Nota Al Lector
Nuevamente apreciados lectores, les agradezco por haber llegado al final de esta historia, la cual, también se lleva un pedacito de mi. Solo que en esta ocasión, es algo especial.
Antes que nada, quiero dedicar este trabajo a todos los hombres, mujeres y niños quienes viven con esta condición y a todos ellos, quienes han fallecido por culpa de esta enfermedad y a todos quienes son víctimas de la discriminación.
En específico, a la vida de Carolina del Real, quien me inspiró a escribir este relato.
Mi intención con esta historia, es simplemente tratar de romper el estigma y la discriminación que acompaña el virus. Al mismo tiempo, espero que, para el que esté leyendo, o cambie su manera de ver las cosas o le ayude a no perder la fe, ni la esperanza de continuar con una vida próspera, si es que vive con VIH. No están solos. Espero que el mensaje llegue a muchos, podamos levantar la voz para detener la epidemia y la ignorancia.
Como se podrán dar cuenta, una persona que es tratada a tiempo, cumple a diestra y siniestra las indicaciones de su médico. Puede vivir muchos años y evitar la transmisión del virus una vez siendo indetectable. Hoy por hoy, la atención médica es gratuita, declarado por la OMS y dependiendo cuál sea tu país de origen, tu calidad de vida puede incrementar.
Por desgracia, en la vida real, las historias no son tan positivas como en este breve relato. Se estima que en México 213,000 personas viven con VIH y solo el 34% recibe atención médica. Más de 25 millones de personas han muerto a causa del virus y solo el 75% acceden al tratamiento pero en etapa avanzada.
Aunado a esto, mi intención también es restar la exageración de algunas historias que se han visto en los medios. Las cuales, satanizan a la enfermedad, estableciéndola como una muerte segura y eso no es cierto. Solo enseñan cuando ésta ha evolucionado a SIDA, afirmando que la única forma de evitar el sufrimiento, es suicidándose. Empeorando las cosas para los pacientes y sus familias.
Tampoco quiero decir, que hay que ver esta situación con indiferencia, únicamente por que el avance médico ha logrado innovar lo suficiente para mejorar el tratamiento. Estoy cien por ciento a favor, del uso del preservativo, tengan VIH o no, tengan la preferencia sexual que tengan, sean una pareja de años de confianza. Es de monumental importancia que siempre se haga uso del condón, durante todos los actos sexuales. Háganse la prueba.
Una vez más, le agradezco querido lector, por unirse a mí a esta lucha; la cual, lleva mucho campo ganado, pero un largo camino por recorrer.
—Aaron Nava Castillo, Ciudad de México 2018.
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