Artista imagen multimedia: yourgayAJ (twitter)
Adora despertó desnuda, en una cama que claramente no era suya, y con un ligero dolor de cabeza. Apenas estaba abriendo los ojos, cuando escuchó el sonido de una respiración a su lado. Giró su cabeza, y se sonrojó al ver la espalda desnuda de una mujer morena. "¿Cómo terminé aquí" se preguntó. La respuesta tardó en llegar, pero luego recordó que ir a ese lugar había sido idea de Glimmer y Bow.
—No seas aguafiestas, Adora, va ser divertido.
—Glimmer, literalmente no conocemos a nadie.
—Escuché que en esa fraternidad hacen las mejores fiestas —dijo Bow entusiasmado.
Adora siguió a sus mejores amigos con desgana. Ellos sabían que Adora se sentía triste por la muerte de la señora Razz, quien la había adoptado y era como una madre para ella. A pesar de que ya habían pasado meses, ella aún no se acostumbraba del todo a su ausencia, ni siquiera había salido con chicas, algo que claramente siempre le hacía feliz.
Llegaron a un viejo edificio lleno de universitarios, había música a todo volumen y los vasos con todo tipo de alcohol estaban en cada una de las manos de los presentes. Glimmer y Bow no tardaron en hacerse con un par, y le trajeron cada uno un vaso a Adora, riéndose entre ellos al darse cuenta que habían pensado lo mismo. La rubia suspiró, y se metió a la vieja casa a curiosear, tal vez encontraba alguien con quien conversar.
Sus amigos andaban muy melosos últimamente y aunque estaba feliz por ellos, era algo aburrido porque estaban en su propia burbuja. Se tomó los dos vasos de un trago, por alguna razón tenía ganas de beber esa noche, de olvidarse de todo. Se paseó por las habitaciones, que eran como la de cualquier otra casa, sólo que llena de gente. Entonces, la vio.
Una chica de cabello largo, castaño, piel morena, ojos de diferente color. Fue como un flechazo, directo en su corazón. Se estaba riendo, lo que acentuaba sus hermosas pecas. Estaba vestida con jeans, una camisa a cuadros roja con una camiseta negra debajo, y zapatillas. Tenía un look bastante obvio. Hablaba con otra chica más alta, que tenía el pelo corto, blanco y rapado a los costados junto con la nuca, a la cual no le prestó demasiada atención.
Después apareció otra chica con el pelo muy largo y violeta, pero le habló a la del pelo blanco, por lo que la castaña desvió su mirada, encontrándose con la de Adora. Le sonrió levemente, y la rubia sintió ganas de salir corriendo, pero sólo levantó tímidamente la mano. Casi de inmediato entró en pánico, así que volvió al patio a buscar a sus amigos. Cuando los encontró, otra vez ambos le ofrecieron un vaso.
—¿Estás bien? Parece como si hubieras visto un fantasma —preguntó Bow.
—Sí, es sólo que vi a una chica muy hermosa y entré en pánico, no supe qué hacer.
Bow y Glimmer se miraron con una sonrisa cómplice.
—Tal vez esto te de valor —le extendió un vaso Glimmer— es el trago arcoíris. No preguntes de qué está hecho, sólo tómalo, está delicioso, es dulce.
Adora miró el vaso con cierta desconfianza, pero al probarlo notó que era algo dulce, de verdad estaba delicioso. Se lo bebió de golpe, y Bow no pudo evitar hacer una mueca de preocupación. Glimmer parecía entusiasmada, porque creía que la rubia necesitaba algo de felicidad desde hace tiempo, incluso si eso incluía embriagarse.
—Bien, deséenme suerte.
Ambos le dijeron suerte al mismo tiempo. La rubia nuevamente entró a la casa, mientras bebía un segundo vaso, el que le tenía Bow, con todas las intenciones de hablarle a aquella chica tan atractiva. Pero no la encontró en el mismo lugar, así que deambuló por el interior de la casa, sin encontrarla. Terminó sentándose en las escaleras, preguntándose si habría gente arriba, tal vez ella podría estar allí. Pero suspiró con resignación, lo más probable era que ella se había ido luego de verla huir de esa forma tan vergonzosa.
—No me digas que te vas a deprimir en una fiesta —le dijo la chica que buscaba minutos antes, riéndose burlonamente, pero a Adora le encantó escucharla reír.
—Hola, soy Adora, ¿y tú?
—Catra.
—¡Oh, nuestros nombres riman!
—No, no lo hacen... —volvió a reír— Déjame adivinar, eres una deportista destacada que obtuvo una beca universitaria.
—¿Cómo supiste?
—Bueno...tu chaqueta te delata, y tu comentario también.
—Oh, así que crees que soy una cabeza hueca.
