I-1er capitulo: Descubrimiento

Canción: Fantasía-Sebastián Yatra

Soy Mía, tengo veintitrés años, estoy por terminar la carrera de Psicología, me gradué de Odontología a los veinte, estoy trabajando muy fuerte, por mi razón de ser, mi vida, mis dos criaturas. Mi vida se basó desde los quince años, en sexo, disfrutar el verano, ir a fiestas, vivir sin pensar en un mañana, pero todo cambió drásticamente cuando ellos llegaron a mi vida. 

Mis pequeños están en casa con mi hermano Williams, aproveché que está de vacaciones, nos turnamos para cuidarlos; él se casó, se divorció porque la chica lo abandonó para irse con otro hombre, lo amaba por conveniencia, como muchas quería dinero; es el único que me ayuda con ellos y es el mejor tío que los pequeños pueden desear, los alimenta, los baña, los viste, los consiente , los pasea y se ha encariñado con sus sobrinos; desde que me enteré que estaba embarazada a los veintidós años, es el único que se preocupó por mí, mis padres decidieron darme la espalda, me botaron de casa, sin saber, siquiera si estaba estable.

Estoy presentando mi último examen, pues dentro de un mes, me voy a graduar, estoy nerviosa, con los nervios a flor de piel, me preparé muy bien, a pesar de ser madre de dos pequeños, no paro de ser excelente en lo que trabajo, para mí todo tiene que ser excelencia. Termino de presentar, entrego tras analizar mi prueba, abandono el salón, me encuentro con: Vanessa, Erika, Tracy y Exy, mis amigas de la clase.

-Estuvo fácil—Susurran las chicas.

-Sí. ¿Quieren ir a celebrar hoy con un par de primos que vienen de Hawaii?—Señala Exy, una chica de ojos color miel, cabellos rubios y piel morena, tiene algunas estrías, tras su hijo Aubrey, una copia fina de ella, sin embargo, le encanta estar bien arreglada.

-No puedo, tengo que ayudar a Will con un trabajo. —Señalo seriamente, las chicas me miran con los ojos como platos.

-Mía, siempre te niegas a ir a todas las fiestas—Indica Erika, enojada.

-Él necesita de mi ayuda, ya había quedado con él. —Trazo, sin mentir.

-No, no puedes abandonar ésta celebración—Comenta Tracy, sonriendo.

-Tienes que ir esta vez, Mía—Opina Vanessa, suplicante.

-Pasamos por ti, ésta noche. —Proclama Exy, tomándome de los brazos, sonriéndome pícaramente.

-Me voy—Grito, saliendo a toda costa de ellas, llego a casa rápidamente. Mis pequeños me reciben con un beso y un abrazo, los veo comer su papilla con mucho apetito, pero al verme quisieron venir con su madre a ser alimentados con el pecho.

Williams se despide, porque debe de ir a trabajar por su cuenta horas extra, más dinero no viene nada mal; casi siempre viene a cuidarlos, y cuando no puede los llevo a la guardería. Luego de dormirlos, los traslado a su cuna, me relajo en mi bañera, paso viendo una tarde de películas, aprovecho para hacer una rutina de ejercicios, para mantenerme en forma.

Recibo un mensaje de: Exy, cuando estoy tomando un té para relajarme.

<<Hola, Mía necesito que me abras la puerta, venimos por ti>>—Exy.

<<No puedo ir te he dicho. Me duele el estómago, he vomitado muchas veces. >> —Respondo. He mentido a mis propias amigas, pero porque un secreto así nunca debía salir a la luz.

<<Si no abres entraré a la fuerza. Soy karateca >> —Exy. No para, siempre insiste hasta que tiene su cometido.

Ahora que lo pienso, ella debe enterarse que tengo dos hijos...¿Le digo? Me pregunto mentalmente, repaso algunas ideas. Al fin y al cabo algún día tendrían que enterarse, así que abro la puerta.

-Mujer, por fin has abierto la puerta... -Expresa Exy.

-Exy, yo no puedo porqué...- Susurro despacio, nerviosa. Muerdo mis uñas

-Exy nada, tú te vienes conmigo—Dice ella, invadiendo mi casa.

-Yo me voy a quedar, porque...--No me salen las palabras, además ella no se detiene, camina hacia mi habitación.

-Tú te vienes—Dice ella en el trayecto a mi habitación.

-Oh, no sabía que tenías juguetes—Expresa pensativa y queda sorprendida.

-Exy, yo tengo dos hijos—Solté sin más, tenía una emoción latente desde allí.

