Capítulo 5
Sean llevó a Ashley a las gradas del campo de football. A esa hora nadie se encontraba practicando por lo que podrían hablar con tranquilidad.
Ashley se notaba un tanto ansiosa y no dejaba de mirar a Sean con ansiedad.
¿Qué tanto misterio había?... ¿A caso Sean tenía alguna enfermedad mental?
Sean dejo escapar un suspiro. Tenía que ser un demente para decir lo que iba a decir. Era demasiado pronto pero ya no había marcha atrás, ellos estaban comenzando a experimentar y no había tiempo que perder.
Mojo sus labios con su lengua, su mirada estaba clavada en las gradas de más abajo y no miró a Ashley a los ojos hasta que estuvo listo para hablar.
— ¿Recuerdas lo que te dije hace un tiempo atrás? Sobre Logan.
— Ammm… sí, lo recuerdo. Creí que habías tomado crema para afeitar.
El chiste pareció no causarle gracia al joven porque su rostro siguió igual de tenso.
— Después de todas estas cosas por las que has pasado, ¿Qué piensas si te digo que Logan nunca murió?
Ella dejo escapar un suspiro y golpeo sus manos contra sus muslos.
— ¡Es imposible! Sé que es una posibilidad pero no lo creo. Yo lo vi morir. ¿Por qué no puedes considerar mi idea?
— ¿Y si te digo que tu vida es una mentira; una completa farsa?
Ashley quedo completamente muda y petrificada. El escuchar aquello la hacía estremecerse por dentro.
— ¿Tú me creerías si te dijera que todo lo que ves… —miró hacia todas partes—, todo lo que te rodeas es una completa mentira? ¡Una fantasía creada por alguien más!
Ella dejo escapar una pequeña risita.
— Estas loco. No sé porque siquiera estoy escuchándote —se coloco de pie y se dio media vuelta como para irse cuando de pronto la voz de Sean la hizo detenerse.
— ¡Sé la verdad sobre April!
Ashley se detuvo en seco y se quedo unos segundos allí de pie, inmóvil.
— Sé quien es ella… pero para que entiendas eso necesito que me escuches.
Trago duro. ¿Qué debía hacer? ¿Quedarse a escuchar ese loco o irse? Finalmente se dio media vuelta y miro a Sean con mirada dura.
— Primero contéstame una pregunta.
— Dime cual.
— ¿Qué eres?
Sean alzo sus cejas. No entendía a que venía esa pregunta.
— Apareces misteriosamente de la nada, sabes todo sobre todos y ocultas verdades. ¿Qué cosa eres?
Sean mordió su lengua. No podía decírselo, pero algo dentro de sí fue más fuerte que él y las palabras fluyeron de su boca con fluidez.
— Soy un Hacker. Me especializo en Hackear cosas y crear programas de computadora.
— ¿Qué tiene que ver eso con todo esto? ¿Hackeas mi computador?
— Siéntate y te lo explicaré.
Ashley dejo escapar un resoplido y se sentó a regañadientes.
— Yo seré el que hable, ¿de acuerdo? No me interrumpirás. Solo podrás hablar cuando termine, ¿Entendido?
Ella asintió.
— Bien —suspiro, se aclaró la garganta y finalmente comenzó—. Vivimos en el 2154
— Pero estamos en 2014 —agregó rápidamente.
Sean le regaló una mirada de enfado, cosa que hizo que Ashley cerrara la boca de inmediato.
— El 2014 pasó hace un millar de años. El presente es el 2154… la era de oro para los privilegiados. Más del 54% de la población vive con un buen pasar económico gracias a sus empleos… pero hay algo que ellos no tienen y desean con toda su alma —se volteo para mirar a la joven—. Salud.
— Pero el dinero… —guardo silencio inmediatamente.
Sean giro su mirada para observar el paisaje que se extendía más allá de la cancha de juego.
