Observé aturdido la nueva carta en mi casillero. Debía ser la número 20, no las contaba.

Al principio, me había parecido algo tierno, una tímida persona anónima escribiendo cartas para mí.

“Mi amado James, te preguntarás ¿quién demonios escribió esto? Y antes de que lo pienses: no, no soy tu hermano haciéndote bromas pesadas. Soy solo una chica cobarde que vive enamorada de ti y no se ha animado a decírtelo en persona.

Espero que recibas de buena manera esta carta, es mi única manera de sincerarme hasta que pueda decírtelo a la cara :(

Por cierto, el castaño claro te queda di-vi-no ^^

Atentamente, tu admiradora :D”

“Te vi jugando con un niño hoy a la salida y el corazón se me llenó de ternura. Lamento tener que espiarte desde lejos, juro que pronto cambiará

¡Suerte en tus exámenes, eres el mejor de todos! “

Había pensado que era algo dulce.

Pero luego había cambiado completamente de opinión.

“James, ¿cómo es que permites que esas chicas se acerquen tanto a ti? Solo quiero decirte que me molesta y demasiado.

Pero no te culpo, no lo sabías, confío en que ahora que lo sabes vas a apartarte :)”

“¿Buscas enojarme? ¿ES NECESARIO QUE ESTÉS COQUETEANDO EN MEDIO DEL PASILLO DÓNDE TENGO QUE VER TU SHOWCITO?”

“Oh mi querido James, deberías respetarme.

Pensé que el hecho de que sonrieras viendo mis primeras cartas significaba algo, pero veo que solo quieres jugar.

Bien, vamos a jugar :)”

“Lamento tanto que tu noviecita haya tenido que dejar de asistir a clases por la pierna rota, pero debe agradecer que le tuve piedad.

Ahora sabe que no debe acercarse ni decir quién soy”

“Vi tu cara de pánico al leer la carta anterior, te tengo noticias: fue una broma :)

Cuando me acercaba a hablarle, los chicos del equipo de fútbol pasaron corriendo como animales y la empujaron, haciendo que cayera muy mal de las escaleras. Adivina quién fue corriendo a ayudarla.

Me duele que desconfies de mí, mi amor, eso no es bueno para nuestra relación”

Sabía que era alguien jugando conmigo, y yo era alguien tan paranoico, por lo que siempre me mantenía alerta.

Trataba de distanciarme de todo aquel que me parecía sospechoso.

— Hey, James, ¿qué haces? — mi mejor amiga, Alina, se acercó a mí despacio. Me extrañó el hecho de que no estaba saltando y hablando fuerte como siempre, pero lo ignoré y le mostré la carta en mis manos — oh, ¿una nueva carta de amor? — alza las cejas.

— Creo que tenemos diferentes conceptos de “cartas de amor” — digo y suelta una carcajada.

— A ver qué dice ahora.

Suspiré abriendo el sobre y sorprendiendome de los miles de corazones dibujados en aquel papel.

“Mi querido James, ¿te has dado cuenta de que falta poco para el baile de San Valentín, cierto? Espero que no invites a nadie, me sentiría muy traicionada.

Además, te tengo una agradable sorpresa ^^”

— Definitivamente está loca, ¿cómo cree que voy a querer verla ese día después de todas esas cartas aterradoras? — me muerdo las uñas por la frustración.

— Deberías intentarlo — dice y la miro entre sorprendido y aterrado — obvio que es una mala idea , pero necesitas saber quién es y es lo único que puedes hacer.

— ¿Tú también enloqueciste? — vuelve a reír y niega.

— No le prestes atención, ha visto demasiadas películas de suspenso — la voz de nuestro amigo Chris se hace presente y veo como Alina lo mira enojada. Él solo la mira sonriente.

Me sentía un tremendo estorbo cuando ellos dos se miraban, porque aunque ella lo niegue, se veía como ambos sentían algo por el otro. Sonreí recordando que esta era mi oportunidad de actuar como cupido.

