
Parte 12 SIENDO PRESENTADA EN LA SOCIEDAD DE LION
Lion puso música nada más subirse al coche, el ruido que salió por los altavoces retumbó en mis oídos casi perforándomelos, era bestial... no llegaba a entender como lograba conducir con las música a semejante volumen. Estaba tan alto el volumen que al principio hasta llegué a dar un salto cuando comenzó a sonar.
Gracias al cielo mis oídos estaban más que acostumbrados al bullicio por lo que se adaptaron rápidamente al sonido de la música del coche de Lion. Bendito sea el Rock americano. Poco después sonó una canción hermosa de Linkin Park que escuchaba desde muy pequeña, a mi madre le encantaba, me la sabía tan bien que hasta comencé a cantarla en voz alta a pleno pulmón.
El jeep negro cromado hacía retumbar aún más del delicado sonido de la banda de Rock que tanto amaba, parecía sorprendido, como si no se hubiera esperado que pudiera cantar esa canción con tanto desparpajo y soltura, por supuesto él no sabía muchas cosas de mí.
- ¿los conoces?- dijo casi boquiabierto.
- Claro que los conozco, no olvides quien de los dos es el Yankee. Además, ¿qué tiene que ver que los conozca?, son buenos y se merecen mucho más de lo que han llegado a tener... y no tengo que ser buena chica siempre.
- Esa frase ha sonado muy sexy de tus labios.- dijo sonriendo con picardía.- así que no eres una niña buena.
- Nop, aunque me gustaría decirte que sí solo para fastidiarte, te sigo odiando por si no lo has notado.- dije riéndome yo esta vez, aunque a él también parecía hacerle bastante gracia.
Llegamos a la fiesta, estaba siendo celebrada en una casa de fraternidad perteneciente a la universidad de Londres. La casa de por sí era enorme y antigua, pero aun así estaba llenísima de gente, era impresionante, me sentía tan pequeña y joven en ese tipo de fiestas universitarias en la que nosotros éramos los enanos. Todos esos miedos se disiparon cuando Lion agarró mi mano suavemente, enredando sus dedos con los míos y me sonrió con ternura, sin duda me había equivocado con él, a pesar de su aspecto era un chico tan bueno y dulce...
- Tranquila, todos los presentes han venido con sus novias, te miraran o intentaran ligar contigo, no te separes mucho de mí y no pruebes ninguna copa que no te haya preparado yo o te prepares tú misma.- dijo seriamente como si me leyera las leyes fiscales de Inglaterra.
- No eres mi padre... además, eso ya lo sé...- sonreí más segura de lo que me sentía en realidad.
Entré en la casa medio escondiéndome tras la espalda de Lion. Todo era un verdadero desmadre, la gente bebiendo, fumando, y no solo cigarrillos, enrollándose los unos con los otros, hacían corrillos para algunos "eventos" y bailaban restregándose de todas las formas obscenas posibles... madre mía, me sentía como en casa, por suerte Lion no era consciente de nada de eso.
- ¿Asustada?- dijo Lion susurrándome al oído, haciéndome sentir como su boca se curvaba en una sonrisa maliciosa y picara que provocó un gran escalofrío por toda mi piel.
- Un poco... pero se me pasará.- respondí sabiendo que acababa de mentir a la vez que le decía la verdad, aunque claro, eso depende de lo que cada uno entienda por mentir.
La fiesta me intimidaba y estaba sacando mi vena tímida y sumisa, pero no me llegaba a asustar de por sí.
Lo que me asustaba era la gran e increíble atracción que mi cuerpo sentía hacia el de Lion, el gran poder que mi piel y cada cuerva de mi cuerpo le habían otorgado a él y solo a él. Como mi cerebro me traicionaba de forma en la que mi cabeza solo se llenaba con imágenes de como él se mordía el labio, de cómo mis manos recorrían todo y repito TODO su cuerpo, acariciando su piel, de cómo Lion besaba y mordía mi cuello.
Lion agarró mi mano y sonrió intentando calmarme.
- Ven, te presentaré a unos amigos que cuidaran de ti si me pierdes de vista u ocurre algo.
Tiró de mí hacia él y me protegió de los empujones y locuras de la gente mientras atravesábamos el oscuro mar de personas que ocupaban la casa. Llegamos hasta un grupo de personas sentadas formando un círculo en el suelo, parecían los más tranquilos del lugar, por el momento al menos esa era la impresión que daban. Un chico de pelo negro con mechas rojas y un piercing en la ceja fue el primero en hablar.
- Vaya, vaya, ¿esta es tu compañera de hoy, Lion?
- Es mi novia, Will.- dijo Lion henchido de orgullo sacando pecho.
Otro de los chicos que estaban sentados escupió la bebida por el susto y el asombro ya que las palabras de Lion lo habían pillado con la guardia baja, los demás solo rompieron a reír por el gesto del chico, hasta yo me vi tentada con la risa.
- ¿Tú con novia? Eso tengo que verlo yo.- dijo la única chica ya sentada en el suelo, me tranquilizó mucho ver que la versión porno de Barbie no estaba cerca, al menos yo no la había visto por la fiesta, y también el hecho de que no era la única chica presente.
La chica se levantó casi de un salto y me tendió la mano, la cual acepté sonriendo.
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