02
Desde que eso pasó, me daba miedo regresar a mi escondite. Lo habían profanado, ya no era seguro, pero no había otro tan bueno como aquél.
Caminé insegura hasta el lugar en busca de rastros de una nueva invasión. Estudié detalle a detalle cada centímetro del lugar y parecía estar vacío. Sentí un gran alivio por dentro, si algo odiaba era que me invadan la privacidad y mis momentos de trance. Claro que era un lugar público pero para mí ése era mío, llevaba ocupandolo desde hacía dos años y tenía derecho de piso. Lo que me pareció raro fue que alguien haya estado aquí siendo que nadie se me acercaba—y estoy segura de que sabían de mi estadía en este pequeño lugar—, pero no podía averiguarlo aún.
Mi mañana prosiguió tranquila a pesar de estar a final del semestre. Yo estaba fuera de riesgo, al no tener amigos podía estudiar a gusto, pero muchos estudiantes seguían en apuros de un lado para otro llenos de papeles en la mano. Les dedicaría mi lástima pero es algo que no valdría la pena así que sólo me concentro en lo mío.
Me senté, esta vez contra uno de los árboles, y reposé mi espalda y mi cabeza en la rugosa corteza. Coloqué los auriculares en mis oidos y cerré los ojos perdiendome en la música que sonaba.
—Sería bueno si todo siguiera así de tranquilo—solté.
—Ehh... ¿Hoy no cantas?—dijo una voz lo suficientemente gruesa para que la notara en medio de la canción.
Abrí los ojos de golpe y casi se me sale el corazón por la boca al ver al mismo chico de la otra vez de cuclillas frente a mí. Estaba a escasos centímetros de mi rostro. Estaba invadiendo mi espacio personal—otra vez—, y no parecía inmutarse por mi mirada de odio.
¿Quién era él? ¿Qué quería de mi? ¿Por qué no se iba? Esas preguntas, al parecer, estaban escritas en mi cara, porque él chico soltó una risa y tomó distancia sentándose correctamente.
—No era mi intención asustarte...—su sonrisa decía lo contrario— Soy Scott, un gusto conocerte—extendió su mano hacia mí.
—¿Por qué te acercas a mí?—solté al cabo de unos segundos, sin dejar de verlo a los ojos.
—¿Por qué estás aquí sola?—contraatacó al tiempo que retiraba su mano.
—Yo pregunté primero—gruñí. Odiaba que me contestaran con otras preguntas.
Él era un tipo extraño, me veía tan atentamente como podía. Estaba al pendiente de cada movimiento que hacía o cada palabra que decía—como si se divirtiera—. Me hacía sentir incómoda, observada, en estado constante de alerta, y eso no era bueno. A simple vista podría parecer un jugador normal, un chico que no le da demasiadas vueltas al asunto, pero en realidad era diferente; no podría saber que es lo que piensa o que trama en éste momento, su fachada era perfecta. Tal vez estaba siendo paranoica y él era sólo un idiota más, sin embargo no parecía dispuesto a soltar la lengua y complacer a mi curiosidad.
—Si me dices tu nombre te diré el porqué—me miró expectante, deseoso de saber la respuesta, pero yo no iba a ceder—. ¿Tenemos un trato?
—No. Retiro mis palabras—dije con sequedad—. No me interesan tus motivos, solo déjame sola y no vuelvas a acercarte a mi.—mi voz salió lo más fría posible.
Mis palabras parecían haberle afectado, logré dislumbrar una pizca de sorpresa en su rostro pero desapareció muy rápido.
No podía dejar que se acerque a mí. Era peligroso para mí; yo era peligrosa para él.
Con esa idea en mente, me puse de pie dispuesta a irme. No sabía bien a donde iría pero no quería estar cerca de él. No quería involucrarme con nadie, eso nunca me había traído buena suerte. Al final, todos se alejaban de mí.
—Si no quieres decirmelo está bien...—sus palabras me trajeron de vuelta a la realidad—Te llamaré Raven...
—¡No!—grité—¡No me llames así!—gruñí mientras me llevaba las manos a los oídos para taparlos.
Estoy segura que se sorprendió lo suficiente para no volver a acercarse a mí—podría decirlo con verlo—, y ese no fuera el caso yo me alejaría por él. Sin darse cuenta, había cometido un error muy grave. Me había llamado por "ese" nombre. Ese que no debe ser pronunciado. No era su culpa ya que no sabía nada, pero aún así lo dijo.
Mi corazón comenzó a latir fuerte—más de lo normal—, mi visión estaba borrosa y no podía oír lo que Scott estaba diciendo. De pronto mis piernas flaquearon y fui perdiendo poco a poco la conciencia junto con mi débil equilibrio hasta caer.
Eso fue lo último que recuerdo.
***
Desperté cuando ya se terminaba de poner el sol. Me encontraba sola, bajo el árbol, tapada con la chaqueta marrón que traía Scott. Mire a mis alrededores para ver si estaba allí, pero no lo encontré. No recordaba lo que había pasado y eso era normal para mí, pero no entendía por qué no me había llevado a la enfermería como cualquiera hubiera hecho. Eso sólo recalcaba mi disgusto por él.
Me apresure a juntar mis cosas para poder regresar a casa, pero me detuve al ver una pequeña nota pegada en la chaqueta. Estaba escrita con una letra algo desprolija y rara.
"Volveré a verte así me devuelves mi chaqueta. Espero que la próxima vez me digas tu nombre. No me extrañes.
Scott"
Arrugué la nota, la dejé junto a su chaqueta en el suelo y me fui de ahí. No era una persona desagradecida, solo devolvía lo que recibía. Espero que sea feliz sin su chaqueta.
A pesar del extraño día que había tenido, puse mi mejor ánimo y cuando llegué a casa me reconforté en el hermoso sillón blanco. Me enfoqué en la música que sonaba en mis oídos, intentando olvidar todo.
No estoy segura de en qué momento me quedé dormida, pero ojalá no lo hubiera hecho.
Las imágenes volvían a mí, una y otra vez, como una fuerte lluvia que no cesa. Me regresaban al día en que todo cambió para mí. Me atormentaban. Era como caminar por un laberinto sin salida. Estaba perdida en la oscuridad de mi vida.
No fue hasta que la alarma sonó que pude abrir los ojos. Estaba agitada y cansada, sin ganas de nada.
Me levanté y fui a preparar el desayuno. Hoy tenía que entrar una hora más tarde y sólo tenía una hora de clases. Si algo me gustaba era volver a casa temprano.
Me serví el café en mi taza favorita y lo bebí mientras engullía una medialuna, esperando que éste día fuera tranquilo y que nada malo ocurriera. Quizás eso era mucho pedir.
N/A
Aquí el segundo cap 😉 hay unos cuantos misterios envueltos en esta historia. Espero que les gusten 😏
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