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Día 9

Hola hola! Acá les traigo un nuevo cap.

Como siempre digo espero que lo disfruten 🌸

Dejen sus votos y comentarios ❤️❤️

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—Levi despierta.

Mis ojos se abrieron y tuve que parpadear varias veces ante la luz que se filtraba por las ventanas. Eren estaba a solo milímetros de mi rostro con una enorme sonrisa, no sabía en qué momento de la noche me había dormido pero el hecho de que me alejara de él tan solo unos cuantos centímetros, no fue por la sorpresa de verlo cuando recién despertaba, no. Estaba acostumbrado a ver el rostro de Eren al despertarme, sino que el mocoso no parecía el mismo que el de la noche anterior, sino que se estaba comportando igual que siempre. ¿Tal vez lo había soñado?

Eren palmeó una de mis mejillas antes de alejarse, aún sin borrar su sonrisa, observé que ya estaba vestido y me dispuse a bajar de la cama.

—Apúrate, encontré un lugar genial.

Me apresuré al levantarme, ir al baño y cambiarme, no porque me lo hubiese pedido, porque lo que Eren solía considerar genial yo no lo hacía, sino porque lo que sí era extraordinario era que me estuviese hablando como si nada hubiese ocurrido y eso realmente me agradaba, porque significaba una segunda oportunidad de arreglar el arrebato que había tenido la noche anterior.
Ya estaba casi listo, solo me quedaba acordonarme las zapatillas. Eren caminaba por toda la habitación tomando algunas cosas y tan pronto como terminé lo que estaba haciendo, me jaló del brazo fuera de la habitación.

—¿A dónde vamos?— me atreví a preguntar al ver a Eren que presionaba el botón del ascensor.

Él solo volteó a verme, no dijo nada, aún así sus ojos brillaban por la anticipación, luego mientras estábamos descendiendo dentro del elevador, me sonrió.

—Ya vas a ver.

Eren decidió que no usariamos la camioneta, alegando que podríamos caminar y disfrutar del día soleado y caluroso que se presentaba, cinco calles más adelante después de mirar todo a su alrededor con suma fascinación durante el trayecto, llegamos.

Retuve el aire en mis pulmones cuando dimos nuestro primer paso dentro de la instalación. Grandes estanterías repletas de libros se presentaban ante nosotros, mi mano tembló por la anticipación y sonreí sin poder evitarlo.

—Hoy cuando desperté, salí a caminar un poco y lo encontré. Tienen un bar en donde puedes sentarte y leer algunos libros, por aquel sector está lleno de audiolibros, si caminamos un poco más encontraremos el sector donde pasan películas basadas en las novelas y...

—¿Por qué?— lo interrumpí, a Eren no le gustaban los libros, y los que había leído eran simplemente los que le había recomendado.

—Porque hemos hecho muchas cosas de las que quería y creo que es justo que disfrutaras también.

Eren tomó mi mano y me llevó hacia las grandes estanterías.

—Pero es tu viaje...

—Es nuestro viaje— se apresuró a responder —además, tenemos muchos días más por delante, tranquilo.

Asentí y miré a Eren, él ya había soltado mi mano y estaba concentrado en algunas novelas románticas. Miré el estante que tenía delante y se podían leer algunos títulos de autores como Edgar Allan Poe, Stephen King, Anne Rice, John Saul y muchísimos más, sin pensarlo, al pasar los minutos había comprado algunos libros como "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, "La mano negra" de Jay R. Bonansinga y "La capilla de la muerte" de Stephen Dobyns. Pensaba leerlos una vez terminado el viaje, Eren por su parte solo me había seguido entre los grandes estantes sin decir absolutamente nada.

—Levi.

—¿Si?

Eren señalaba hacia el sector de las películas, como había dicho anteriormente, pasaban una detrás de otra dentro de una pequeña sala, miré el título de la que estaba por empezar y mi estómago se contrajo de inmediato.

"Bajo la misma estrella"

—Tal vez deberíamos tomar un café en el bar y luego podríamos ver la siguiente ¿Qué dices?

—¿Y por qué no agarrar la que está por empezar justo ahora?

—Eren no creo que...

Él ya se estaba acercando hacia la sala, fuera de ésta había una pequeña pantalla con una descripción de la película y el libro, observé como leía con atención y luego como se giraba para mirarme con sus ojos apagados.

—Sí, creo que tu idea me gusta más— comentó.

Habíamos pedido cada uno un café, con un sándwich de miga, mirábamos a nuestro alrededor observando a las diferentes personas que pasaban a nuestro lado, estábamos en silencio, ninguno se atrevía a empezar una conversación y aquello me estaba poniendo incómodo.

—Lo siento.

Eren fue el primero en hablar, pero lo que dijo hizo que lo mirara sin entender y es que realmente no entendía porqué se estaba disculpado.

—¿Por qué lo dices?

Eren pasó sus dedos sobre el borde de la mesa y seguido lanzó un suspiro prolongado, susurró sin atreverse a mirarme a los ojos.

