Esa tarde, después del entreno y de almorzar con mi familia, pasé a recoger a Neymar a su casa a las tres como habíamos acordado, para ir por un café, aunque muy en mi interior pensaba que esta salida no tenía ningún sentido sin Leo, el punto era reunirse y limar cualquier aspereza que él y el brasileño tuviesen, cosa que obviamente no se podría dar debido a su ausencia.

Llegué a la gran casa de Ney a las tres en punto, no quedaba tan lejos de la mía, de hecho, los tres vivíamos cerca. Me estacioné en la entrada y soné la corneta para que bajara, pero no sucedió, fue entonces que recibí un mensaje de su parte:

- "Luis xD, lo siento, aún no estoy listo, de verdad disculpa, pero si quieres puedes bajar y esperar en la sala :* "

Rodé los ojos, típico de Neymar, de seguro aún se estaba arreglando el cabello. Apagué el motor y entré en la casa. Habían pintado las paredes de amarillo, lo que daba un toque alegre, aparte de eso, todo seguía exactamente igual. Me dirigí a la sala y me desplomé en uno de los mullidos sofás de cuero, miré el televisor con las consolas de videojuegos y recordaba las veces que Leo, Ney y yo nos reuníamos aquí para jugar al FIFA, nunca ganaba, pero me divertía con las bromas de los chicos.

Me levanté por un momento y observé la repisa de mármol en la pared del fondo, había un portarretratos digital que pasaba múltiples fotos en seguidilla, algunas de Ney con su hijo, o con su familia, una en particular me llamó la atención: estábamos los tres, después de la celebración del triplete, en mi primera maravillosa temporada en el Barcelona; recuerdo que en aquella ocasión la fiesta la había ofrecido Piqué y en esa fotografía nos encontrábamos en su casa. Sonreí, recordaba la felicidad de ese día... si tan sólo el tiempo se congelara como en las fotografías...

Los minutos pasaban y yo seguía recorriendo el lugar con parsimonia, como si lo estuviese recorriendo por primera vez, mientras los recuerdos aparecían sin cesar. Miré la cocina y me acordé cuando, en una ocasión, los tres nos quedamos hasta tarde en una reñida partida de videojuegos y decidimos prepararnos una pizza, lo que resultó en un total y completo desastre que culminó con los tres estómagos adoloridos de risas y una masa de pizza quemada; terminamos comiendo cereal con leche.

Salí un rato al patio trasero, el césped perfectamente cortado y los árboles creaban una atmósfera pacífica que se complementaba con la piscina de agua cristalina. Recordé una noche que nos reunimos los tres a tomar cerveza sobre las sillas playeras que circundaban aquella alberca, nos reíamos demás y hablábamos de cualquier tontería, Ney siempre nos hacía carcajear con sus divertidas bromas, Leo era callado, pero también se unía a los chistes y jugarretas, era una faceta muy poco conocida de él.

Mi mirada melancólica se paseó por todo el patio, ¿qué nos había pasado? Solíamos ser muy unidos, los mejores amigos, compadres, pero ya no era lo mismo, empecé a notarlo de unos meses para acá, cuando comenzaron las hostilidades, dejamos de reunirnos, cada uno cambió considerablemente, nunca supe por qué.

Al inicio de este cambio, Leo se mostraba más introvertido que de costumbre, no reía y se notaba deprimido, había coincidido exactamente con la derrota de su selección en la final de la Copa América Centenario, fue algo devastador para él, supuse que esa era la razón de su comportamiento... Aunque, quizás, esa no hubiese sido la única razón...

Sacudí mi cabeza y me concentré nuevamente en los hechos. Ney y yo empezamos a preocuparnos mucho por él, lo llamábamos a diario e íbamos a visitarlo a casa, eso sí, yo me abstenía de hacerlo cuando su mujer estaba presente... No quería encontrarme con ella.

Recuerdo también que, una semana antes del inicio de Liga, Leo estuvo totalmente desaparecido del mapa (como ahora), sin contestar mis llamadas ni mensajes, justo cuando se reincorporó sucedió algo entre él y el brasileño, antes de las confrontaciones...

/*Flashback

Era el primer día de entrenamiento de la temporada, fui el primero en llegar, me encontraba solo en el casillero ordenando mis cosas cuando observé que mis dos mejores amigos llegaron, quería saludarlos pero ni siquiera notaron mi presencia, el ambiente de repente se puso tenso.

- ¡Leo, espera! –expresó Neymar tratando de alcanzar al argentino, el cual ni se inmutó y siguió su camino hacia las duchas, cabizbajo, sin hablarme a mí ni al carioca- ¡Leo!

Los seguí con la mirada, Messi ingresó a las duchas sin mirar atrás y Ney fue tras él, cerrando la puerta. No pude evitar alarmarme, me acerqué al lugar y entrejunté la portezuela silenciosamente. Me permitió observar lo que ocurría adentro, ambos estaban parados frente a frente, el mayor aún con la cabeza abajo.

- ¿Por qué me ignoras? Debemos hablar sobre lo que pasó... -me confundí tremendamente, ¿qué habrá pasado?... Leo seguía en silencio, y sin mirar al menor- ¡Leo, mírame! ¡Esperé todo este tiempo para platicar contigo! ¡Estoy preocupado por ti!

- No hay nada qué decir... Todo está bien –respondió Leo con voz débil, dejando escapar un respiro.

- ¡Por favor Leo! ¡No me engañas con eso! ¡Estuve allí! ¿Lo olvidas?

- No se me olvida... -sollozó- Y jamás debiste estar allí...

- ¡¿Para permitirte hacerlo?! ¡¿Estás loco?!

- ¿Cómo estás tan seguro de qué iba a hacerlo?

- ¡Por favor Leo! ¡No soy idiota! Es sólo que... ¡Aaah! ¡Sólo quiero ayudarte! ¡Es tan frustrante! ¡No tienes idea! –gritó el carioca golpeando la pared en un arranque de rabia, luego se calmó y una lágrima resbaló por su mejilla- Lo siento, Leo... Lo siento... -gimoteó y abrazó al más bajo con fuerza, que le correspondió igual.

- Está bien Ney... Está bien... -mencionó pacíficamente acariciándole el cabello, tratando de calmarlo por unos minutos, como si de un bebé se tratase- Ya me ayudaste lo suficiente.

- Promete que no volverá a pasar... –agregó Ney con la voz cortada y viéndolo a los ojos, el argentino también lo miró, le besó la frente y lo volvió a abrazar.

- Lo prometo.

Al cabo de unos segundos ambos se separaron, el más bajo ingresó a una de las duchas y, justo cuando el más joven estaba a punto de salir, agregó:

- Recuerda... Ni una palabra a nadie.

El moreno sólo asintió mientras yo me apartaba de la puerta para que ninguno de los dos me notase.

Fin del Flashback*/

Qué extraño, esta memoria permaneció conmigo todo este tiempo y ahora es cuando verdaderamente empiezo a analizarla. ¿Por qué Neymar estaba tan alterado y Leo tan cabizbajo? ¿Qué fue lo que pasó entre ambos? ¿Por qué Leo prometió al moreno que no lo volvería a hacer?... ¿Por qué nadie debía saberlo? ...

- ¡Hey Luis! –dijo Ney con una amplia sonrisa- Ya estoy listo, ¿nos vamos?

Yo asentí y ambos salimos de la casa, sería una buena salida, aunque mi mente no dejó de pensar en aquel misterio en todo el camino, paseándose por las preguntas que se aglomeraban sin cesar... Últimamente mis días se han convertido en eso, un sinfín de preguntas, y ninguna respuesta...