Ambas rieron con naturalidad, había una extraña familiaridad entre ellas.
Entonces Adora se levantó súbitamente, quedando un tanto cerca de Catra, que le puso un poco nerviosa su cercanía, ya que incluso podía oler el agradable aroma de la rubia.
—Pues, esta cabeza hueca puede llevarte en brazos hasta el segundo piso, así de fuerte soy —presumió, haciendo una pose de superhéroe.
—¿Ah, sí? Ver para creer.
—¿No me crees?
Catra negó con la cabeza, divertida, no esperaba que Adora realmente la tomara, sujetándola como si de una princesa se tratara. La morena se agarró de su cuello, un gesto que disparó los latidos de la rubia, que la miraba de reojo, pero intentó concentrarse en subir las escaleras sin caer. Lo logró, y aunque terminó agitada, la depositó suavemente en el piso, con una sonrisa triunfante. Catra se quedó muy cerca de Adora, mientras miraba esos ojos azules y sinceros, lo único que quería era besarla.
Adora notó la mirada de la morena, por lo que sonrió con malicia, y se inclinó levemente para besarla. Recorrió con la lengua su boca, y deseó que aquello no fuera lo único que recorriera. Catra se pegó a ella, intensificando el ritmo de sus lenguas, el calor comenzó a invadir sus cuerpos, desde el centro hacia el resto de sus extremidades, sólo por aquel beso.
"Entonces, así había comenzado todo la noche anterior" se dijo Adora, cuando por fin recordó cómo llegó a esa cama. Catra la había guiado a esa habitación, le había dado el mejor oral de su vida luego de arrancarse la ropa mutuamente. Adora le quiso devolver el favor, haciéndole también un oral y utilizando sus dedos con maestría, pero luego que Catra acabó, vino la tragedia.
Todos los tragos que había tomado esa noche, de pronto querían salir de su sistema. Corrió desnuda desde la cama hacia la puerta que había visto de reojo, esperando que fuera un baño y no un armario. Por suerte era un baño, y allí lo vomitó todo, todo el maldito arcoíris que había ingerido. Catra se acercó a ayudarle, desnuda también, claramente preocupada.
—¿Estás bien? ¿Quieres que consiga ayuda?
—Yo... perdón, lo arruiné todo, de verdad me gustas pero, tomé algo que me dieron mis amigos y me hizo mal.
Catra se acercó, acariciando su espalda con ternura, tratando de calmarla, y ayudando a sujetar su cabello.
—No te preocupes, ¿quieres que vaya a buscarlos?
—No... quédate conmigo, no te vayas, por favor.
Entonces Catra le ayudó a limpiarse, Adora se enjuagó la boca con pasta de dientes, luego la morena la guió a la cama, donde durmieron, para que la rubia pudiera sentirse mejor.
Y ahora, ya de día, Adora no podía sentirse más avergonzada, de haber arruinado la oportunidad con esa hermosa chica sólo por no resistir un poco de alcohol. Miró de reojo nuevamente a la morena, su espalda, su piel, era hermosa. Parecía seguir durmiendo, así que se levantó cuidadosamente para no despertarla. Encontró su teléfono en el suelo, tenía varios mensajes de sus amigos. Al parecer, la noche anterior sólo les había enviado un mensaje diciendo "Estoy con Catra".
Pero las preguntas eran más recientes, porque era casi el mediodía y no habían tenido señales de vida de la rubia. Adora sólo se limitó a responderles "Estoy bien", luego lo pensó mejor, e iba a escribir más, pero en un movimiento torpe, se le cayó el teléfono. De inmediato volteó hacia la cama, la morena se giró lentamente, o así le parecía a Adora, para finalmente verla ahí parada en medio de la habitación.
Se apoyó en un codo, haciendo la pose más sensual e irresistible que existía para Adora, que estaba con la boca abierta. Sus pechos estaban descubiertos, la sábana sólo le cubría parte del vientre. La rubia no sabía qué decir, estaba hipnotizada por el bello cuerpo de la morena.
—¿Ya te vas, Adora? ¿Me vas a abandonar luego de cuidar de ti? —dijo con tono de fingida tristeza.
—Yo...
Tomó el teléfono del suelo, y les escribió una sola frase a sus amigos "Sigo con Catra".
—Tenía que decirles que estoy viva a mis amigos —respondió antes de correr de vuelta a la cama.
Catra se rio, le gustaba mucho aquella rubia torpe, sentía que podía llegar a enamorarse de ella. La recibió con los brazos abiertos, y se dejó besar por esa chica que se había robado su corazón aquella noche.
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Nota de la autora: Ni siquiera recordaba haber escrito esto jajajaja. Lo bueno es que pude añadirlo a la colección, espero les haya gustado :)
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