XXIII- Capítulo Veintitrés. - Nacimiento de los Little Quinteros

Desperté junto a mi esposo, en medio de solo las cobijas cubriéndonos. Me encontraba de treinta y siete semanas, despertamos, fuimos al baño, me encontraba en sus brazos, teníamos sexo mientras nos duchábamos, decidimos parar. Nos vestimos, saldríamos a casa de sus padres, a desayunar.

Mis pequeños no habían pateado en la mañana, me sentía un poco extraña. Llegamos a casa de sus padres. Desayunamos, en medio de risas, sus padres, nuestro cuñado, mi amiga-cuñada y Lucy junto a nosotros, todos felices y emocionados.

Me encontraba en el jardín recogiendo algunas flores junto a mi suegra, cuando sentí que estaba mojada, mi suegra me miró y sonrió, diciéndome: Querida, llegó el momento. Llamó a su esposo y a su hijo, nos fuimos a la clínica, mi obstetra estaba preparada para atenderme, ellos venían.

Cielos, estoy nerviosa-Exclamé, sentía unas sensaciones de frío y calor, cada instante era más fuerte.

Amor, tranquila todo saldrá de maravilla, recuerda los ejercicios de inhalar y exhalar-Exclamó Ángel, besando mi cabeza.

Puja, cuando te diga-Mencionó la doctora. Sentí el lloriqueo de uno de mis bebés, y me lo pasaron en un par de minutos, no pude contener el llanto, cuando tuve a uno de ellos, conmigo, seguí pujando por mi nena, la tuve en minutos conmigo, sacaron todo lo que nos unió y estaba listo.

¿Cómo los llamaran?-Mencionó mi obstetra.

Gael Jesús y Gala Valentina-Respondió mi esposo, eran los nombres que habíamos planeado.

Solté lágrimas cuando los tuve conmigo en mis pechos ambos. Estuvimos por minutos juntos, se los llevaron a revisarlos. Ambos, volvieron a mi lado, cuando me pasaron a la habitación, mi amiga Angelina nos rodeó con globos y regalos, mis suegros, mi hermana, su esposo e hijos también vinieron con muchos globos y algunos regalos.

Ahora podría estar complementada. Con dos tesoros de Dios como estos.

La vida está llena de oportunidades increíbles, muchos las desaprovechan, otros van a por ellas, sin imaginarse que se llevarán la lotería. -Lección personal- Luchar por lo que quieres no cuesta nada, al final se ven los logros y estarás satisfecha. - V

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