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♣️Deberes.♣️

Estábamos desayunando tranquilamente en la cocina y me entró un gran sueño, no estaba acostumbrada a usar tanta magia en un solo día y para agregar me despertaron temprano, Sebastian va a exprimir me -suspiró...

— Mía, no olvides venir a hablar conmigo cuando termines de desayunar, por favor.

—Claro, no lo olvidaré. —Luciano estaba extraño.

—Señorita Mía, no olvide que tiene que venir a estudiar —agregó Erick algo molesto.

—Si, si.

—Hermanita, después juguemos juntos ¿Si? —Habló sebastian.

—¡Claro!

Hoy terminaré exhausta.

Al terminar de desayunar, y con pereza y nervios, me dirijí al cuarto de Luciano.

*Toc* *Toc*

—¿Si? —preguntó Luciano. 

—So-Soy Mía. —me anuncie nerviosa.

—Un segundo —gritó desde adentro.

—Está  bien. —suspiré.

Abrió con brusquedad la puerta y me dejó ingresar.

—Gracias —murmuré.

—Tenemos que hablar de algo —me miró serio.

—¿Sobre que? —intente sonar segura, aunque en realidad, quería que la tierra me tragara.

—Hoy estuviste en mi habitación. ¿Por qué? —sonrió.

—Y-Yo —Tartamudee

—Recuerdo muy claramente que cuando me levante tu olor estaba impregnado en todo el cuarto y en las sábanas.  ¿Acaso te acostaste a dormir conmigo?.

— ¿¡EH!? —rayos, pensé que son su desodorante mi olor desaparecería.

—Si te da miedo algo dime, pero no te escabullas de madrugada a mi cama, es algo raro. —rió.

—Si, lo siento —prefiero que piense que dormí con él antes de tener que decirle que use magia.

— ¿A qué le temes?, claro si se puede saber.

—La oscuridad —susurré, la primera verdad del día.

—Un tema complicado, solo avísame antes de venir a dormir conmigo. ¿Estamos de acuerdo?.

—Si y lo siento.

—No te preocupes, no le dire a nadie. Para eso están los hermanos, ahora ve a estudiar.

Sin decir una palabra más salí corriendo de la habitación nunca pensé que ir a estudiar me haría tan feliz.

—Llegue, ¿Por dónde empezamos?.

—Hoy vamos a ver matemáticas de 5 grado así que por favor concentrada es  más difícil que lo que vimos ayer, pero como veo que aprendes rápido te pondré cosas más difíciles.  —podía verlo, estaba escrito en todo su rostro, esto era un castigo por lo que no sabe, pero sospecha.

Tomo unas hojas y las colocó de un golpe frente a mi.

Eran tres hojas de ejercicios, el primero era una muestra de como se hacía junto con la explicación y al costado de cada ejercicio estaba el resultado.

—Si no entiendes algo pregúntame, me quedaré aquí leyendo. No tengas pena de preguntar.

—De acuerdo.

Comencé a leer las hojas e intentar interpretar los ejercicios,vergonzosamente tuve que pedirle ayuda a Erick y él de forma muy educada me explicó.

Una vez que logre memorizar todo, con la magia de forma disimulada, hacer los ejercicios fue mucho más sencillo.

A la mitad de la segunda hoja, Sulma, nos llamó a almorzar.

—¿Esto tiene ajo? - pregunté después de dar el primer bocado.

—Si, las milanesas tienen algo de ajo para mejorar el sabor. ¿Por qué querida? —me miró Sulma preocupada.

—Por nada —reí nerviosa.

Soy alérgica al ajo, necesitaba irme antes de que me afecte. Recuerdo que estuve dos meses en coma por comer ajo.

Sin pensarlo dos veces le hable telepáticamente a Sebastián.

Sebastian ayúdame. 

¿Qué es esto? ¿Mía por qué estas en mi cabeza?

Sebas tu hermana se siente mal, necesita ir al baño en silencio y curarse. Ayúdame. 

—¡Sulma! —gritó Sebastián —No quiero más.  —luego de eso tiro su plato al piso.

