Tina

- Mierda.- maldije porque, me quemé el dedo con la estufa.

Comencé a agitar mi mano.

-¿Estás bien Tina?- Mi hermano Josh preguntó antes de comenzar a reír.

-¿Cómo es esto gracioso para ti?- dije mientras le daba mirada profunda.

- Porque parecías una estúpida, agitando la mano.- me dijo.

- Que te jodan gilipollas.- le dije girándome.

- Yo también te amo.

Gruñí hacia mi hermano mayor, que actúa como de doce en lugar de veinticinco.

- Mierda, necesito estar listo para ir al trabajo.- dijo mirando su reloj.

- Yo también tengo que ganar dinero de alguna manera.- le dije, él solo meneó la cabeza.

Mi hermano es médico, estaba muy orgulloso de él.

Trabajo en Forever 21, me encanta esa tienda. Subí a mi habitación para prepararme para el trabajo.

Me puse un top corto de rayas blancas y negras de manga larga y una falda negra.

Agarré mis llaves y bajé a la cocina.

- JOSH,- grité.

-¿SÍ?- gritó.

- Me voy al trabajo, te quiero,- él solo gritó un te quiero y adiós.

Cogí mi jugo de manzana de la nevera y mis papas fritas de la mesa.
Salí y me metí en mi coche, coloqué mis cosas en el asiento del copiloto y luego mi bebida en el portavasos.

Mi canción favorita sonó cuando encendí el coche.

-

Finalmente llegué al trabajo que estaba en el centro comercial.

Conseguí este trabajo cuando tenía dieciséis años y he estado trabajando aquí desde entonces.

Cuando estaba a punto de abrir la puerta, aparcó un coche junto al mío y casi quita la puerta del mío.

Abrí la puerta de mi auto nuevamente para decirle algunas palabras a esta persona.

Cuando la puerta de su coche se abrió, comencé a hablar.

- Hey tú, hijo de puta,- le dije en un tono enojado.

La persona finalmente salió de su coche y era un chico blanco con cabello color arena y ojos avellana.

Él era muy lindo, siempre tuve algo por los chicos blancos.

Eso no me impidió molestarme.

- ¿Te vas a disculpar? Le has dado a mi puerta.

Él solo me miró, y finalmente dijo algo, pero no lo que quería escuchar.

- No ¿por qué iba a hacer eso? Tu coche está perfectamente bien, así que deja de quejarte.- él dijo.

- Ugh gente como tú no tiene amigos, terminas en la cárcel, y le pides a tu mamá que te ayude a salir de ella, haciéndola vender drogas o algo así.- Le dije, agarrando mi jugo de manzana del auto y, al volverme cerrando la puerta, tal vez fui un poco ruda.

Cerró la puerta de su coche con fuerza y ​​yo pasé junto a él.

Supongo que las cosas no me salen bien porque agarró mi muñeca, me empujó hacia atrás y me pegó a su coche.

- Y supongo que serías esa mamá,- dijo con una sonrisa.

- Idiota,- pensé para mis adentros, -Suéltame pendejo, tengo que ir a trabajar.- le dije mientras lo miraba.

- Es un placer.- me soltó y me empujó hacia adelante.

Me volví hacia él, volteé y entré al centro comercial.

Dios, ¿por qué demonios dejé que ese tipo me atrapara?

Cuando llegué a Forever 21, Becky, mi amiga estaba inclinada sobre el mostrador cerca de la caja registradora.

- Oh, Dios mío, ¿Por qué tardaste tanto, Tina?- Ella me preguntó.

Caminé detrás del mostrador y le conté todo lo sucedido antes.

- Bueno, parece ser lindo,- se rió.

- Lo es, pero no parece ser un buen tipo.-Le dije mientras ponía mi etiqueta de nombre.

-¿Puedes poner esta ropa nueva en los estantes?- ella preguntó, y yo le dije que sí.

Finalmente estaba doblando la ropa y poniéndola en los estantes.

La campana de la tienda sonó, y escuché a Becky decir sus palabras de bienvenida a la persona.

Ella se estaba riendo, y sabía que estaba coqueteando, porque esa es su risa de coqueteo. Conozco a Becky como un libro abierto, quiero decir que hemos sido amigas desde el séptimo grado.

Finalmente terminé con la ropa, y fui a ver a ese chico misterioso con el que estaba coqueteando.

Estaba caminando hacia el mostrador preguntándome si es solo un hijo de un cliente o algo así, pero no, tenía que ser el chico de afuera.

¡Dios, ayúdame!

Cuando llegué al mostrador, ella giró la cabeza para mirarme y se puso de pie.

- Oye Tina, este es Jason,- me lo presentó.

- Becky, es el de antes.- le dije y puse los ojos en blanco.

Ella dijo oh, volvió a mirarlo y comenzó a hablar con él de nuevo.

Puse los ojos en blanco y comencé a ayudar a los otros clientes en la tienda.

Después de un tiempo me cansé de ella, porque no estaba haciendo su trabajo sino que estaba demasiado ocupada coqueteando.

- Becky empieza a hacer tu maldito trabajo y despídete de Jackson.-Dije mal su nombre para enojarlo un poco.

- Es Jason, tonta.- murmuró la última parte.

- De acuerdo, sí, adiós antes de que llame a seguridad.- le dije.

Rodó los ojos y comenzó a caminar pero antes de salir, le guiñó un ojo a Becky y se fue.

Ella se sentó allí sonriendo como una niña enamorada, ugh a veces no puedo soportarla.

- Tina, ¿quieres ir a una fiesta más tarde?" Ella me preguntó y yo le dije que lo pensaría.

-

Terminé de trabajar y salí del centro comercial en dirección a mi coche para ver a Jason todavía aparcado a mi lado.

Probablemente estaba esperando a Becky o algo así.

Bajó la ventanilla y me sonrió, luego volvió a subir la ventanilla y se alejó.

Raro.

Subí a mi coche y comencé a conducir a casa y empecé a pensar en lo que acababa de hacer, mentiría si dijera que no hace calor.

Paré en mi casa corrí hacia la puerta, me quité los zapatos y me dejé caer en el sofá.

Dios, estaba cansada y quería echarme una siesta, estaba agotada del trabajo.

Eran las siete en punto, así que solo subí a mi habitación y me metí en mi cama.

Encendí mi televisor y vi Shameless, si no sabías qué era ese programa, entonces tienes problemas importantes, amigo mío.

Después de ver un episodio me fui a dormir y no me desperté hasta las nueve y media. Mi teléfono comenzó a sonar. Era Becky. Estaba debatiendo si debería responder su llamada o no.

Lo hice de todos modos.

- Hola.

-¿Quieres ir a la fiesta de la que te hablé antes?

- No sé, estoy tan cansado que no creo que quiera.- le dije.

- Ugh, ven y diviértete, no seas esa persona que se replantea en si la elección es correcta o no en la vida, tienes algo que contarle a tus hijos.- ella me dijo.

- Bien, déjame vestirme y estaré en tu casa más tarde.- dije y colgué.

Dios, dame fuerzas.

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Aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado.
Me alegraría mucho que votasen y comenten.❤️

-Dani