— Chris, ¿con quién irás al baile? — pregunto escondiendo una sonrisa.

— Oh, no lo sé, realmente no lo he pensado — se encoge de hombros y disimuladamente dirige la mirada a nuestra amiga, que miraba al suelo sin decir nada.

— Tú y Alina deberían ir juntos, estoy seguro de que se divertirán bastante — ella me mira sorprendida.

— Pero…

Él la agarra de los hombros como si fuera que se le acababa de prender el foco. Al menos había aprovechado la oportunidad que le dí.

— Alina, mi dulce Alina, ¿quieres ir al baile conmigo, como pareja y no como los guardaespaldas de este inútil que tenemos en frente? — los tres reímos por eso.

— ¿Por qué no solo vamos los tres? Ambos sabemos que este idiota no conseguirá pareja — dice entre divertida y nerviosa.

— Oigan, sigo aquí — me miran como diciendo ¿cuál es tu punto? — ni siquiera pienso ir, me voy a aburrir solo en un lugar lleno de parejas.

— Por eso es que debemos ir los tres juntos.

— Por eso es que vamos a conseguirte pareja.

Ambos habían dicho sus oraciones al mismo tiempo, para luego mirarse sorprendidos.

— Chicos, no se preocupen por mí.

— No me preocupo, pero es que conozco a alguien que realmente adoraría que la invites al baile.

— ¿En serio? ¿Quién?

Chris comenzó a contarme sobre aquella chica. Dijo que era de un año menor, alguien tranquila y tímida, a quien una vez él había pillado mirándome, según lo que dijo, con ojos “de enamorada”.

Su nombre era Emily, era una chica condenadamente tierna con la que siempre me cruzaba en los pasillos y de camino a casa. Mi amigo me sugirió invitarla al baile y me pareció una buena idea, ella era bonita.

— ¿Cómo es que accedes tan rápido a lo que Chris te diga, pero cuando todo este tiempo te dije para que me acompañes a cualquier maldita parte me decías que no por esa estúpida paranoia tuya? ¿Ahora ya no piensas en esa admiradora ni en el hecho de que va a estar en ese baile también? — la voz de Alina a mis espaldas se escucha molesta mientras caminamos al comedor. Lo admito, tenía razón. Había rechazado acompañarla a un montón de lugares y estuvo mal, pero no era mi culpa.

— Ya basta con eso, ya te dije que lo sentía — me golpea en el hombro.

— Ahora tengo que acceder a ir con ese idiota para vigilar que no te maten o que no termines arruinando tu cita con esa linda chica porque eres igual de idiota.

— Todavía ni la invito y tú ya planeas espiar mi cita — me mira enojada.

— Vete al demonio, no vuelvo a hacer nada por ti — suelto una carcajada y me alejo, caminando hacia la mesa en donde se encuentra una tímida Emily comiéndose un sandwich.

En ese momento en el que levantó la mirada hacia mí, me di cuenta de que no sabía qué decir.

— ¿J-James? ¿Necesitas algo? — su voz es suave y el tartamudeo al decir mi nombre me hace sonreír.

— Hey, Emily, quería preguntarte algo — trago saliva — sé que apenas nos hemos dirigido la palabra, pero me pareces una chica bastante interesante, ¿quieres ir al baile conmigo?

Sus mejillas se tiñen de un color rosa que la deja más tierna de lo normal mientras sonríe.

— Claro que sí —dice alegre e inmediatamente sonrío.
— ¿Qué tal si me das tu número y así arreglamos todo? — asiente tímida.

Hablamos por largo rato, había ido a buscar mi almuerzo y terminé comiendo a su lado. Probablemente mi mejor amiga me arrancaría la cabeza por dejarla sola, pero no pensé en ello mientras escuchaba a Emily reír despacio por mis malos chistes.

Estaba seguro de que invitarla había sido una buenísima decisión.

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Lo escribí escuchando la canción en multimedia, así que les recomiendo escucharla ^°^

xx jenn xx