Todos incluyéndome lo miramos sorprendidos, él me miró sonriente y entendí que era la distracción.

Disimuladamente me fui corriendo a mi cuarto, me empezaba a faltar el aire, mi garganta se cerraba. 

No quería decir que soy alérgica, no después de que Sulma hizo tanto por cocinarnos. 

Puse ambas manos en mi cuello para abrir mi garganta y poder respirar, y luego puse una de mis manos en mi abdomen para evaporar ese pedazo dentro de mí estómago que estaba  matándome.

Tome una gran bocanada de aire aliviada.

*Toc toc*

— ¿Mía te encuentras bien? —habló Erick del otro lado de la puerta. 

—Si no es nada, tenía algo de frío nada más —abrí las puertas de la habitación que era mi armario y corrí a buscar un abrigo.

—Se que me estas mintiendo —Casi chocó con Erick quien había entrado a mi cuarto.

Nos miramos en silencio por unos minutos  hasta que él suspiro.

—Si tienes problemas puedes confiar en mi, para eso son los hermanos. —casi lo mismo que me dijo Luciano.

—Si —susurré.

—¿No te gusto la comida y quisiste zafar de ella? Aunque no se por que sebastian te ayudo a escabullirte —se quedo pensativo.

—Si —agaché la cabeza.

—Otra vez me estas mintiendo —rió —Pero haré de cuenta que te creo.

—Gracias.

Este chico ¿Qué tiene? ¿super sentidos?.

—Ahora a terminar con los ejercicios. —ordenó.

—Ufa.

— ¿Qué?

—No nada —salí del cuarto.

Volvimos a la mesa del comedor y retomé los ejercicios.

Erick se quedo leyendo a mi lado y disimuladamente miraba de vez en cuando las hojas.

—¡Listo! —suspiré.  Realmente estaba muy cansada.

—A ver, tardaste cinco horas en hacer cuarenta ejercicios, creo que esta bastante bien —Sonrió mientras miraba su reloj. —Ahora chequearé  si están correctos.

—Si —me desperece.

Él me miró con ternura —Mientras chequeo esto puedes ir a cumplir con Sebastian, ya sabes a jugar con él —Sonrió

—Si —me levante intentando parecer entusiasmada cuando en realidad solo quería dormir. Use mucho de mi magia y no estoy acostumbrada.

Subí lentamente las escaleras y camine hasta el cuarto de Sebas.

*Toc * *Toc*

— ¿Mía? —gritó desde adentro.

—Si soy yo —intente sonar contenta.

—Genial —se escucho un correteo y la puerta se abrió —Pasa —me sonrió.

Al entrar había una gran cantidad de juguetes desparramados por el piso y a un costado, un canasto con más.

Él me tomo del brazo y me llevo corriendo hasta donde se encontraba el canasto.

—¡Todos estos no me gustan! ¿Me los cambias?. —me sonrió entusiasmado.

¿Cómo iba a decirle que no si me salvo de mi casi muerte por asfixia.?

—¡Claro! pero deja que me siente en la cama.

Él se acercó a mi y se sentó en el piso en frente mio.

De a poco me iba pasando los juguetes y me iba diciendo y mostrando en la tablet lo que querían que sea.

—Por último Mía ¿Acomodarías mi cuarto? Es que buscando los juguetes desordené mucho. —me miró suplicante.

—Si —Tosí.

—¿Te sientes bien? —agarro mi mano.

—No te preocupes —sonreí agorada.

Impregne el cuarto con mi polvo azul y lentamente acomodé lo acomodé.

—Listo —salto de alegría —Eres muy divertida Mía, muchas gracias —me tiró del brazo y beso mi mejilla.

—No es nada —le sonreí.

—¿ Segura que te encuentras bien? Estas muy fría. ¿No serás un vampiro? —abrió sus ojos asombrado.

—No —reí —es solo que utilice mucha magia hoy.

—Ve a descansar, dentro de una hora mas o menos se merienda.

