Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo VI. El Café Penélope, La Venganza

Y ahí, bajo un cielo nublado, contaminado, con un patrullero multando a un señor que se había pasado el alto, un taquero gritando:
—¡¿Cuántos de a pastor güerita?!

Estábamos Fernando y yo, en el Café Penélope, ambientado a media luz, con velas puestas en cada una de las mesas... Era de esperarse que estuviera apendejado y sumergido en la magia de este bello momento.

—Muchas gracias por venir a desayunar/ comer conmigo —me dijo a través de su sonrisa de conductor de televisión—. Aunque parece cena con este cielo tan gris.

—No agradezcas, al contrario, gracias a ti por salir conmigo tan tarde —le dije sin poder controlar mis expresiones faciales.

Después de haberle dicho al mesero lo que queríamos, hubo un ligero silencio entre los dos. Ambos compartimos miradas y sonreímos al mismo tiempo. Me sentía ligando en la secundaría. "¿Por qué estoy así?, como si fuera la primera vez que hago esto".

—Esmeralda me ha contado mucho de ti, me dice que eres uno de los mejores reclutadores que tiene.
—Solo hago lo que me corresponde, eso es todo —le dije nervioso—. ¿Dónde se conocieron ustedes?
—Es amiga de una amiga, tiene como cuatro años que nos conocemos. Tomamos un diplomado juntos.
—¿Enserio? ¿Y porqué no nos
presentó antes? —le dije sin pensar.

"¡Qué pendejo estoy!", me dije a mi mismo.

Fernando me sonrió y sentí como su mirada me atravesaba el cráneo. "Jamás sentiré como es la vida de un tomate, pero creo que estuve a punto de convertirme en uno".

—Disculpa, no sé qué me pasa.
—No tienes que disculparte, estoy muy contento de conocerte, Esmeralda no se equivocó.

En este momento, me llegó de golpe la cruda realidad.

"¿Será que "La pontífice" le dijo algo sobre mi estatus de VIH?, ¿Estará aquí por eso, de verdad no le importa saber que soy seropositivo? Por lo general, no les digo nada a mis prospectos, a menos que la situación este del carajo, como la escenita con Mariano, o hasta estar seguro que la situación va en serio. Tengo que ver cómo reacciona, quiero saber de una vez si no es un imbécil como los demás para no perder mi tiempo".

—¿Qué pasa? Te fuiste de repente —me dijo.

No me había percatado que de un momento a otro, me quedé viendo como la vela en la mesa, se quedaba sin cera.

Moví mis ojos para verlo nada más a él. Mientras que el mesero apareció con su charola y colocó nuestros platillos frente a nosotros.

—Gracias señor —le dijo Fernando.

Después volvió a verme con esos ojos cafés que congelaban mis huesos. Me mordí los labios y le dije:

—Soy portador de VIH.

Por unos momentos, mis pulmones dejaron de llenarse de aire. Vi a Fernando como tomó su tenedor y comenzó a comer.

—Discúlpame es que tengo mucha hambre. ¿Y cómo te has sentido?

Me quedé con la boca abierta sin saber qué decir. No estaba seguro si me escuchó bien o no.

—¿Sí escuchaste lo que dije?, tengo VIH, no gripa.

Fernando dejó de comer y bajo sus cubiertos.

—Perdóname, no quise ofenderte, si escuché lo que dijiste, lo que pasa, es que es algo con lo que ya estoy familiarizado. Antes que nada, déjame preguntarte... ¿cumples con tus citas médicas?

—Sí —le contesté aún en estado de shock.
—¿Tomás tus pastillas?
—Todos los días con reloj en mano.
—¿Ya eres indetectable?
—Desde hace dos años, sí.
—Entonces, conservas perfectamente tu salud, anda, come antes de que se te enfríe.

Mutis total de mi parte, es la primera vez que alguien me contesta de esta forma.

—Entonces, ¿Esmeralda no te había dicho esto? —le pregunté.
—Claro que no, ella no es así. Aparte es algo muy personal. Sé que no es nada fácil decirlo y te agradezco que me lo hayas compartido, es solo que, como dije, no es algo nuevo para mí.
—¿¡Cómo es eso!? —le pregunté sorprendido.

—Mi ex pareja tenía el virus, pero al igual que tú, se cuidó desde un inicio; tenía sus defensas más fuertes que las mías y llevábamos una vida sexual bastante activa, claro, siempre con preservativo. A la fecha, mi estatus de VIH es negativo.

Sentí como si una enorme piedra cayera sobre mis hombros, ahora el incómodo era yo.

—¿Quién diablos es esta persona? —me pregunté a mi mismo—. No me quedó de otra, más que seguir conociendo su historia.

—¿Qué fue lo que ocurrió?, ¿si no te molesta que te pregunte?
—Para nada —dijo Fernando, al tomar un poco de agua—. Por desgracia, falleció, no por culpa de su condición. Tuvo un accidente en la carretera.

Me quedé absolutamente callado, me sentía dentro de un sueño del cual podía despertar en un instante.

—Lo lamento —le dije.
—Descuida, ya tiene unos años. Si de algo te sirve, he aprendido que hay cosas más peligrosas alrededor de esta condición que el mismo virus.
—¿Cómo cuales?
—La ignorancia, el miedo, la depresión y la discriminación. Esas cinco han matado a millones de personas.

"Esmeralda tenía razón, este sujeto, no es ningún pendejo", pensé.

—¿Estás bien?, ¿espero no haya dicho nada que te haya ofendido?
—No, para nada, ¿cómo crees? Al contrario, no sé qué decir. Últimamente no he tenido muy buenas experiencias, ni con este tema, ni con los chicos.
—Pues todos ellos son unos pendejos por no haber visto a un hombre tan inteligente, talentoso y tan guapo como tú. De haber agarrado un libro en sus vidas, podrían estar compartiendo un muy rico desayuno contigo.
—Fernando... —le dije con voz entrecortada y con lágrimas queriendo salir de mis ojos.
—¿Sí?
—Gracias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro