NUEVE
- Hola. - dijo una voz conocida, la cual hizo que la piel se erizara.
No puedo lograr explicarme cómo millones de preguntas pudieron abordar mi pequeña mente en cuestión de segundos, me preguntaba tantas cosas que ni si quiera estaba pensando claramente.
— ¿Hola?, — clamó la misma voz en un tono más fuerte mientras sacudia sus manos enfrente de mis ojos, ayudandome a salir de mi trance de unos segundos.
Dí algo.
— Disculpe, yo estaba tan concentrada y, — Murmuré incoherencias perdiendome en sus azules hasta que capte una mueca de rareza.
— Quiero decir, ¿se le ofrece algo?, — Paré en seco y el pelinegro río.
— Venia a buscar a alguien, pero no esta, al parecer no hay nadie, solo tú y yo, — Enmarcó las últimas palabras, lo cual logró que mis mejillas se sonrojaran y en un torpe intento de esconder dicho sonrojo regresara a mi trabajo de lava platos.
— ¿A quien buscabas?, — Pregunté algo curiosa mientras continuaba con mi trabajo.
-— Nada, olvidalo, dime, ¿cuál es tu nombre?, — Preguntó curioso
No podia ser que él necesitara saber mi nombre, ¿para qué?, es decir, iba a olvidarlo igualmente entre todos los empleados de esa casa.
- Me llamo An, — Y cuando por fin iba a hablar llegó ella, la madre de cole, la señora sprouse.
— Buenas tardes querida, ¿se te perdió algo con mi hijo?, — Preguntó algo curiosa
Sentí la sangre subir aun más a mis mejillas y maldecí internamente de no haberlo hechado antes de la cocina.
— En realidad yo estaba interrumpiendo su trabajo, yo vine hasta acá, — Aseguró a su madre.
Cole, siempre tan lindo.
Me dirijió una última mirada y se fué, marcando sus tacones como siempre, suspiré liverando el aire retenido a la vez que quitaba el jabón de mis manos.
— Tengo que irme, otro dia hablamos, lamento las molestias, linda, — Mordí mi labio interior para no dar un grito de emoción.
Me llamaste linda ese dia, era la primera vez que me notabas entre los miles de empleados, pero ¿realmente te parezco linda? ¿o solo fue un gesto amable?
.
Escribia suave y pausadamente, deteniendome en cada palabra para que fuese lo más entendible posible.
¿te gustaban mis notas?, sí, hablaba
de aquellas que escribía por las noches aunque estuviera muriendo de sueño o a veces por las mañanas algo apresurada para poderla dejar junto a tu agenda.
Tomé la pegatina pequeña de estrella amarilla, como era costrumbre, poner una estrella pequeña en la esquina de cada nota. Caminé a pasos rápidos con dirección a la cocina, llevandome un trapo de 'despiste' por si alguien entraba y me veía dentro de la oficina.
Me apresuré a pegarla en dicha agenda café, pero justo cuando estaba pegando la nota escuché pasos al frente de la oficina, mis nervios se pusieron de punta y estoy segura que podria sentir mi corazón querer salir de mi pecho. Busqué una salida rápida pero no habia, divisé una puerta abierta y caminé casi corriendo, intentado de no hacer ruido.
— ¡Te lo dije!, aquí esta nuevamente, — Escuché un suspiro por parte del pelinegro cuando finalmente se adentro a su oficina.
Al parecer venia acompañado, pero ¿con quién? ¿y tan temprano? , que extraño. Mordí mis uñas en señal de impaciencia y rezé porque cole o su acompañante no tuvieran ganas de usar el baño. Respiré pesadamente.
-— Cole, amigo, tranquilo, solo es una nota, ¿no crees que sea una muchacha de limpieza?, es lo más obvio, — Dijo su acompañante con algo de calma
Harry, su mejor amigo, juro que en ese momento quise salir y golpearlo hasta cansarme.
¿Tenia que darle más ideas acaso?, me quejé bufando suavemente, estúpido Harry, para la próxima que venga le serviré las sobras.
— Lo sé, idiota, pero lo dificil esta aquí, su nombre empieza con 'A' y hay cientos de mujeres con un nombre que empieza con A en esta casa,— Escuché su voz en toda la oficina.
Intenté levantar mis mejillas en señal de victoria por no haber sido descubierta, pero rápidamente empecé a divagar entre todas las preguntas que generaba continuamente, ¿en realidad queria que supiera quien era?
— Tenemos que encontrarla, sí o sí, — Habló por último el pelinegro mientras sus pasos se alejaban y salian por la puerta de la oficina.
Recargué mi cabeza en la puerta y mordi mi labio algo desconcertada.
Si bien sabia que a Cole le agradaban mis notas no estaba lista aun para saber que él queria saber mi identidad.
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hola, hola.
es la primera vez que hablo en este libro y estoy algo nerviosa por ello, pero, ¿qué tal les parecio el primer capítulo con más detalles y guiones?
por cierto, no olviden seguirme si no lo han hecho y votar aquí en la estrellita de abajo, es totalmente gratuito. nos vemos en el siguiente capítulo. < 3
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