— La tecnología ha avanzado muchísimo pero hay cosas que ni ésta ni el dinero pueden curar —entrelazó sus dedos—. Las enfermedades entre ellos se han vuelvo cada vez más frecuentes debido al estrés y otros… problemas derivados de emociones causadas por diversas cosas —observo a la joven—. Se curan… pero su vida se acorta cada vez más. Hace un par de años atrás, un estudio reveló que si existiese la forma de vivir sin preocupaciones ni nada por estilo, la vida de uno se alarga 10 años.
El rostro de Ashley fue de sorpresa. ¿Diez años? Le vendría bien eso.
— Pero las emociones y sentimientos nos impiden llegar a eso. Fue por esa razón que un grupo de personas decidió reunir a un grupo de científicos para que estos pensaran una forma de neutralizar aquellas emociones, sentimientos y demás cosas que causan sus enfermedades. Ellos querían vivir más, y lo iban a lograr. Y fue entonces cuando nació el Proyecto Elysium.
— ¿Proyecto Elysium? —susurró.
— Un proyecto creado para personas privilegiadas, en dónde se encuentre la causa para neutralizar las emociones—su rostro estaba serio. Demasiado—. El problema era que para probar sus experimentos necesitaban un conejillo de indias… y esos no serían ellos…, sino nosotros.
El rostro de Ashley fue de impacto. ¿Qué quería decir con eso?
— ¿A quienes les importan las personas normales? Vivimos en casas promedio comparadas con las mansiones que ellos poseen. ¡Somos sus esclavos! Trabajamos para ellos en sus empresas y negocios. Nadie se daría cuenta de la falta de algunos trabajadores. Ni siquiera a ellos les importaría…No si era para su beneficio —suspiro—. El problema es que es un proyecto ultra secreto. El estado no sabe de su existencia porque si lo hiciera, mandaría a clausurar el proyecto y ellos se quedarían sin nada. Cayendo muertos como fichas de dominó. Así que para no levantar sospechas ni nada, decidieron que los proyectos —señalo a Ashley —, o sea tú; se les fuese borrado todo recuerdo de haber entrado en aquellas instalaciones… Y una vez dentro, se asegurarían de que nadie pudiese salir de allí.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de la joven. ¿Ella? ¿Un proyecto? No, debería estar bromeando. Sus padres no dejarían que eso sucediera.
— Tú eres uno de los miles que hay en ese lugar. El problema es que no recuerdas nada, y aunque lo quisieras no podrías hacerlo por ti misma. Ellos te tienen controlada. Elysium es un proyecto en el cual juegan con tu mente. Te hacen vivir diversos escenarios en dónde experimentas diversas emociones y prueban sus “curas” en ti. Si funciona te dejan en paz, si ven una mejora también lo hacen, pero si no seguirán insistiendo. Tú llegaste a tener un máximo de 68 años, y una infinita cantidad de nombres. Ashley es el más reciente, y el hecho de que tus padres pierdan el trabajo y tú te preocupes por buscar uno es creación de ellos. Lo que intentan solucionar es el estrés por no conseguir empleo. La desesperación que te invade por dentro al ver que no puedes llevar dinero a tu casa. Y sé que dirás que son millonarios, ¿a ellos que les importa? Pero por como están las cosas ahora, créeme que es mejor estar preparados. Es mejor tener una solución para todo —hizo una pausa—. Ahora, dejaré que tu hables por un momento, luego seguiré yo.
— Si es verdad que entré a ese lugar… ¿Cómo es posible que mis padres no hicieran nada?
— Los drogan, haciéndoles creer que lo que ellos le dicen es verdad. A los niños se les dice que irán de campamento… pero no es así. Cuando tú llegaste a ese lugar y viste que nada era lo que parecía intentaste escapar. Pusiste muchas resistencias pero ellos eran más fuertes. Te drogaron… y después de eso jamás volviste a despertar.
— ¿Niños? Ah… —no podía siquiera hablar—. ¿Cómo…?
— Tenías siete años cuando te llevaron… ahora tienes 21.
— ¡Es imposible! Tengo 18 años apenas.
— ¡En la vida real! ¡En la vida que llevas fuera de esta fantasía! —agrego enfadado.
Ashley quedo anonada.
— ¡¿Estuve 14 años de mi vida en Elysium?!
— Estas. —corrigió—. Porque aun no has salido.
No lo podía creer. ¿Era en serio? Tenía que ser una completa locura. Sentía ganas de golpear algo con todas sus fuerzas.
— Nadie nunca ha podido salir de Elysium. No son lo suficientemente fuertes como para despertar del transe —suspiro—. Para que el proyecto funcione ellos deben borrar todos tus recuerdos, dejando tu cerebro libre y manipulable. Algo vacio en donde puedan meter información nueva. Todo eso lo logran gracias a un chip de computador que tienes instalado en la parte trasera de tu cráneo.
Ashley inmediatamente se llevó la mano a su nuca. Sean rió levemente.
— Tú no, tu real. Tu cuerpo verdadero. Además, puedes moverte gracias a que también controlan tus extremidades a través de cables. Tu cuerpo original está completamente monitoreado y lleno de un montón de cosas que permiten examinar como respondes a los estímulos que ellos te dan. Además, no puedes morir… tienes que mantenerte alimentada y demás.
— Pero… si mal no entiendo, si se supone que ellos borran mis recuerdos, ¿Por qué recuerdo a Logan?
— Porque yo lo hice posible.
Ashley se sorprendió, no se esperaba escuchar eso.
— Escucha… eso de que Logan murió es una completa mentira. ¡Jamás paso! Tú nunca volviste de ese campamento. Eso que dices recordar fue producto de ellos. Investigaron en tus memorias y lo encontraron, vieron que lo amabas, ¿Por qué no experimentar con eso? No puedes recordar que pasó con tu vida después porque con cada transición cambia tu vida, y eso incluye los recuerdos. Cuando te acuestas a dormir es cuando ellos aprovechan a cambiar todo tu mundo por completo. Así es como dejas una vida y pasas a otra. Pero por el momento no has cambiado, aun que ya están experimentando contigo otra vez y eso me pone nervioso.
— ¿Qué fue lo que me pasó?
— Tuviste una abstracción. Lo que en el idioma de Elysium significa es que te aislaste de éste mundo para entrar al de ellos.
— Pero… creí que éste era el mundo que ellos crearon para mí.
Sean meneo con la cabeza.
— Este es el mundo que yo cree para ti. ¿Por qué recuerdas a Logan? ¿Por qué me ves a mí? Porque yo lo hice posible. Lo que te pasó el otro día con Lisa fue una de las formas en las que mi programa reacciona. Ellos querían acceder a ti, y como tú estabas en algo que no deberías, su influencia hizo que mi programa actuara de esa forma.
— ¿Programa?
— Te dije que era un Hacker… así que instale una especie de virus en tu cerebro. Algo que pudiese utilizar para meterme en tu mundo y jugar con él. Amoldarlo a mí gusto y que de paso ellos no se dieran cuenta. El problema es que si ellos aparecen, mi programa deja de funcionar y les deja el camino libre. No pueden saber que estoy aquí porque si no todo se vendría abajo. Así que, redondeando un poco las cosas, lo que pasó con Lisa solo fue una forma para que dejaras de estar en mi programa y pasaras a ser controlada por ellos. Y el hecho de que no recuerdes lo que pasó en estos días es porque yo hice eso también. No me interesaba que recordaras esas cosas así que programé el virus para que borrara eso de tus recuerdos. Así como también hice que olvides todo lo nuestro cuando ellos te controlan. Lo último que necesito es que ellos sepan de mi existencia para arruinarlo todo.
— Estoy muy confundida. ¿Vivo como en un paralelismo? ¿Y por qué ellos me controlan?
