El vuelo hacia Bilbao fue el más tenso de mi vida, y la estadía en el hotel aún más, creo que el único momento en el que pude medio relajarme fue durante el partido de ayer, el cual ganamos 3 a 0, con un triplete mío e, irónicamente, todas las asistencias fueron de Neymar, lo que me hacía sentir orgulloso de que, a pesar de nuestra situación actual, aún manteníamos el profesionalismo.

Ahora me encontraba de camino a casa, acabábamos de llegar de la ciudad vasca y me hallaba molido por el viaje, lo que más ansiaba en ese momento era acostarme en mi cama, a pesar de que apenas era mediodía.

Y algo sucedió, justo antes de llegar a mi hogar, en el instante en el que aparcaba el auto, vi como dos figuras parecían conversar en la entrada, dos mujeres para ser exactos, dos que ya conocía muy bien... Sólo que a una preferiría no conocerla tan bien...

Así fue que me percaté que Antonella había venido de visita, que parecía haber concluido, pues, apenas unos segundos después, se había montado en el vehículo que la había traído, el cual era conducido por Jürgen, uno de los guardaespaldas y choferes de Leo al que, honestamente, le tengo un temor irracional, no sé si es por su mala cara, o por sus fríos ojos grises, o por su corpulencia exagerada.

Ahora que lo pienso, ¿por qué Antonella vendría con el chofer? Conozco a Leo, le gusta conducir, así que ya por ahí descarto el hecho de que haya venido. Aunque... ¿será por la supuesta lesión que tiene? ¿Acaso es más grave? ¿No se puede mover?... Un momento... ¡¿Qué demonios hacía Antonella en mi casa?!

La última pregunta eclipsó a las demás e hizo que aflorará mi nerviosismo, por lo que decidí esperar unos minutos después de que se marcharan para bajar del auto e ingresar a mi casa.

Una vez allí mi esposa me recibió con un caluroso abrazo al igual que mis hijos, todos parecían contentos de verme, me sentí muy aliviado por ello... Al menos ella no lo sabe...

El transcurso del día fue demás de tranquilo, comimos, charlamos, jugué con mis hijos, y en la noche vimos una película hasta que los chicos se quedaron dormidos.

Ahora, después de haber llevado a Delfi y a Benja a sus respectivas habitaciones, me encontraba en mi recámara junto a mi esposa, quien me relataba lo que había hecho en el día y, obviamente, llegó un punto en el que tuvo que mencionar la visita de la esposa de Messi.

- Antonella vino a visitarme hoy junto con los niños, sé que tal vez te diste cuenta porque llegaste en el momento que se iba –dijo desde la cama mientras yo me cepillaba los dientes en el baño.

- ¿Y qué te dijo? –pregunté después de haber escupido los restos de pasta dental al lavabo, de manera que no se me notasen los nervios.

- Que acaba de llegar de viaje, anduvo unos días por Inglaterra con Daniella y los chicos.

Tomé una pausa para hacer gárgaras con enjuague bucal al tiempo que reflexionaba. ¡Claro! ¡Un viaje! Tal vez ese fue el problema todo este tiempo, una tonta pero aliviadora respuesta a este embrollo: Leo estuvo de viaje con su familia. Es probable que el argentino se hallase estresado y decidiera desconectarse... De verdad deseo que esta sea la razón, pero es demasiado bueno para ser verdad...

- Imagino que ella, Leo y los nenes la pasaron muy bien –intervine, salí del baño y me acosté en la cama.

- Leo no fue con ellos... Sólo fueron Anto, Thiago y Mateo.

- ¿No te dijo que ha pasado con Leo? –pregunté un tanto preocupado, pero tratando de disimularlo lo más posible.

- No lo mencionó, aunque sí dijo que ha tenido muchos problemas con Celia.

- ¿La madre de Messi?

- Sí... -dio un breve suspiro- Me cuenta que su suegra lleva en Barcelona apenas unos días y ha estado en su casa desde entonces, pero no ha parado de formarle líos... Por eso decidió irse unos pocos días a Inglaterra, para despejarse. También esa fue una de las razones por las que vino, llamó a Jürgen para que la buscara al aeropuerto y la trajera para acá antes de regresar a su casa, necesitaba que la aconsejara, no quiere tener más problemas su suegra... Pobrecita, de verdad.

- Un momento... No entiendo nada, ¿por qué es todo este lío?

- Bueno, sabes que ellas dos no siempre han tenido muy buena relación, pero me cuenta que han estado peleando por Leo... Es algo confuso, pero lo que entendí fue que Celia le echa la culpa a Anto porque no cuida bien a su hijo, y que es una irresponsable que viaja cuando le da la gana, y que por eso él no se ha aparecido por su casa.

- Ya va, ya va... -hice una pausa, a veces mi esposa hablaba muy rápido, además que estaba procesando cada palabra- ¿Cómo así que Leo no se ha aparecido por su casa?

- Por eso te digo que es confuso... Me cuenta Anto que, según Celia, Lionel no ha ido a su casa ni un solo día, y por eso se ha puesto histérica con ella... Está molesta porque no ha visto a su hijo desde que llegó.

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible?! –me exasperé, no pude evitarlo, esto sólo confirmaba mi teoría sobre la desaparición del argentino- ¿Han llamado a la policía? ¿Lo están buscando?

- ¿De qué hablas Luis? ¿No pensarás que Leo ha sido secuestrado o sí? –rió Sofi como si lo que acabara de decir fuese un chiste.

¡¿Qué?!Bien, esta es información preocupante y muy reveladora, demasiado reveladora,pero no me deja otra opción que ir hasta aquel lugar que desde hace tiempoestuve evitando... Es ahora o nunca Luis,sé valiente, estás cada vez más cerca de la verdad...