Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13 🍓

—¡Levi, Levi! ¡Despierta Eren despierta ya! ¡Levi!

El más bajo soltó un pequeño gruñido antes de girarse y cubrirse la cara con la almohada. Sentía el peso del castaño en su espalda, quien se había sentado y daba pequeños saltos.

—¡Levi despierta! ¡Eren tiene hambre!

Los ojos del más bajo se abrieron en un instante y una de sus manos comenzó a golpear el muslo derecho del castaño.

—¡Cerdo quítate! ¡Puedo sentir tus bolas peludas en mi espalda mierda! ¡Ve a cambiarte!

Eren dio un pequeño grito antes de bajarse de su espalda y reír abiertamente, mientras que Levi se levantaba y le dirigía una mirada molesta.

—¿Por qué estás sin ropa?

El castaño simplemente hizo un gesto vago con sus manos y se quedó sentado en el centro de la cama.

—Bien, voy a levantarme si te colocas de nuevo la ropa o tendré que hablar seriamente con tu madre sobre eso de que quieres andar desnudo todo el tiempo.

—No, mamá no.

Eren se bajó de la cama y en cuanto comenzó a ponerse la ropa, Levi se dio su tiempo para ir al baño.
Cinco minutos después, el castaño se encontraba sentado delante de una mesa pequeña de madera, mientras que el más bajo se dedicaba a hacerle el desayuno. Eren se había tomado un poco de libertad para mirar un poco la casa y se dio cuenta de que la suya era más bonita, no iba a decirle a Levi sobre lo fea que era su habitación, no, tal vez si le regalaba algunos peluches y le decía que pegara estrellas, estaría más bonito sin que tuviese que hacerlo sentir mal.

—Aquí tienes— colocó sobre la mesa un plato con algunos panqueques y continuó —¿Café o té?

—Café.

Después de unos minutos Levi ya le entregaba la bebida caliente y se sentaba a su lado.

—¿Te sientes bien? ¿No te duele la cabeza?

Eren negó varias veces mientras comía, y luego bebía un poco del contenido de su taza.

—¿Recuerdas qué hiciste anoche?

—Eren recuerda todo. Levi, Farlan feo, no hay que ir con Farlan.

—¿Es por eso que quisiste volver?

El más alto dejó la taza sobre la mesa y lo miró por unos largos segundos, luego su vista fue hacia sus manos y allí reposaron un tiempo más.

—Eren sabe que Farlan feo para Levi. Eren no quiere que lleven Levi lejos.

—No iba a dejarte, menos por Farlan. Podrías haberme dicho que no querías que él estuviese allí y podríamos haber continuado con la fiesta.

Eren sonrió y negó varias veces con la cabeza. Luego como si fuese a contarle un secreto se acercó un poco a él.

—Eren quería como película, quiso volver para beso.

Levi sonrió levemente y elevó una de sus cejas para luego cruzarse de brazos.

—¿Querías besarme y me trajiste a casa para eso?

—Eren quiere muchas cosas.

Levi sonrió y luego despeinó un poco el cabello del contrario, alejándose levemente de tal cercanía.

—Bueno, eso no fue un beso. Fue uno de los peores que me han dado en la vida.

Eren se sentía avergonzado, para él había estado más que bien. Sus mejillas enrojecidas y su mirada hacia sus manos solo incentivaron el deseo de demostrar que en realidad podría llegar a sorprenderlo.

—Eren puede, mejor.

—¿Si?

El castaño asintió y pronto se decidió por mirarle fijamente. Más decidido que antes.

—Eren quiere otro beso, puede mejor.

Levi carraspeó un poco incómodo, sin embargo, su corazón latía demasiado fuerte como para mentirse a si mismo, estaba muy en el fondo agradecido con la decisión tomada.

—De acuerdo.

Eren le sonrió y Levi terminó por corresponder también, el castaño se acercó demasiado rápido y el más bajo tuvo que detenerlo un momento.

—Espera despacio, ¿De acuerdo? Vamos a hacerlo bien.

Eren asintió y Levi se acercó un poco más, mojó un poco sus labios cuando los repasó con su lengua y sintió que su pulso se aceleraba. Por su parte el castaño cuando ya estuvo lo bastante cerca de él, cerró los ojos por impulso y solo logró que el más bajo sonriera un poco.
El primer contacto que tuvieron fue un simple roce, uno demasiado suave y luego le siguió un segundo, que fue acompañado por el movimiento de los labios del más bajo, a los pocos segundos se separaron y Levi soltó una risita suave.

—Abre un poco la boca, sigue a la mía.