— ¿Alguna vez has jugado a un juego? —ella asintió—. Pues a los juegos los puedes dejar en pausa, eso es lo que ellos hacen contigo. Dejan que te muevas por aquí haciendo lo que quieras. En estos momentos eres… tú. Nadie toma control sobre tu cuerpo o recuerdos.
— O sea que… en estos días, ellos… ¿colocaron una especie de “programación” para que yo hiciera esas cosas mientras ellos observaban?
— Es una buena forma de decirlo.
Ashley se llevó las manos a la cabeza.
— Dios mío, esto es una completa locura.
— ¡No! No pienses eso. Te estoy diciendo la verdad. Yo ni siquiera soy real… mi cuerpo es un conjunto de códigos que en éste ambiente se ven como si fuese de carne y hueso. Mi verdadero yo está allá afuera… esperando a que despiertes.
— ¿Despertar? ¿Cómo se supone que haré eso si me dices que nadie lo ha hecho?
— ¡Es por eso que traje a Logan!... escucha, necesitaba encontrar a alguien a quien pudiese despertar, así que robe algunos archivos y entre ellos estabas tú. Tu vida y experimentos me parecieron interesantes. Además, el hecho de que hayas visto a Logan morir hizo que todo tuviese sentido en mi cabeza. Logre traerlo aquí, hice que lo recordaras, coloqué su casa aquí, ¡todo lo que ves de él es por mí!... pero nada de lo que hago hace que despiertes. Creí que si lo veías despertarías de inmediato por el shock pero me equivoque. Esos choques de electricidad que sientes en tu cuerpo son los que hacen que te mantengas aquí. Los que te relajan.
— O sea que si tú hiciste todo esto… ¿Logan no es real?
Sean se la quedo observando por un par de segundos. El ver el rostro de angustia de Ashley hizo que él apartase la mirada.
— No —dijo finalmente con tristeza.
El rostro de Ashley empalideció.
— ¡No es el real!... tranquila. El Logan que ves es el que traje de tus memorias… combinado con la apariencia actual.
— ¡¿Lo has visto?! ¿Cómo está él?... ¡oh, dos mío! Yo jamás me despedí de él… ¡nunca más volví a verlo! —Sintió un nudo en su garganta y estómago—. ¿Me odia?
— Tranquila, no te preocupes. Está todo bien con él.
— ¡Espera! —Agrego con nerviosismo—. Esto me suena familiar… me suena mucho a lo que Logan dijo sobre April.
— ¡Lo invente! —Dijo rápidamente—. Inventé ese nombre y lo de la apariencia idéntica para que eso causara un impacto en ti pero no me funcionó. Nada de lo que hago funciona. Y ahora que ellos están experimentando contigo me están poniendo nervioso. Si tienes una abstracción demasiado larga puede que cuando vuelvas aquí ya seas mayor.
— ¿A qué te refieres?
— Logan y yo no pertenecemos aquí… somos como un error. El resto de los que te rodean forman parte de tu fantasía. Si ellos deciden que pasen veinte años aquí, lo harán. Y si para cuando dejen de programarte y te des cuenta de mi existencia, puede que tú ya tengas 38… pero Logan y yo seguiremos aparentando 18. Y si eso llegara a suceder, no me sirve. Necesito hacerte despertar de inmediato.
— ¿Y cómo harás eso?
— No tengo ni idea.
Ashley caminaba con destino a su casa. En su mirada se notaba la tristeza y el dolor que sentía en sus entrañas por haberse enterado de la verdad.
Es que no podía ser posible… pero algunas de las cosas que Sean le dijo habían sido tan convincentes que era difícil de no creer.
Observo a su alrededor y sintió un cosquilleo en su estomago. El pensar que todo lo que veía no era real era algo extraño.
En definitiva todo aquello era un sueño. Su verdadero cuerpo estaba dormido, y todo lo que ella ahora veía formaba parte como de un sueño… que a veces se transformaba en pesadilla.
