Solo di que estás dolida, haremos frente a lo peor. Puedo ver, ver el dolor en tus ojos. Oh, créeme, créeme y lo he intentado. No, no pretenderé saber por lo que has pasado. Deberías haber sabido, ojalá fuera yo, no tú. Y simplemente dilo, nos comeremos el mundo. Solo di que estás dolida, haremos frente a lo peor. Nadie te conoce, del modo que te conozco yo. Mírame a los ojos, nunca te abandonaré.
Take On The World — You Me At Six
28 de Septiembre de 1978
El día había llegado, por fin iba a casarme con el amor de mi vida, aun con una guerra en marcha, decidimos casarnos porque a veces se necesitaba un poco de alegría y de celebración en estos tiempos tan difíciles.
Mis niñas ya habían cumplido un mes de vida y sin duda eran lo más precioso que teníamos James y yo. Justamente nacieron un veintisiete de agosto, cinco meses antes fue el cumpleaños de James, el veintisiete sin duda era uno de mis números favoritos porque ese día había nacido el amor de mi vida y mis niñas hermosas.
Elizabeth se encontraba en brazos de Remus y Roxanne en brazos de Edgar mientras a mí me maquillaban y me preparaban para mi día.
—Por Merlín mi mejor amiga se casa hoy —mis damas de honor eran Marlene, Mary, Dorcas, Mia, Tessa, Sam, Emily, Helena, Brooke, Alice y Lily. Marlene se acercó a mí y sin duda alguna todas estaban preciosas, llevaban un vestido de un rosa clarito y cada una tenía una forma diferente en el vestido que las hacía ver preciosas.
—Sin duda tengo unas Damas de Honor demasiado preciosas —les regalé una sonrisa.
Yo ya estaba maquillada gracias a ellas, Andromeda, Euphemia y Molly ya tenía el peinado y el maquillaje.
El maquillaje era algo sencillo haciendo que mis ojos resaltaran y el pelo lo tenía semirecogido, me hicieron una trenza que quedará como una corona y como complemento una diadema plateada con detalles de flores y todo el pelo que me quedaba suelto con algunas ondas.
—Tu cariño no te quedas atrás —me habló Euphemia con algunas lágrimas en sus ojos.
—Chicas a ponerle el vestido —habló Molly emocionada.
El vestido tenía mangas largas, pero transparentes con algún que otro detalle de encaje blanco. Desde el cuello hasta la cintura tenía un encaje precioso, aunque si se quitaba se veía la forma corazón del vestido y la parte un poco más arriba era un poco transparente con detalles. De cintura para abajo eran varias telas sueltas y muy cómodas, no era muy voluminoso, pero tampoco era liso, era perfecto y cuando lo vi me enamoré de él.
Cuando ya lo tuve puesto y me vi en el espejo no podía creer lo que veía, estaba muy nerviosa por este día, quería que todo saliera bien, por eso Edgar se encargó de llamar a algunos Aurores para controlar el perímetro. La celebración se haría en el jardín de los Potter porque era enorme y tanto Euphemia como Fleamont se ocuparon de todo.
—Por Merlín, pareces una princesa —me dijo Dorcas con una sonrisa.
—Estás hermosa —me dijo Andromeda, yo les sonreí y me coloqué los zapatos de tacón y cuando ya estaba lista alguien llamó a la puerta.
—¿Estáis listas señoritas? —Alexander asomo la cabeza con una sonrisa y al verme sus ojos se cristalizaron.
—Pasa querido —Alexander hizo caso a lo que le dijo Euphemia y entró en la habitación cerrándola.
—Estás hermosa —me acerque a él y le abrace.
—Gracias.
—Matt sin duda estaría muy orgulloso de ti, sé que te hubiera gustado que ellos estuvieran aquí —lo que quedaba de familia estaban fuera esperando para que yo fuera. La verdad es que no pensé que vinieran todos, pero lo hicieron.
—Si los necesito a mi lado.
—¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los recordamos especialmente en los mayores apuros? Ellos viven en ti, Lexi, y se manifiestan más claramente cuando lo necesitas y siempre estarán a tu lado, aunque tú no los veas —me regaló una pequeña sonrisa.
—Gracias Alexander por todo —él me volvió a abrazar.
—Siempre estaré allí para ti.
—Creo que ya es la hora y no quiero que la hermosa novia llore —hablo Molly.
—¿Lista? —Alexander me extendió su brazo y yo con una sonrisa la acepté porque si había decidido que él y Alphard me llevaran al altar. Iba a poner a Sirius y Remus, pero debían estar al lado de James y evitar que pasara alguna tontería.
Las mujeres bajaron primero y abajo nos espera Alphard con una sonrisa, al bajar él me abrazó.
—Estás preciosa hija.
—Gracias.
La música comenzó a sonar y los nervios estaban a flor de piel, empecé a caminar con los dos hombres a mi lado y al salir a lo lejos lo vi, mirándome con una sonrisa y con pequeñas lágrimas en los ojos que limpió rápidamente.
Empecé a caminar con cuidado, aunque sabía perfectamente que los hombres a mi lado no me dejarían caer, estaba segura de que si me cayera James haría lo que fuera para que no se notara tanto, incluso se caería conmigo para tener él la atención, lo amaba tanto.
Mire a mi familia en el camino hasta James, y todas las mujeres tenían lágrimas en los ojos mientras sonreían. Mi tío Edward también tenía lágrimas en los ojos, les regalé una pequeña sonrisa. A pesar de todo seguían siendo mi familia y no podía odiarlos.
Lo mismo pasaba con mi madre, a pesar de todo seguía siendo mi madre y la amaba demasiado.
Asher tenía a Niko a su lado, no podía creer que mi querido perro hubiera estado en las buenas y en las malas, había sido un perro muy fiel y en ninguno momento nos dejó. Muchas veces no pude ocuparme de él, pero en ningún momento se fue de mi lado y había estado en buenas manos con los Potter.
Mire de nuevo al frente y en lo único que pensé es que era la mujer más afortunada del mundo por tener a James a mi lado.
Al llegar a su lado, los dos hombres me soltaron para que James me entregara su mano.
—Cuídala James —le dijo Alexander.
—Lo haré, te lo prometo —agarre su mano y subí a la pequeña plataforma y James se acercó a mí— Estás preciosa amor —me dio un beso en la mejilla.
—Tú también estás muy guapo —tenía un traje negro con corbata y una camisa blanca, se veía muy apuesto.
Lo miré con una sonrisa y lágrimas en los ojos, me hacía falta mucha gente y él lo sabía porque me dio un beso en la frente.
—Te amo amor —murmuró.
—Te amo más James.
Y es la lucha, la lucha de nuestras vidas. Tú y yo, estábamos hechos para crecer juntos, oh sí. Y soy tu futuro, soy tu pasado, nunca olvides que estábamos hechos para durar juntos. Sal de las sombras y entra en mi vida, calla las voces que te atormentan por dentro. Y simplemente dilo, nos comeremos el mundo. Solo di que estás dolida, haremos frente a lo peor. Nadie te conoce, del modo que te conozco yo. Mírame a los ojos, nunca te abandonaré.
Take On The World — You Me At Six
NOTA DE AUTORA
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