4. Su rostro
-Muy bien, chicos. Quiero la redacción de las paginas 17 y 18 para mañana. Ya se pueden ir - dictó la aburrida profesora.
-Odio historia - comenté bostezando.
-No eres la única - comentó Scott cogiendo su mochila y largándose.
Salí de clase en busca de Amber pero no la encontré dentro del instituto, supuse que andaría por alguno de los patios exteriores. Decidí comerme mi almuerzo pero al mirar bien la bolsa me di cuenta de que era de mi hermano. Salí al campo de fútbol donde siempre estaba mi hermano jugando con sus amigos. Al girar a ver las gradas me encontré con mi hermana melliza.
-¡Amber! - exclamé y subí las gradas para setarme junto a ella - te estaba buscando.
(Amber)
-Necesitaba tomar el aire. Física y química me matan - bromeó.
-Ya me lo imagino.
-¿Sabes? Esos tres chicos de allí no paran de mirarnos y conozco a uno de ellos - apuntó con su cabeza a Ethan, Cameron y otro que no reconocí.
Ethan como de costumbre se giró rápidamente para que no lo viera.
-Sí, conocí a Cameron. Me confundió contigo - reí -me pareció buen chico.
-Eso solo es fachada, es un idiota - comentó con resentimiento.
-¿Has podido verle la cara al otro chico? El de los tatuajes por todos lados.
-Oh, sí. Ese chico es muy guapo, a decir verdad los tres son muy guapos.
-Yo no he podido verle la cara - me queje - pensé que no era a la única a la que esquivaba - imbécil.
-Será que eres demasiado fea y no soporta tu cara - bromeó.
-Bueno... Querida hermanita, somos mellizas. Eres casi idéntica a mi, así que no dejas de ser igual de fea que yo - le eché en cara.
-Soy más hermosa que tú y lo sabes - me molestó.
-Él me vuelve loca - un suspiro salió de entre mis labisos.
-¿Cómo te vuelve loca si ni siquiera te habla? - preguntó mi melliza.
-Créeme que su mirada lo dice todo - contesté.
-Oh, sí que lo hace. Dice: "Vete a la mierda"
-¡Joder, Amber! Tú si que deberías irte a la mierda - dije molesta.
La ignoré y clavé mis ojos en esos tres personajes con una aura misteriosa.
-¡Allison, tengo tú almuerzo! - gritó mi hermano desde la pista.
Bajé las gradas hasta llegar a mi hermano y le entregué su almuerzo.
-Esto es tuyo - le entregué su bolsa.
-Y esto es tuyo - alzó mi bolsa pero ne me la entregó - y también me me lo comeré - salió corriendo antes de que pudiera decir algo.
ETHAN
Cameron, Nick y yo nos reunimos en las gradas para hablar de la información que teniamos y para fumar un par de cigarillos. Cameron nos estaba comentando que se había cruzado con Allison en los pasillos y que la había confundido con su hermana melliza.
-Son hermosas... - susurró pensativo Cameron.
Yo les conté que me había enterado que el chico al que buscabamos y al que vi con Allison en el puerto era su hermano, Scott Jensen. Ahora teníamos que acercarnos a él para que me ayudara a integrarme en la banda de Akivia.
-Joder, como corre - dijo Nick - y tiene un buen trasero.
Me fijé en como Allison corría por el campo tras su hermano, de un momento a otro paró y agarro una de las pelotas para luego lanzarla a los pies de Scott. Acción que hizo que el cayera al suelo.
No pude reprimir la sonrisa, era de armas tomar.
Se acercó a su hermano y le arrebató la bolsa.
-Tiene buena derecha - revelé.
-La chica parece ser una cajita de sorpresas, con lo delicada que se ve ¿No crees, Ethan? - preguntó Cameron.
Allison se dio la vuelta y se encontró de cara con el chico con el que la había visto en el patio trasero. La muy tonta casi se derrite cuando el le colocó un mechon de cabello tras la oreja. Estuvo hablando con el un momento y luego se adentró al instituto.
-Yo que se. No la conozco. Nos vemos en clase - dije poniendome en pie.
Estaba meando cuando escuché unos murmullos.
