6. Un chico idiota Parte II
ETHAN
¡Dios, la chica era exasperante!
-No necesito de tus tutorías, es más, ni siquiera sé como la directora te eligió a ti como mi tutora. Apenas apruebas tus materias. ¿Tú vida de niña mimada no te deja tiempo libre? - estaba tan molesto con ella que si fuera sido un chico ya estaría con la mandíbula rota.
-No sabes nada de mi. Deja de hablar como si tuvieras alguna idea de lo que hablas, idiota - gruñó enfadada.
Esta vez fui yo quien la agarró del brazo y la acerqué a mi cuerpo.
-Te lo dije antes y te lo repito ahora; conozco a las niñas mimadas como tú. Tal vez para tu mami y papi seas el centro del universo pero para mi eres una más del montón con falta de amor propio. Si tanto necesitas que te alivien buscate a otro. ¿No te das cuenta que a los hombres no nos gustan las arrastradas? Madura un poco - luego la solté y me alejé de ella.
Pude darme cuenta de como nos miraban todos y eso no me gustó para nada. La idea era pasar desapercibido, pero esa niña...
Luego de un rato empecé a sentirme un poco mal por la forma en la que la había tratado, pero así era mejor, tenía que alejarla de mi.
Estaba entrenando cuando la vi corriendo por la pista de atletismo. Ella no tenía nada de niña, al contrario, y ese cuerpo... Cualquiera querría poder pasar sus manos por el y yo no era la excepción.
De todas las demás ella era las más rápida. El día que la conocí la vi escapar de la policía y si no se hubiera parado lo habría conseguido.
-Deja de mirarla - mi vista se desvió a Liam - Ella es mi, y no m gusta que observen de esa manera lo que es mio - dijo amenazante.
Lo miré sin mostrar ninguna emoción en mi rostro.
-Yo miro lo que se me da la gana - contesté secamente - Y según lo que yo sé, ella esta libre.
Él capitán del equipo se alejó de mi, no sin antes echarme una mirada de superioridad y caminó en dirección a la pelinegra que no prestaba atención a los llamados de su ex. Pude darme cuenta de como la miraba; como si fuera un pedazo de carne al cual hincarle el diente.
"Cabrón"
AMBER
Veía a mi hermana correr y correr alrededor de la pista de atletismo sin parar, eso solo pasaba cuando estaba enfadada. Intentaba quemar el estrés corriendo.
-Se desmayará si sigue así - comentó él chico tatuado que traía a mi hermana de cabeza.
-Esta enfadada. No tengo ni idea de porque pero es mejor que se desquite aquí que en casa con mamá, Scott o yo misma - comenté con simpleza.
Él me miró durante un rato, supuse que estaba buscando las diferencias entre mi melliza y yo. Era lo que la mayoría hacían.
-Somos mellizas, no gemelas. No somos idénticas ¿Sabes? La gente suele confundirse con eso - aclaré.
-Sí, me doy cuenta - contestó un poco desconcertado pero su rostro no dejaba de ser neutro.
-¿Tienes alguna pregunta que hacerme? - pregunté - no es que me moleste tú compañía, pero puedo notar que buscas algo de mi.
Él volvió la vista a mi hermana y se quedó pensativo. Entonces las cosas comenzaron a tomar forma en mi cabeza.
"Ay, Allison. No estas tan lejos de los pensamientos del chico malo"
-Si queres, podría ayudarte ha arreglar las cosas con Alli.
Me explicó que el solo quería hablar con ella sobre las tutorías y los trabajos que les había tocado juntos pero que no creía que fuera buena idea hacerlo en ese momento. Así que como buena hermana que era, le di a Ethan la dirección de nuestra casa y le dije que podría pasarse después de las cuatro.
* * * * *
ETHAN
-No me lo puedo creer, ¿A su casa? No pierdes el tiempo - se burló Nick.
Rodé los ojos.
-Tengo que hacer algunos trabajos con ella, solo eso - aclaré agarrando las llaves de mi moto.
-Pues deberías aprovechar la oportunidad que tienes, Ethan. Estamos aquí por una razón y sabotear los cargamentos de Akivia no es suficiente. Llevo cuatro años en la banda traficando y nunca lo he visto ¿Cuanto crees que tardaremos en llegar a él si ni siquiera estas en la banda?
Él tenía razón, pero jugar con los sentimientos de esa chica no era buena idea. Tendría que tomar una decisión pronto, porque necesitaba que Scott Jensen me ayudara a entrar en la banda.
Conduje por la ciudad hasta llegar a una urbanización casas en la cual ya había estado la vez que traje a Allison desde el puerto. Aparqué mi moto en frente de la casa de la familia Jensen y me dirigía a la entrada. Antes de que pudiera tocar el timbre, la puerta se abrió mostrando a un chico alto de cabello castaño y ojos azules.
"Scott Jensen"
Detrás del salió una mujer menuda de cabellera negra y llamativos ojos verdes. Deduje que sería la señora Jensen.
Scott me estudió de arriba a bajo con ojos críticos. Sabía que recordaba de las carreras en el puerto, pasamos todo el verano compitiendo y no habíamos cruzado muchas palabras.
-Buenas tardes - saludé - Soy Ethan Martin, compañero de Allison - dije lo más cordial que pude.
-¿Y qué haces aquí? - la desconfianza se hizo notar en la voz de Scott.
Su madre le mandó una de esas miradas amenazantes que solo las madres sabían hacer y luego me saludó con una gran sonrisa.
-Es un gusto conocerte, Ethan. Scott, acompaña al chico hasta el ático, tú hermana está ahí - pidió - nos vemos esta noche cariño - besó la mejilla de su hijo para luego despedirse de mi y encaminarse a su auto.
-¿Por qué buscas a mi hermana?
No sabía como iba hacer para que me integrara a la banda si se notaba a la leguaque yo no le agradaba.
-Tengo que hablar con ella - odiaba tener que dar explicaciones.
-Los dos nos conocemos, competimos en las carreras, conozco ese mundo y no quiero que mis hermanas estén involucradas en el. La gente que esta ahí corriendo... No siempre participan con buenas intenciones. No me gusta que estés cerca de mi hermana. Te agradezco lo que hiciste por ella, pero prefiero que te alejes - dictaminó.
"Bueno, al menos es claro y directo"
"Me agrada"
-Como has dicho, los dos participamos en las carreras ilegales - hice énfasis en la última palabra - que participes en ellas no te convierte en una mala persona. No se quien para juzgarte ni tampoco m i importa. En lo que se refiere a tú hermana, estamos juntos en clase, es mi tutora. Así que no puedo alejarme aunque quisiera, necesito su ayuda.
Tras él volvió a aparecer una pelinegra pero no era la que yo buscaba, sino su melliza. Al verme sonrió complacida y me invitó a entrar dejando a su hermano en la puerta. Al subir las escaleras me fijé en todas las fotografías que habían en las paredes. Scott, Amber y Allison de pequeños, en la playa, la piscina, el parque, bajo la lluvia... Todas ellas destilaban felicidad.
"Yo también tuve algo de eso una vez"
En el camino Amber me contó que su hermana se pasaba las tardes en el ático, el cual era su lugar especial y me di cuenta que de repente tenía muchas ganas de ver ese lugar. Amber me pidió que tirara de la cuerda que colgaba del techo y así lo hice, las escaleras se desplegaron y pude subir encontrando una habitación llena de todo tipo de fotografías. Personas, animales, objetos, elementos de la naturaleza... De todo. Casi no se veía la pared de la que colgaban las fotos. La pared a mi izquierda estaba llena de fotografías de Allison junto a sus hermanos y su madre, más a la derecha había una estantería con cámaras de diferentes tipos y marcas, y en la siguiente pared había dibujada una gran cámara profesional.
-¿Qué haces aquí? - me giré encontrándome a la pelinegra saliendo por una puerta que no había visto.
-Estoy seguro de que tú no la dibujaste - apunté a la cámara dibujada en la pared.
Caminó hasta la apertura de la salida y tiró hacia arriba cerrando.
-No me gusta que nadie entre aquí y tú eres la persona menos indicada para estar en este lugar. ¿Qué quieres?
Me fulminó con la mirada y por un momento me perdí en ella. En la manera en que su mano se alzaba para esconder un mechón de cabello detrás de su oreja, en como sus labios se volvían una linea fina y rosada y el leve sonrojo de sus mejillas. Pero sobre todo me perdí en esa mirada azulada que a veces parecía que pudiera ver todos mis secretos.
"Esa mirada..."
Escuché como me decía que estaba cansada de que me burlara de ella y se acercó a mi para tirar de mi brazo intentando que me moviera, pero obviamente, no lo consiguió.
-Allison, por favor para de ladrar. He venido por los trabajos - aclaré.
ALLISON
Los trabajos... Claro... ¿Cómo no?
Era una estúpida por pensar que él vendría disculparse por lo que me había dicho hoy en el instituto. Yo no era una niña mimada, mucho menos era el centro del mundo de mi padre, pero muchísimo menos era una arrastrada.
"Respira Alli, no eres un animal salvaje"
-De acuerdo, pero no tienes porque estar aquí. Vamos a mi habitación y hablamos de lo que quieras, pero sal de aquí antes de que acabe lanzandote por la ventana.
Estaba totalmente exasperada. No me gustaba que nadie entrara en MI ático, era MI lugar y solo yo decidía quien entraba y claro estaba que Ethan Martin no era bienvenido. Además me encontraba en el cuarto oscuro revelando las fotos que había tomado hoy y entre ellas se encontraba el rostro de Ethan en la clase de arte.
Finalmente quiso hacerme caso y bajamos a mi habitación a la cual le dio un rápido vistazo para volver la vista a mi.
-¿Qué, todavía te quedan mas palabras insultantes para gritarme a la cara?
Él sonrió y yo quise partirle esa bonita cara que tenía. Maldito.
-Eres rencorosa - afirmó.
-Y tú un capullo.
Él simplemente me dio la espalda y se dedicó a ver las fotos que tenía por toda la habitación.
-¿Sabes? A parte de "Capullo" soy observador - volvió a mirarme - y me he dado cuenta que en ninguna de esas fotografías hay una figura paterna - comentó esperando mi respuesta.
Lo que acababa de decir hizo que me tensara. Hablar de mi padre era un tema tabú.
-¿Sabes? Querido "Capullo"- utilicé sus mismas palabras - estas pecando de curioso, y a ti no te gustan los curiosos. No te conviertas en uno.
Entonces él me sonrió. "Iceman" me estaba sonriendo y no era cualquier sonrisa, sino una llena de calidez; todo lo contrario a lo que Ethan representaba. Quise poder tener mi cámara a mano y poder congelar ese momento, pero no la tenía, así que se quedaría por siempre en mi cabeza. Estaría archivada con el titulo: "La primera vez que "Icemen" me sonrió".
-También me he dado cuenta de que se te da muy bien intimidar a los demás pero que no te gusta que te intimiden a ti - comentó.
Esta vez la que explotó en carcajadas sarcásticas fui yo.
-Por favor... ¿Te estas escuchando? Eres tú el que intimida con esa mirada de "Mírame y te mato" y con tus pintas de "Soy el heredero de la mafia". Él único intimidante aquí eres tú, claro que conmigo no funciona - comenté arrogante.
-¿Estas segura de que no te intimido? - preguntó mientras se acercaba a mi como un león se acerca a su presa.
Por un momento me cuestioné si era buena ida desafiarlo en la manera en que lo hacía. Por mucho que me gustara no sabía nada de él y no debía fiarme, pero todo pensamiento coherente desapareció de mi cabeza cuando su aliento se mezcló con el mio y su nariz rozó la mi. Su mirada seguía siento tan vacía como siempre pero entendí lo que estaba intentando conseguir, intimidarme.
-Cuidado, Ethan. No vaya a ser que te robe un beso - lo provoqué.
-Allison, Allison... - amé la forma en que mi nombre sonaba susurrado por él - ¿De verdad eres tan atrevida como parece?
Siguió acariciando mi nariz para luego dirigirse a mi mejilla y bajar lentamente hasta mi cuello para luego lamerlo y succionarlo de tal forma que casi tengo un orgasmo en ese mismo momento. Me separé de el y le di la espalda.
"No me puedo creer que haya hecho eso"
Ok, oficialmente Ethan Martin era un verdadero capullo.
Las siguentes dos horas Ethan estuvo tan callado como siempre y yo me dediqué a pasarle mis apuntes y a explicarle lo que tendría que estudiar para el examen de la próxima semana. No volvimos a pícaros ni a retarnos pero eso no se quedaría así.
Ethan 1 - Allison 0
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