Agradecía el no recordar las horribles experiencias que había vivido anteriormente. Sean le había contado alguna de ellas y la verdad que éstas hicieron que se le formase una piedra en el estómago.
¿Cómo podían ser tan crueles? ¡Si ellos quieren vivir más que experimenten con ellos mismo! Nosotros no tenemos porque formar parte de algo que ni siquiera conocemos.
Le quitaron la posibilidad de estar con su familia todo este tiempo. Le quitaron la posibilidad de estar junto a Logan.
Logan. El siquiera pensar en ese nombre hacía que todo dentro de ella temblara.
Sean le había dicho que sus padres estaban bien. Ellos seguían pensando que su pequeña hija seguía en aquel campamento, y que de vez en cuando, paseaba por hermosos lugares exóticos con amigos. ¡Algo completamente ridículo! Catorce años sin ver a tu hija y no preocuparte siquiera por ella. Definitivamente eso sí era producto de Elysium.
Sean le había dicho que lo que habían hecho con sus padres se conoce como “reprogramamiento” lo que significa que los reprogramaron para que pensaran todo lo que ellos quisiesen.
El único problema era que con Logan no habían hecho eso… Él seguía pensando que ella se había ido para no volver nunca más.
“¡Maldita sea, Ashley!” pensó y pateo una piedra con violencia. Las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. Jamás se había podido despedir de Logan, y ahora, al ver que ella no volvía, de seguro pensaría cualquier cosa, como que nunca lo había considerado su amigo o algo por el estilo.
Ella sabía que él sentía algo por ella… pero ahora, después de tantos años lo más seguro era que ese sentimiento se había esfumado para siempre.
¿Quién sabe qué sería de su vida ahora?... ¿Quién sabe qué era lo que pensaba sobre ella? Sea lo que sea, no había sido su culpa. Engañaron a sus padres y la llevaron a una prisión horrible. Una prisión en sus sueños, de la cual nunca podrá despertar.
Sean ya no sabía que más hacer para que ella tuviese un impacto. Algo que le hiciese cobrar conciencia y la despertara de su transe.
Con el virus infectando su cuerpo, las drogas se van poniendo cada vez más débiles pero aun así necesita un impacto bastante fuerte.
Continúo caminando, con la mirada cabizbaja. Sentía como algo le oprimía el pecho cuando de pronto, escucho la voz de alguien a sus espaldas.
— ¿Ashley?
El corazón se le detuvo del susto.
¿Ashley?... Ahora que lo pensaba Sean le había dicho que ese nombre había sido el último que le habían puesto… y si era así, ¿Cuál era su verdadero nombre?
Se volteo lentamente, y cuando lo hizo, su cuerpo experimento un hormigueo insoportable. El sentir como sus miradas estaban conectadas la hizo estremecerse.
Ya no lo podía ver como antes. Él no era el real… pero ella tampoco lo era. Aun así, le dolía en el alma pensar que habían borrado todo recuerdo de él… y que los hayan espiado luego para jugar con su mente.
— Logan… —pronunciaron en un leve susurro los labios de Ashley.
Logan al principio tenía una mirada seria, como si estuviese un tanto enfadado, pero al ver las mejillas húmedas de Ashley, todo rastro de ira abandonó su cuerpo.
— ¿Por qué lloras? —pregunto acercándosele.
— Nada, estoy bien —apartó la mirada.
— Uno no llora por nada —dijo colocando su mano sobre su barbilla para hacer que lo mirara.
Ashley dio un suspiro entrecortado.
— Mis padres perdieron sus trabajos, y yo intento buscar algún empleo pero nadie me quiere aceptar —dijo con lástima.
Logan sintió como el corazón se le caía a pedazos. Él estaba decidido a venir y exigirle el porqué no había entregado su parte del proyecto de historia, pero ahora que escuchaba aquello simplemente no podía ser tan malo.