-¿En serio? ¿Cómo se les ocurre romper el puto espejo del baño del instituto? - reconocí esa voz al instante.
Abotoné mi pantalón y subí la bragueta para luego salir del cubículo en el que estaba. La encontré mirando su dedo ensangrentado. ¿Qué hace en el baño de hombres?
Ella al darse cuenta de mi presencia se asustó y se me quedó viendo con los ojos muy abiertos, el azul de sus ojos era intenso pero el negro de sus pupilas casi lo opacaba por completo.
-Por fin te veo la cara - habló con asombro.
"Mierda"
-Eres hermoso, no entiendo porque no me dejabas verte - reclamó.
"¿No se acuerda de mi?"
"Perfecto"
-¿Que haces aquí? - prgunté.
-No, ¿Qué haces tú aquí?
-No, no, pequeña. Este es el baño de hombres - aclaré apuntando a los inodoros pegados en la pared.
Ella se quedó callada al darse cuenta de que yo tenía razón y que ella había sido muy despistada al entrar en el baño equivocado.
Se veía un poco pálida y no era por el susto que yo le había metido, apostaría todo a que era por el chico ese. Ella iba a hablar pero cuando escuchó la puerta abriendose se cayó, me agarró del brazo y me metio junto a ella a uno de los cubículos y cerró la puerta.
Se pegó a mi, aplastando su espalda en mi pecho.
-Es Liam -susurró para que no la oyeran.
-¿Viste como te miraba Allison? Todavía se muere por ti - comentó uno de los chicos que lo acompañaba.
Al oir eso ella se tensó.
-Sí, lo sé. Todas se quedan fachadas conmigo después de una buena sección de sexo - alardeó.
-Hijo de pu... - tapé la boca de Allison.
Ella intentó desahcerse de mi y abrir la puerta pero yo la envolví con mi brazo y le susurré al oído que se quedara tranquila. Gracias a dios me hizo caso.
Escuchamos como Liam y sus amigos hacían una apuesta, la cual se basaba en el hecho de que Liam tenía que volverse a llevar a la pelinegra a la cama y a cambio se llevaba una moto. La risa de todos ellos se escuchó cuando Liam comentó como la había echo gemir cuando la tuvo entre sus brazos.
Me sentí mal por ella, no era lo mismo hablar de una chica y que ella no se enterara, a que ella estuviera detrás de una puerta escuchándolo todo. Era humillante.
Volvió a removerse entre mis brazos pero no la solté.
El timbre de vuelta a clases sonó y los hijos de puta esos se fueron. Apoyó su cabeza en mi hombro y pude ver perfectamente como las lágrimas se acomulaban en sus ojos.
Quité mi mano de su boca y el barzo con el que la envolvía.
-¿Estas bien? - le pregunté.
Ella se alejó de mi y se secó el rostro antes de girar a verme.
-Estoy bien, gracias -respondío con la frente en alto.
-Bien, porque no vale la pena llorar por en tipo como él - dije.
No me gustaba ver a las mujeres llorar. Durante mucho tiempo tuve que ver como mi madre lloraba sin consolación por un hombre que no se la merecía.
-Tienes razón, y siento el numerito que monté. Por favor no le digas a nadie sobre esto.
ALLISON
* * * * *
Ya eran las ocho de la noche y mi humor no había cambiado desde que salí del baño de hombres. Todo había sido un juego. Me sentía tan humillada, oír todo eso del chico al que quería decía de mi fue doloroso y el que Ethan también lo fuera escuchado lo empeoraba más. No le había comentado nada a mi hermana porque primero quería tenerlo superado. Liam me las iba a pagar muy caras, el no sabía con que fiera se había metido.
Iba a la cocina cuando escuché a mi hermano y a Peter hablando en la sala sobre ir esta noche a un nuevo antro que abría. El hecho de que inauguraran un antro entre semana me pareció algo raro y loco, Peter pensó lo mismo que yo y se lo comentó a mi hermano. Scott solo respondió que el lugar se llamaba "Underground" y que allí abajo lo clandestino se sentía en estado vivo.
Dejé mi escondite y me senté junto a Peter.
-Yo quiero ir - dije.
-No -contestó de inmediato Scott.