—Por cómo me comporté anoche.

La taza de café quedó solo a milímetros de mis labios, le di una mirada cargada de culpa, ya que no era él, el que tenía que disculparse.
Volví a dejar la taza sobre la mesa e incómodo sacudí mi cabello mientras Eren esperaba una respuesta.

—No tienes que disculparte, yo no debí hacerlo y entiendo si no te agradó.

Eren sacudió ambas manos sobre la mesa mientras negaba con su cabeza, su rostro había empezado a tomar un color rojizo y pronunciaba palabras que terminaban siendo susurros ahogados. Detuvo cualquier movimiento que estaba haciendo y se encogió un poco en su asiento.

—No es que no me haya gustado, es que me has tomado por sorpresa... idiota.

Mi corazón dio un vuelco al oírlo, mi pulso se aceleró de tal manera que por un momento creí que Eren sería capaz de escucharlo, abrí y cerré mi boca varias veces siendo incapaz de poder pronunciar palabra. Mis dedos temblaron y el mundo alrededor se detuvo. Eren aún estaba totalmente quieto en su asiento, con su rostro ya cubierto de un color rojizo, sus ojos viajaban hacia todas partes excepto hacia a mí y aquello fue más que suficiente para llenarme de un regocijo extraño, porque al fin, sabía que Eren posiblemente pudiese estar sintiendo lo mismo que yo.

—¿Qué?

—No voy a repetirlo.

No, no necesitaba que lo hiciera, pero fue lo único que pude decirle. Eren entonces se atrevió a tomar un sorbo de café de su taza y entonces tuve que preguntarle aquello que andaba rondando por mi mente.

—¿Por qué llorabas entonces?

Eren dejó la taza entre sus manos mientras jugaba nervioso con ella, sus ojos verdes se encontraron los míos y con toda la seriedad posible me contestó.

—Tengo cáncer ¿Lo olvidas? No deseo darte esperanzas Levi.

En ese momento no entendía muy bien lo que estaba ocurriendo, y como hice varias veces antes, ignoré su comportamiento y sus palabras, un error más que se agregó a mi lista.

—Dijiste que ya estabas bien.

Eren asintió lentamente mirando hacia ningún punto en específico, en ese momento tampoco pude darme cuenta que estaba evitando el contacto visual.

—Aún así, no deberías encariñarte mucho más conmigo, no sabes nunca cuando el otro puede dejarte solo.

Negué aquel sentimiento de angustia que se había colocado en mi pecho, si bien aquello era verdad, también era una mentira.

—En ese caso, las personas no deberían tener ningún lazo afectivo con nadie, tarde o temprano, todos te abandonan.

Eren me miró, tratando de descifrar que es lo que había querido decir, y la respuesta era muy simple. Ya no importaba si él me veía como algo más o no, porque ya me tenía en la palma de su mano sin proponérselo, porque siendo mi amigo o no, ya estaba profundamente enamorado de él y eso, era algo que nadie podría cambiar tan fácilmente.

Por primera vez desde que habíamos tomado asiento en aquel café, Eren sonrió, una sonrisa llena de vida como aquellas que daba cuando se perdía en su entorno. Yo también lo hice, guardando silencio mientras bebía lo último que quedaba en mi taza, por un momento dejé mis manos apoyadas sobre la mesa y antes que pudiese hacer algo más, una de las suyas envolvió gentilmente la mía.
Miré a Eren un poco confundido, pero él solo me sonrió y sujetó aún más fuerte mi mano, yo también lo hice, aquel simple tacto hacía que mi corazón latiera desbocado.

—¿Qué has comprado?

Su pregunta me dejó confundido por un momento y luego saliendo de la pequeña burbuja que habíamos creado, me di cuenta donde estábamos, con una sonrisa le comenté sobre los libros que llevaría a casa y Eren aún sosteniendo mi mano me escuchaba con atención.
Aunque a él jamás le habían interesado estas cosas, siempre me oía, no importaba de que libro se tratase, porque Eren siempre guardaba silencio y esperaba a mi lado hasta el final, incluso a veces hacia preguntas y esta vez a pesar de no hacerlas, admitió que le gustaría leer alguno de ellos, cuando el viaje terminara.

Cuando salimos del lugar, ya estaba anocheciendo, habíamos terminado viendo una de las películas que pasaban y Eren se había atrevido a pasar a escuchar un poco sobre algunos libros, volvimos caminando por las calles concurridas aún tomados de la mano y es que en muy pocas ocasiones habíamos tenido que separarnos, aquello se sentía tan real que temía que estuviese soñando y todo terminara cuando despertara.
Me gustaba estar así, como si fuésemos una pareja, como si solo importara el hecho de Eren caminando a mi lado. Nada más que eso.

Al regresar al hotel, después del baño y una cena tranquila, volvimos a dormir juntos, esta vez si me atreví a mirarlo, a abrazarlo y a sentir que mi corazón le pertenecía una vez más.

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