Eren estaba sumamente sonrojado, pero sus ojos demostraban mucha determinación, así que al instante asintió para dejarse guiar nuevamente.
Levi describía el beso como un desastre, porque lo fue. El movimiento no estaba sincronizado, Eren lo mordió en una oportunidad, demasiada saliva. El peor beso que le habían dado y sin embargo, era el único que había disfrutado tanto. Los besos de Eren eran dulces, tan dulce como él mismo era. Torpe, pero con inocencia.
No duró demasiado, pero si lo suficiente como para dejarlos en busca de un poco de oxígeno, sonrojados y con el pulso bastante acelerado.

—¡Levi ya llegué!

Ambos se separaron al instante, y el más bajo se aclaró un poco la garganta antes de contestar.

—¡En la cocina!

Kuchel apareció segundos después, bastante sonriente y con un paquete entre sus manos.

—Oh, hola Eren—. Dejó el paquete sobre la mesa y les dio un beso en la mejilla a cada uno de los jóvenes —¿Estaban desayunando?

—Sí, ¿Quieres un té?

—Por favor—. Luego miró a Eren con una sonrisa mientras que Levi se levantaba para prepararle la bebida —He traído pastel, Kenny lo ha hecho así que podemos comer un poco.

Eren asintió con una gran sonrisa mientras que sus ojos se ampliaban al momento que Kuchel, abría el paquete y dejaba ver un pastel de chocolate.
Levi volvió a la mesa y dejó la taza delante de su madre, luego recibió gustoso una rebanada.

—Feliz cumpleaños mamá— la mujer le sonrió y tuvo que mirar hacia otra parte para continuar —¿Cómo está Kenny?

—Furioso. Me ha dicho que si él no viene a verte, tú no lo vas a visitar. Esperaba que fuera de Francia te pasaras por allí—. Luego sonrió —Aún así te ha mandado un regalo, lo he dejado en la entrada.

Levi asintió y bebió lo que restaba de su propio té, antes de tomar una servilleta y limpiar el rostro de Eren que ya estaba manchado de chocolate.

—Come más despacio, mira cómo tienes el rostro—. Le regañó por lo bajo.

—¿Y tú Eren? ¿Levi está tratándote bien?

—Sí, Levi bueno con Eren, todo tiempo.

Kuchel sonrió, y Levi se excusó al momento que recibió un mensaje de Carla que decía que Grisha ya estaba en casa para recibir al castaño. El más bajo se dio su tiempo para acompañarlo y dejarlo en manos de su padre.
Cuando regresó, encontró sobre el mueble que tenían en la entrada un sobre blanco donde se podía leer un "para Levi" con una caligrafía terrible.
Había dinero en él y Levi volvió a guardarlo para luego unirlo con el resto de sus ahorros.

—Levi.

—¿Si mamá?

Kuchel lo estaba observando desde el umbral, de brazos cruzados y una pequeña sonrisa.

—Yo... quería pedirte disculpas. La verdad es que no lo estoy haciendo muy bien y lo estoy intentando. Sabes que ando muy irritable por eso de no estar bebiendo alcohol y es muy difícil para mí, pero eso no es excusa por como te he tratado.

Levi asintió despacio y la observó por unos largos minutos.

—Quiero que empecemos de nuevo, ya sabes y si en algún momento necesitas hablar con alguien, siempre estaré disponible. Y tu padre, claro. No voy a prohibir que lo llames o que no lo veas, puedes hacerlo—. Se acercó despacio y acarició una de las mejillas del más bajo —Estoy muy feliz de que estés aquí, no quiero que pienses lo contrario. ¿De acuerdo?

—Sí, mamá.

Kuchel sonrió y Levi le devolvió la sonrisa un poco dudoso.

—Ya. ¿Quieres que compremos algo para tu habitación? Con lo de Kenny y lo mío podemos ver muebles o algo que te guste, tal vez si quieres podemos pintarla y...

—Está bien, mamá. Estoy ahorrando el dinero igualmente.

—¿Para?

Levi pensó en una mentira rápida, no iba a decirle que era para volver a Francia porque así, su madre no dejaría que siguiese trabajando.

—Para la universidad.

Kuchel pareció sorprendida, pero luego le sonrió con aún más sinceridad.

—De acuerdo. ¿Quieres que abramos una cuenta en el banco? Tal vez pueda depositar también un poco de lo mío, así ya estamos preparados cuando tengas que estudiar.

—No es necesario, puedo ahorrarlo solo. Pero estaría bien abrir una, no quiero tener tanto dinero aquí en casa.

—De eso nada, puedo ayudarte así te guardas un poco para el resto de tus cosas— se alejó un poco y comenzó a quitarse la chaqueta que traía, antes de subir las escaleras se giró hacia él y le guiñó el ojo —Vamos el lunes, así ya puedes comenzar con tus ahorros.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro