Hola hola hola! Nuevo cap 🙋mini maratón de 2 caps.

Gracias a todos por sus comentarios en el capitulo anterior, sé que están muuuuy confundidos, pero todo a su tiempo (van a enterarse de MUCHO en el próximo) 😂❤️

Si les gustó dejen sus comentarios y votos ➡️➡️

Espero que lo disfruten y si ven errores, ya saben 🙋❤️

.
.
.
.
.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, Grisha seguía gritando a su lado y la multitud empezaba a alborotarse, Eren aún mantenía su mirada fija en el cuerpo de su madre, así que con mucho pesar lo tomó de sus hombros e hizo que sus ojos se posaran en él.

—Debemos alejarnos de aquí, tu padre está muy alterado.

Como si no hubiese entendido muy bien lo que decía, el muchacho asintió dudoso, sin embargo se dejó llevar por entre el gentío. Levi sintió que el agarre de Eren se volvía un poco más fuerte sobre su mano, así que terminó haciendo lo mismo, no tardaron mucho en volver por donde vinieron, las personas allí parecían temer poder llegar a tener cualquier contacto físico con alguno de ellos, algo que Levi agradeció por el momento.

—¿Qué voy a hacer ahora señor Ackerman?— susurró el joven al borde de las lágrimas —mi padre no me quiere allí.

—Tranquilo— lo guió de nuevo hacia su cabaña y lo dejó pasar —puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras, cuando las cosas se calmen un poco, hablaré con tu padre.

—No quiero aprovecharme de su amabilidad, estaré bien por mi cuenta, no se preocupe.

—De eso ni pensarlo, no me quedaría tranquilo, Eren.

El joven se dejó caer sobre el sillón, Levi le dio su espacio y lo escuchó sollozar. Después de unos largos minutos en los que no se atrevía a interrumpirlo unos golpes en su puerta lo hicieron.
El azabache se acercó cauteloso a la entrada, después de todo, el pueblo parecía odiarlos y temía que quisieran tomar alguna represalia sin sentido, sin embargo del otro lado, solo se encontró con la hermana Mikasa.

—Hola señor Ackerman, agradezco que aún esté aquí y no en la institución.

—¿Sucedió algo?

—¿Puedo pasar?

Levi le dio el espacio necesario para que la mujer se adentrara a su morada. Mikasa se detuvo al ver a Eren allí y luego, como si no se dejase guiar por los malos comentarios, se acercó al joven y le dio un pequeño abrazo.

—Cuanto lo siento Eren...— la mujer se alejó un poco del muchacho —Señor Ackerman.

Levi le prestó atención, y antes de que la mujer pudiese hablar, recordó los modales enseñados y le ofreció asiento y una bebida.
Mikasa se sentó en una de las sillas y se negó amablemente a cualquier otra cosa.

—Fui informada esta mañana sobre la desgracia que ha ocurrido— miró a Eren unos segundos y luego volvió a observarlo a él —Lamento mucho todo esto, la institución quedará cerrada por el resto de la semana, por duelo. Dina era una de las mujeres más queridas aquí en Fogtown y también Eren deberá poder asimilar todo esto antes de continuar con sus clases. Señor Ackerman no se preocupe por la paga a fin de mes, será la misma que habíamos acordado. Su deber ahora será cuidar de este joven— luego se levantó de su asiento y se acercó a Levi —Dejarlo ir con su padre en estos momentos sería una locura, por favor cuídelo bien— se dio media vuelta y mostró una pequeña sonrisa —Adiós Eren, señor Ackerman...

Y con ello la mujer se dirigió a la entrada para luego abandonar el lugar como si nunca hubiese estado allí.

Luego de unos minutos Levi se dedicó a empezar con el aseo, Eren, se ofreció a ayudarlo. El psicólogo dejó que lo hiciera, si así podía distraerse sería lo mejor. Después de unas horas decidieron que lo mejor sería tomar un baño, así que el azabache volvió a prestarle algunas prendas para poder lavar la que el joven llevaba. Cocinaron juntos, hablaron de cosas triviales y cuando estaba a punto de caer la noche, encendieron las velas.

—¿Hay algo que quieras decirme?— Preguntó Levi mientras servía la cena —Estás observándome desde hace media hora.

—Me alegra que Dina se fuera de aquí.

Levi lo miró con el ceño fruncido, luego al ver el rostro temeroso del muchacho, relajó su semblante.

—¿Por qué dices eso?

—Nunca la quise, me golpeaba todo el tiempo. Sin embargo era mi madre, así que no podía odiarla del todo, creo que ahora estará más tranquila lejos de mí—. Luego como si aquellas palabras no hubiesen salido de sus labios, probó un bocado de su comida y sonrió —Esto está delicioso.

Levi no preguntó absolutamente nada, después de unos minutos escuchó los golpes en su puerta, pero tanto Eren como él, ignoraron los sonidos.
El azabache terminó por ofrecerle su cama, sin embargo el joven se negó rotundamente a tener que dormir solo, así que cada uno tomó su lugar. Levi a la derecha y Eren a la izquierda.

Estaba por quedarse dormido cuando comenzaron las campanas, escuchó el susurro de Eren mezclándose con ellas y pronto cayó en un profundo sueño.

—Levi, la señora Fisher, está jalando mis pies.