-¿Qué acabas de decir?—Pregunta Exy asombrada, me suelta del brazo, se paraliza, abre los ojos asombrada. Me sigue hacia la habitación de los bebés.

-Tranquila, princesa aquí está mami—Balbuceo en el oído a mi niña y la tomo en brazos, junto con su hermanito, los arropo con una cobija y los pego a mi pecho para que vuelvan a calmarse.

-¿Por qué nunca supe esto? ¿Cuándo los tuviste? ¡Rayos, como nunca nos contaste!—Señala sorprendida, todavía estupefacta.

-Primero que todo sucedió en una fiesta de verano, además ellos son mi vida y no los dejaría por nada del mundo por una o miles de fiestas... Hace diecinueve meses sucedió todo – Repaso ese día.

-Oh, pero no lo puedo creer—Admite tomando a uno de ellos en sus brazos.

-Sí, lo mismo pensé yo al tener ese positivo, después verlos en la ecografía. —Digo, recordando esa prueba de embarazo positiva.

-Bueno, ¿Me permites decirles a las chicas?—Comenta sonriente.

-En cualquier momento se enterarían...--Expongo, siguiendo su risa.

-Chicas vengan a la casa de Mía—Específica Exy en una llamada, colgando rápidamente.

-Bueno, déjame cargar a mis bellos sobrinos—Anuncia tomando a la otra bebé.

Le estrecho al bebé. Ambos no han dicho sus primeras palabras, solo comen, duermen, juegan, caminan un poco y me bendicen la vida.

-¡Es hermoso!—Dice Exy, feliz.

-Sí, me recuerda cuando tuviste a Audrey— Expongo sonriendo.

-¡Jolín..! Mi pequeño bebé que está con su padre— Musita con tono de tristeza.

-Oh, no sabía que se había ido con su padre—Comento, acariciando su cabeza.

-Sí, está con la esposa de su padre y sus hermanos: Ellie y Dominic – Explica Exy

-¿Y están casados ellos, no es cierto?—Interrogo curiosa.

-Sí, se casaron hace unos tres años, mientras yo estaba embarazada. —Explica Exy, mucho más entristecida.

Sé que ella ha sido una chica fuerte. Su vida ha cambiado mucho trascendentalmente, pues sus padres se murieron a sus dos años, estuvo en un orfanato, la adoptaron a los tres años, y sus padrastros la maltrataban, murieron cuando tenía cinco años, pensando que sería feliz, a los cinco volvió a un orfanato, una buena mujer que es como su madre: Jennie, que tenía problemas de concepción ya que tenía treinta y ocho años, la adopto a los seis años, pero luego tuvo hermanitos, los terribles trillizas: Winnie, Welsy, Elma que tienen veinte años. Luego la adolescencia la volvió adicta a las fiestas, vino de allí su embarazo, una mentira de parte de novio, separaciones y luego sus arrepentimientos, pero ella es muy inteligente para no aceptarlo. Él le minio, y ella lo dejó, pero, las mentiras del hombre siguieron ya que se casó con otra mujer, tuvo hijos y allí está muy feliz y con otra...

Tocan la puerta, Exy abre, las chicas se sientan en la sala. Todas fruncen el ceño, preguntando: ¿Y esos bebés?

-¡Son míos!—Aclaro sonriendo. Ellas me miran, seriamente.

-Estuve embarazada en el verano, mientras que ustedes eran felices, yo vomitaba como loca, comía como ninguna otra mujer, hacía de todo para tener un embarazo sano.-Determino.

-Oh, no sabíamos nada de esto—Apunta Erika y sonríe

Todas las chicas, quieren cargar a los bebés, arrullarlos, besarlos.

­-Ya veo, porque siempre tu rechazo de las fiestas- Dice Vanessa.

-Son hermosos ¿Cómo se llaman?—Desarrolla Exy, curiosa.

-Son Lia y Liam, el sábado cumplieron 10 meses—Explico besando la cabeza de Lia.

-Quiero que vengas con nosotras, necesito presentarte a mi primo que quiere conocerte—Señala Exy.

-No puedo llevarme a mis bebés de noche—Expongo, realmente preocupada.

-Es solo un momento—Dice, mientras sonríe feliz.

Me arreglo, mientras que las chicas "Visten y arreglan a mis peques"... No saben cambiar un pañal, ni vestirlos, ni peinarlos, solo saben combinarle la ropa, a excepción de Exy que si es madre y si sabe lo que es cambiar un pañal.