-Créeme, si tu quieres ir me llevaras contigo porque sino hablaré con mamá. No creo que le haga gracia que te vayas de fiesta un miércoles -argumenté con malicia.
Me pegó una almohada en la cara y luego aceptó con la condición de que tuviera cuidado.
A las doce ya estabamos todos en la entrada del antro. Amber al enterarse de que saldríamos corrió a darse una ducha y a prepararse. Hoy iba a divertirme, fuera Liam y su apuestas de mierda; iba a bailar hasta que mis pies ya no pudieran más.
Al entrar al antro todos nos dispersamos, Peter y Scott en busca de alguna chica, Amber, supongo tambien en busca de algun chico y yo en busca de la barra. Al llegar pedí un "Sex on the beach" para luego dirigirme a la pista a bailar sin par.
Todos bailabamos al ritmo de la musica electronica acelerando nuestros saltos cada vez que la velocidad de la cancion augmentaba y minorandolas cuando la música lo hacía. Mi cabello volaba por los saltos, mis brazos se alzaban como si quisieran llegar al cielo y mis pies se inpulsaban una y otra vez. Ya no sabía si tenía voz o no, pero ni siquiera me importaba.
Cansada y con sed me dirigí de nuevo a la barra a por algo de beber y ahí me encontré a Ethan vestido como el badboy que era, pero el caso era que no fue precisamente su precensia lo que llamó mi atención; sino el tatuaje de su mano derecha. En su palma estaba tatuada una calavera.
No lo pensé, solo actué y ahora tenía la mano de Ethan entre las mías y acariciaba con las yemas de mis dedos el tatuaje.
-Eres tú - lo miré a lo ojos.
Ethan alegó su mano de la mía y se marcho dejándome sola con mi descubrimiento. Iba a seguirlo cunado Peter apareció frente a mi.
-Pequeña, Alli -besó mi mejilla - vamos a bailar - me agarró y me llevó junto a él a la pista.
Mientras bailábamos yo buscaba a Ethan entre la multitud, pero el hecho de que esto estuviera lleno de gente y que prácticamente no había luz me hacía el trabajo difícil. Que Ethan se comportara tan misteriosamente despertaba la curiosidad en mi, necesitaba entenderlo, saber porque se comportaba así.
Peter me dio la vuelta y pegó nustros cuerpos de forma que nuestras bocas casi se tocaban.
-Peter...
Llevo su boca a mi oido.
-Me gustas mucho, lo sabes ¿Cierto?
Conocía a Peter desde que eramos pequeños, practicamente habíamos crecido juntos, era el mejor amigo de mi hermano y el de Amber y él mio también. No podía recordad un momento de mi vida en el que el no estuviera presente. Él sabía que para mi era un hermano pero siempre me decía lo mismo.
-Eres un hermano para mi, lo sabes ¿Cierto? - pregunté con el mismo tono que el había utilizado.
Él soltó una risotada y de mis labios salió una sonrisa.
-Pero tú me gustas - susurró de nuevo.
Yo lo miré a los ojos en busca de una pizca de broma y al no encontrar nada de ella me puse nerviosa.
-Te quiero pequeña Jensen - besó mi mejilla - ¿Qué haría sin una de mis mejores amigas?
-¡Aburrirte!
Peter volvió a reir y yo con él. Luego de un rato bailando nos volvimos a separar.
Volvía a la barra a por un chupito de tequila y me pregunté donde se había podido haber metido Ethan. Joder, él no era tan difícil de encontrar, solo tenía que encontrar a un chico tatuado hasta las sienes .
Mientras me partía la cabeza pensando en como encontrar al misterioso chico de ojos celestes; apareció alguien que hizo que mis animos volvieran a decaer.
Liam se presentó de nuevo tratándome como una reina comentando lo hermosa que era y muchas mas de sus mierdas.
Empezó a insinuarme que yo le seguía gustando y que él y yo podríamos ir a una de las habitaciones que se alquilan para los deseos. ¿Cómo se podía ser tan hipócrita? Liam creía que porque sentía algo por el dejaría que me tratara así y ahí era donde el se equivocaba.