— Yo… Yo lo lamento, no sabía eso. ¿Por eso has faltado a clases?
¿Faltado? Sean no le había dicho eso.
¡Oh, dios mío! ¡El proyecto!
— ¡Lo lamento muchísimo! En serio, quería decírtelo pero no podía. Estaba demasiado concentrada en buscar un empleo que me olvide de la escuela y…
— Tranquila, no te preocupes. Está bien —sonrió—. No te diré nada malo.
Ashley sonrió levemente.
— Gracias.
— No tienes por qué.
Era tan dulce. Era exactamente igual a como ella lo recordaba. Siempre se comportaba de aquella forma cuando estaban juntos y algo malo sucedía. Logan siempre estaba ahí para ella.
Se preguntaba a sí misma si el Logan verdadero seguía siendo así de tierno. Lo único que Sean había tomado era su apariencia física, y para ser honestos se veía mucho más guapo y maduro. Era perfecto.
— ¿Quieres que te acompañe a tu casa?
— Sería genial.
Ambos caminaron las seis cuadras restantes hasta llegar a la casa de Ashley. En el camino no habían parado de hablar y de reírse. Contaban historias o anécdotas que vivieron a lo largo de sus vidas (O que al menos les hicieron vivir. Ashley se preguntaba si todo lo que Logan le decía era producto de que Sean lo hubiese inventado o si verdaderamente lo había vivido y por eso lo puso).
— Gracias por acompañarme —dijo deteniéndose frente a su casa.
— No hay de qué. Creo que es lo mínimo que puedo hacer después de que pensaba insultarte —sonrió tímidamente.
— Si ibas a insultarme es lo mejor que hubieses podido hacer. Me lo merecía, en serio.
— No, no digas eso. Yo no sabía lo de tus padres.
— Pero se supone que yo al menos tendría que habértelo dicho.
Ashley calló. Había algo que tenía para decir pero no sabía si era apropiado o no. Mordió su lengua antes de decirlo. Le daba un poco de vergüenza hacerlo pero si no lo intentaba, jamás lo sabría.
— Si se supone que vamos a empezar una amistad, por lo menos tendría que tener la decencia de avisarte.
Inmediatamente la mirada de Logan se cruzó con la de ella. Una oleada de entusiasmo abarcó todo su cuerpo, a la vez que un rostro esperanzador comenzaba a aparecer.
— ¿Amigos? —dijo en un susurro.
— Sí —confirmo—. O al menos eso es lo que querría ser.
Logan le sonrió.
— Yo pensaba que ya lo éramos.
Ashley dejó escapar una risita. Por alguna razón varias emociones se mezclaban en su estomago, haciéndole sentir cosas que antes no había experimentado.
— Te veo mañana.
Fue entonces cuando Logan comenzó a acercársele, y por alguna tonta razón, Ashley pensó que era para darle un beso… pero no uno común, sino en los labios.
Las mariposas comenzaron a revolotear dentro suyo y el nivel de ansiedad aumento al máximo.
“Bésame, por favor.” pensó para sus adentro pero sus suplicas no tuvieron respuesta.
Logan simplemente le regaló un tierno beso en la mejilla. Pero aunque fuese allí, lo hizo de una forma suave y lenta, haciendo que Ashley primero experimentara su cálida respiración sobre su piel, para luego sentir ese suave contacto de sus labios contra su mejilla.
Fue el mejor beso de mejilla que le hayan dado.
— Adiós —se despidió él para finalmente marcharse.
¡No! ¡No! ¡No! ¿Por qué ya tenía que irse? ¿Acaso no podía quedarse un rato más?
Esto ya era demasiado, Ashley comenzaba a sentirse adicta al contacto de su piel. Necesitaba más de sus besos y carias. Lo quería a él.
Camino hasta llegar al porche de su casa, se volteo por última vez para verlo andar por la acera, luego se volvió para entrar en su casa… y eso es lo último que recuerda.
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