frente a la cocina y todavía no reaccionaba. Agite la cabeza con levedad, y me acerque a dónde estaba el esqueleto cocinando.

Papyrus me saludo, y yo solo le hice una seña, sonriéndole. Tome una manzana, y un jugo.

-¡Andy! ¡No puedes irte sin desayunar!-.

-Llevo una manzana- dije dándole una mordida a esta.

-¡esa no es-! Ugh. Olvídalo. Eres igualita a Sans. ¡Anda! ¡Llegaras tarde a recoger esos papeles con los que pagamos las cosas-.

-¡voy andando!-.

Salí de la casa. Incluso con tanto en mi mente, me di cuenta de que había pasado tan poco tiempo.

Poco tiempo.

Hoy es mi último día de clases. Al menos por este semestre.
Mañana en la tarde Papyrus, Sans, y yo iremos de vuelta a casa. Iremos de vuelta a dónde está El Monte Ebott.
Nos encontraremos con nuestros amigos, e iremos a explorar el subsuelo con todos.
Solo los monstruos saben que iremos, así que será una sorpresa.

Como si los héroes de la leyenda se fuesen a reunir de nuevo.

Y bueno. Eso somos. "Héroes de leyenda".
Solo que esto es real.

Decidí dejar de bobear, y ponerme en marcha al instituto. Di un pequeño bostezo, y me encaminé.

Partida nueva.

Guardando...
Partida guardada.