Se encamino a mi oreja y mordisqueó el lóbulo de ella. Lo maldije una y otra vez por saber mis puntos débiles. Cuando intentó besarme me alegué como si de una cucaracha se tratara (en realidad si se trataba de una cucaracha). Me preguntó que pasaba y lo único que supe responder fue queme gustaba la idea de ir a pedir una habitación para los dos, le dije que iría en ese mismo momento a por las llaves.
Él chico que me entregó las llaves me dijo que si quería también podría ir a disfrutar de unas de las habitaciones con él. Quise pegarme un tiro porque el era demasiado robusto para mi gusto.
Tenía que pensar en algo para deshacerme de Liam pero ¿Cómo?... Entonces la bombilla se me encendió.
Entré a la habitación y busqué un lugar en el que dejar mi móvil grabando. Al encontrarlo lo escondí bien para que no se notara y salí de nuevo de la habitación. Caminé decidida hasta Liam, le entregé las llaves y le dije en el oído que en diez minutos me encontraría con él.
-Cundo entre a la habitación te quiero ver completamente desnudo - besé y mordí su labio antes de escabullirme entre la gente.
Cuando me aseguré de que Liam estaba dentro me dirijí al hombre que me había entragado las llaves y de la forma mas sensual y coqueta le dije que me gustaría disfrutar con él la habitación que había pedido. No fue un problema covencer al hombre robusto de ir a tener sexo duro en la habitación número 12. Lo que no le convenció fue el hecho de que ya tenía que entrar desnudo a la habitación.
-Es que me pone mucho que entres desnudo - acaricié su brazo peludo.
"¡Ugh!"
Con la misma escusa que le di a Liam me marché dejando que mi plan se desenvolviera solo.
-Eso te pasa por ser un hijo de puta - hablé a la nada.
Estaba siguiendo con mi busqueda cuando choqué con un chico y eché toda mi bebida encima de él. Iba a disculparme cuando tras el vi la cabeza tatuada de Ethan. Hablaba con el mismo chico con el que me había topado en los pasillos, Cameron. Eché al desconocido a un lado y camine hacia mi objetivo. Ahora que volvía a estar tras el me fijé en lo alto que era, solo le llegaba hasta los hombros, un poco menos. Toqué su hombro intentando llamar su atención pero no funcionó. Volví a repetir la acción pero tres veces seguidas. Esta vez se guiró y bajó su mirada hacia mi y elevó una ceja.
-Oye... Yo... - joder era demasiado hermoso e intimidante.
-Tú ¿QÚE? - casi pego un salto.
-Eres el chico que me ayudo en el puerto - afirmé - Es cierto ¿No?
-¿Y a ti que te importa? - hermoso y sexy, pero borde ¡GENIAL!
-En todo caso se que fuiste tú quien me ayudó - contesté ignorando su forma de hablarme - y me gustaría...
No pude acabar de hablar porque alguien tiró de mi dandome la vuelta. Frente a mi tenía a una morena con cara de pocos amigos.
-¿No te han enseñado a no coger lo que no es tuyo? - fruncí el seño.
-No se a que te refieres -respondí.
-Se nota que la puta de tu madre te ha estado enseñando a robar hombres ajenos. Él esta conmigo, ves a zorrear a otro lado.
Cuando entendí a que se refería me giré y miré a Ethan, el cual observaba la escena de brazos cruzados.
-Yo no estoy zorreando con nadie - la tipa estaba completamente loca.
-Se nota que eres una putita con cara de niña buena - ok, se estaba pasando.
-Y me lo dice la que va vestida de tal manera que no deja nada a la imaginación - contrataqué.
Su mano se alzó y impactó con mi mejilla haciendo que mi cara se girara a un lado y que el ardor recorriera la mitad de mi cara.
Rojo, veía rojo.
¡Matala, matala, MATALA!
Gritaba esa voz en mi cabeza. La muy perra me había golpeado.
-!¿Pero a ti que te pasa?¡ - grité empujandola.
Ella se avalanzó sobre mi y caímos las dos al suelo haciendo que se formara un circulo en nuestro alrededor.
Perdón por la tardanza pero ya no tengo ni ordenador ni tableta. Ahora tengo que actualizar a través del móvil y se me hace más difícil e incomodo, pero intentaré actualizar seguido.
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