-Chicas yo lo hago. ¡No se preocupen más! —Cuento y lo hago en menos de 20 minutos. Los dejo con un pañal limpio, y les coloco un conjunto a juego. Vamos a casa de Exy, en el auto de Vanessa, regalo de sus padres, por adelantado. Miro la carretera oscura y con solo la luna y las estrellas, mis bebés están despiertos observando con sus bellos y pequeños ojitos todo a su alrededor aunque es oscuro, les encanta descubrir. En el auto, las chicas me preguntan por el padre de mis bebés, solo les digo que su nombre empezaba por: A y era un chico igual a: Liam , mi pequeño; solo recuerdo que cuando desperté, el chico me dejó una carta que decía:

"Hola. ¡Buena noche! Eres una chica muy linda, espero algún día volver a verte, espero no estés embarazada—y dejó su número" 

-¿Dejó su número y tú nunca lo llamaste?—Prorrumpe Tracy.

-Sí, pero cuando lo llame al enterarme que estaba embarazada, él dijo: No quiero ningún tipo de responsabilidad...- Explico sencillo. 

-El muy descarado, ¿dijo eso?—Dice Vanessa y yo asiento con normalidad.

-Te ayudaremos a buscar a ese ... padre de los niños—Acuerdan las chicas, somos una fraternidad.

Al llegar a casa de Exy, entramos a su sala; los bebés están despiertos todavía, Vanessa y Tracy se encargan de cargarlos aunque lloren gritando, los entretienen con cualquier tontería.

-Mía, ellos son: Austin, Justin y Esteban, mis primos.—Presenta Exy, mirándome pícaramente.

-¡Mucho gusto, hermosa! -Expresa Justin quien es un chico muy guapo, pero yo no busco novios ni nada de eso, solamente vine por las chicas.

-Hola, preciosa. Soy Esteban, no quito. —Apunta el otro chico que es de cabellos rubios, quiere ser gracioso, pero no va conmigo.

-Soy Austin sería tu amigo. —Indica el último chico, sin mucho interés.

-Bueno, supongo que esto era todo—Soplo y camino hacia la entrada donde están las chicas.

-No, espera Mía—Dice Exy, tomándome bruscamente por la muñeca.

-Exy, yo no puedo salir con un chico a estas alturas, tengo dos hijos a quienes cuidar- Grito mostrándome enojada.

-¿Tienes hijos?—Preguntan los chicos asombrados. Uno de ellos se va, apenas escuchó la conversación.

-Sí, es por eso que no puedo estar en ningún tipo de relación...--Suelto sin más, corriendo rápidamente de esa sala.

-¿Qué ocurrió?—preguntan las chicas al verme salir.

-No chicas, no puedo tener una relación, ni ahora, ni después. —Me sincero, tomando a mis hijos, camino esperando a un taxi.

-Espera, tú no te piensas ir sola—Expone el chico que creo es Justin.

-Si me voy, tú aléjate. He dicho que no quiero nada con ustedes—Expongo mientras él observa a los bebés.

-No, espera no quiero ser tu novio, ni buscar relaciones, solo te quiero como amiga. —Aclara el chico, tomando mi mano, por instinto me alejo de él.

-Yo no necesito amigos—Bufó cansada.

-Espera, yo sé quién es el padre de tus hijos—Dice el chico y quedo asombrada, aunque no le creería.

-No te creo, además no necesito al padre de mis hijos—Expongo

-Claro, que sí. Yo no tuve padre, te juraría que fue lo peor que pudo haberme pasado-Dice, mostrándose sincero.

-Yo no necesito que nadie me ayude... Puedo sola. -Generalizo, caminando a paso lento por la avenida.

-Ven, yo te llevo, no lo hagas por ti, hazlo por los pequeños que no pueden estar expuestos al frío de la noche. —Indica con media sonrisa.

-Está bien, pero no quiero que me molestes continuamente—Señalo, después de pelear tanto.

Me lleva en su auto, no hablamos nada en el trayecto a casa, el ambiente fue tenso, solo se despidió con un simple: Adiós, ten buenas noches. Me voy a mi cama despues de dejar a mis hijos en sus cunas con la pijama puesta, dormidos tranquilamente,mientras veía una película, recibo un mensaje:

Número desconocido 9:10 pm- Hola princesa, que tengas buenas noches, eres hermosa :) 

<<Hola, ¿Quién eres?>>—Respondo y yo sé quién me lo ha enviado: Justin

-Preciosa, soy Justin el chico insistente- –Responde a los segundos

-Ya he guardado tu número, Buenas noches Justin  -Respondo y me duermo...