—Eso haré —sin decir más salí de aquella habitación que ahora estaba llena de mi esencia.

Camine hacia mi cuarto intentando no caerme del cansancio.

—Al fin, mi cueva —susurré y lentamente me deje caer.

POV Erick:

Me encontraba en mi cuarto cuando vi a Mia ingresando al suyo. Me acerqué para comentarle que ya tenía los resultados de sus ejercicios, pero, antes de poder decirle algo ella cayo al suelo.

—¡Oye! —grité —¿Estas bien? —Me acerqué a su lado.

Al tocarla, para recostarla en la cama, noté que su cuerpo estaba helado, y su rostro muy pálido.

Ella me tomo de la manga del suéter —te-tengo frío —susurró, y vaho salió por su boca.

Su cuerpo estaba tan fría que si no me hubiese hablado pensaría que esta muerta.

Empecé a ponerme muy nervioso, esto no era normal. ¿Por qué tenia tanto frío? ¿Qué le había pasado?

—Radra —se refirió a mi —ayúdame —apretó aun mas la manga de mi suéter.

¿Quién es Radra? Y ¿Por qué se me hace familiar ese nombre ?

Con desesperación la tome en mis brazos, la lleve a mi cuarto y la recosté.

La tape con las frazadas y me quedé observándola un rato, su piel estaba tornándose azul como si realmente se estuviera congelando por dentro.

Por dentro, por dentro. ¡Un te! Eso la calentará por dentro

—Tranquila Misha —me levante cerré con llave mi habitación y me dirigí a preparar el te.

¿Misha? ¿Quién es Misha? ¿Por qué la llame así? ¿De dónde conozco ese nombre y por qué siento que no puedo decirle a nadie sobre esto?

Rápidamente llegue a la cocina.

—Sulma, Mía y yo vamos a merendar en mi cuarto. Estamos discutiendo sobre los ejercicios de antes, no te preocupes, yo nos preparo algo para tomar. —hable con seguridad.

—Claro, no se preocupe.

Sulma se retiró se la cocina y con mis manos temblando torpemente prepare el té

Subí aparentando tranquilidad las escaleras, abrí apresurado la puerta de mi cuarto y entre.

Me acerqué a ella, levante un poco su cuerpo y apoye su espalda contra mi torso para que estuviese en una posición más recta y pudiese tomar el té.

Con una mano la agarraba para que no se cayera y con la otra, suavemente, la ayudaba a ingerir el té.

Escondió su cabeza en mi cuello y un mar de sensaciones recorrieron mi cuerpo. —Radra tengo frío —su aliento estaba helado, el té no había sido de ayuda. La volví a recostar y a tapar.

Rascando mi nuca nervioso daba vueltas por mi cuarto pensando en alguna solución o que hacer para poder darle calor.

Darle calor...

—Espero no me mates por esto cuando te encuentres bien. —me acerqué a la cama me saque el suéter, la camiseta  y los pantalones; de igual manera a ella le quite la remera y me metí a la cama con ella. La abrace con fuerza y con temor, para transmitirle mi calor. 

—Radra

—Shh.. —acaricie su cabeza —Todo estará bien Misha.

Por algún motivo llamarla por ese nombre se me hacía muy natural y no me parecía extraño. Y que ella me llamase por ese nombre hacia que mi corazón se acelerara.

—Tengo mucho frío —susurró mientras temblaba en mis brazos.

—Lo se —intente calmarme —No se como ayudarte, lo siento —Una lágrima escapó y recorrió mi mejilla.

¿Estoy llorando? Hace años que no lograba llorar ¿qué es todo esto? ¿Qué está pasando?

—Necesito tu sangre, se que odias hacer esto, pero me —toce —me congelo.

—¿Mi sangre? ¡Mi sangre! —No se como eso tuvo sentido en mi cabeza. Mordí fuerte mi labio y cuando el sabor a óxido de la sangre se presentó la besé.

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Nota de la autora. 

Pues me inspire xD

🎀 Espero se hayan sorprendido y que les guste tanto como a mi.  🎀

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