Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Anécdota 65

Anécdota anónima

Lo que estoy a punto de contar ocurrió hace un año. Una salida al cine coincidió con mi periodo; iría con algunos familiares. Cabe mencionar que estaba en el segundo día... y la mayoría sabe que es cuando las puertas de la presa se rompen, se libera a Willy e incluso los órganos quieren salirse.

No me quedaba más que llevar casi un paquete entero de toallas femeninas en mi bolso.

La película estaba siendo más larga de lo normal; tenía que levantarme cada media hora para revisar que todo estuviera en orden. Cuando la película tenía todavía una hora por delante, se me olvidó por completo cambiarme. Ya te imaginas cómo terminé...

Así que ahí estaba yo, al final de la película, estirándome por estar tanto tiempo ahí. De repente escuché un grito de un hijo de su mami:

—¡Parece que a alguien le llegó su periodo!

Seguido de las risas de la mayoría de la sala. Al principio mi cerebro tardó en procesar el chiste, hasta que palmeé mi trasero y caí en la cuenta de que estaba manchada hasta los pies.

Salí de la sala a trompicones en dirección al baño, con las manos en el trasero, más ensangrentadas que una película de Tarantino. Apenas llegué, me encerré en un cubículo y solté un suspiro.

Si diez es el límite de sangre en los pantalones debido al periodo, mi caso llegaba a once. Entonces metí la mano al bolso... espera... ¡pero claro! Tan enfocada en salir había estado, que había dejado atrás mi bolso, donde traía mi reservorio de toallas y un cambio de ropa interior extra.

Por suerte, mi celular estaba en el bolsillo de mi pantalón, de modo que llamé a mi tío para pedirle que me llevara el bolso. Él llegó un tiempo después, no sin antes atravesar la jungla que son los baños de mujeres y los comentarios de algunas de ellas...

Está en el baño equivocado.

¡Pervertido!

¡Fuera de aquí!

Mi tío no se detuvo hasta dar conmigo. Al final me entregó la bolsa y un par de pantalones nuevos que había comprado para que me cambiara.

Salí del baño junto a él para reunirnos con los demás. Mis primos se lanzabas miradas divertidas entre ellos, yo simplemente los ignoraba.

Nunca volví a ese cine, ni volví a ver a los muchachos que gritaron en la sala o a mis familiares que me acompañaron ese día. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro