Minho tenía su brazo alrededor del hombro de Hansel, se encontraban mirando una película. Después de una larga jornada loboral, por fin podían tomarse un descanso.

A Hansel lo conocía hace un año y todo iba de maravillas. Él era un chico precioso, su cabello castaño claro y su blanca piel lo hacían parecer un ángel, su ojitos parecían brillar cuando lo miraba, su sonrisa tan deslumbrante y sus cachetes regorditos tenían encantado a Minho.

Hansel tenía 27 años, pero su físico lo hacía parecer de 20 años, eso era algo que le molestaba al menor, ya que muchas veces ha pasado por situaciones incómodas y malos tratos por parecer más joven que su edad. Aunque a Hansel no le gustaba mucho su aspecto físico, Minho estaba complemante encantado con él, y cada día le recordaba lo hermoso que era.

Efectivamente, estaba enamorado, de nuevo, había vuelto a enamorarse.

Después del accidente de Jisung, le costaba mucho mantener relaciones, todo empezaba bien y parecía tener algún futuro, pero luego, por alguna extraña razón o a veces sin ella, todo terminaba, y eso le frustraba mucho.

Él quería rehacer su vida, no quería hundirse en el sufrimiento de una pérdida, amaba a Jisung pero ya habían pasado dos años desde su muerte, no podía seguir aferrándose a él, tenía que avanzar, incluso si le dolía. Pero siempre había algo que se lo impedía.

No obstante, con Hansel las cosas van muy bien, llevan ya cinco meses conociéndose de forma más íntima, y todo se esta desarrollando con normalidad.

Solo esperaba que en esta ocasión si se llegue a algo más, él en serio quería volver a formar una relación sería.

--Minho...

--¿Qué pasa, bebé?

--Siento algo extraño... ¿Seguro que vivis solo?

--Sí, he estado viviendo solo hace mucho --aseguró, sonriéndole. Minho agarró con su mano el mentón del menor para acercarlo a su rostro.

Pero cuando estaba a unos cortos centímetros, el espejo que se encontraba colgado en la pared de atrás se cayó, haciendo que ambos se levanté sobresaltados.

Minho miró a Hansel, y cuando el menor le devolvió la mirada, por un momento, vió los ojos de Jisung en él.

Agitó su cabeza borrando ese pensamiento, debía dejar de pensar en Jisung.

--¿Estás bien, Lele?

Minho lo miró extrañado, solo Jisung le decía así.

--No me digas así, por favor.

--Lo siento...

--No te preocupes... ¿Estás bien?

--Sí, ¿y tú?

--Sí... Iré a limpiar eso.

Minho fue hacía la cocina, para buscar la escoba y la pala, dejando al menor completamente solo.

Hansel sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo, miró la ventana que se encontrana a su costado, y por momento, sintió que había alguien.