Y pensar que has formado parte de mi vida durante tanto tiempo, me has hecho reír y llorar y hemos crecido juntos.
Por momentos me fue muy difícil creer que podríamos hacer real algunas cosas que hace tanto escribí.
Me enloqueces con tu intensidad y la diversidad de escenarios, pero ya es hora de cerrar esa etapa y continuar...

y abrirte la puerta para cerrar ciclos y luego cerrarla para sanar mis heridas, intentado no volver a sentirme perdida.

Escribiré nuestra historia para que cuando vuelvas, pueda recordar como eres en realidad y asi no dejarte entrar nuevamente, la mente es frágil y el corazón perdona, pero en el papel quedara grabada nuestra historia.

No  eras tú y nunca serás tú.