3. Ignorando miradas
AMBER
Me dirigía a la siguiente clase cuando alguien tiró de mi brazo, al girarme me encontré con Peter.
-Hola hermosa - saludó con esa reluciente sonrisa.
-Em...¿Hola? - intenté marcharme pero no me dejó - Peter tengo que ir a clase, déjame pasar.
-Solo necesito un momento - pidió.
-¿Qué necesitas? - se acercó lentamente invadiendo mi espacio personal.
-Necesito tu ayuda - rozó con sus labios el lóbulo de mi oreja.
¿Por qué me hacía eso? ¿No se daba cuenta de lo que esas pequeñas acciones suyas hacían en mi?
-Joder... - lo alejé de mi- ¿Tienes que hacer eso?
-¿Qué hice? - preguntó burlón.
-Ok, dejalo. Habla ya, que no quiero llegar tarde por tu culpa.
-Bien... Em... Hay un nuevo alumno y como castigo - como no, primer día de clase y ya tenía un castigo - la profesora de literatura me ordenó que le enseñara todo el instituto y sus instalaciones. Pero quedé con tu hermano para ir hacer unas cosas y no me da tiempo ¿ Podrías ayudarme, por favor? Mira, si me ayudas...
-Cállate -le pedí - no me des más escusas. ¿A quien tengo que mostrarle este lugar?
-Se llama Cameron. Te esperará a la hora del almuerzo en secretaría. Gracias, eres la mejor - besó mi frente y se marchó.
-Claro... la mejor amiga. Simplemente eso - susurré dolida.
Cuando sonó el timbre dando la entrada a la hora del almuerzo fui a secretaría en busca del chico nuevo pero ahí no había nadie.
Estuve esperando un buen rato pero no llegó el tal Cameron así que decidí irme a alimentar mi estómago.
CAMERON
Estaba de camino a secretaría cuando recibí la llamada de Nick, tendría que dejar la excursión para otro día.
Conduje por las calles de california hasta llegar al piso que habíamos comprado Ethan, Nick y yo.
Lo que tramábamos era algo demasiado peligroso como para convivir con nuestras familias o bueno... Lo que quedaba de ellas.
Aparqué el coche y me dirigí al edificio. Pedí el ascensor y presioné la planta 24, al llegar a mi puerta la abrí y me encontré con Ethan y Nick hablando en el sofá.
-¿No se suponía que hoy era nuestro primer día de clase? ¿Que hacemos aquí? Estaban apunto de mostrarme el instituto hasta que Nick me llamó. Si vamos a hacer esto tenemos que hacerlo bien, fingir bien.
-Ya lo sabemos, pero aquí nuestro amigo tiene un pequeño problema - habló Nick - ¿Recuerdas que nos comentó que ayudó a una chica en las carreras? Resulta que la chica es una de sus compañeras y no sólo eso, también su tutora. Tenías que haberla dejado ahí - declaró enfadado.
-Esto no saldrá bien - comenté un poco agobiado.
-Se que en este plan tú eres uno de los que sufrirá más si sale mal, pero no hay que ponernos nerviosos ¿De acuerdo? Llevaba el casco cuando la ayudé, solo vio mis ojos. No creo que se acuerde. Tenemos que centrarnos en el plan. Llegamos al chico, hacemos que me meta en la banda y luego la estocada final. Tenemos que hacer las cosas bien, como están planeadas. Hay que fingir que somos adolescentes normales - habló Ethan y tenía toda la razón.
-Pero ni siquiera sabemos quien es el chico - me quejé.
-Lo vimos en la carrera, simplemente tenemos que coincidir con él - comentó Nick.
-Vi a la chica hablando con él, tal vez si nos acercamos a ella podamos llegar a él - declaró Ethan.
-A partir de mañana seremos estudiantes normales, con problemas típicos de los adolescentes - todos asentimos - ahora yo me voy, tengo que hacer algunas cosas.
-Cameron, cuídate. No levantes sospechas en la banda, porque sino estaremos muertos - Ethan habló preocupado.
-Quédate tranquilo, se defenderme - y sin más salí del piso.
No podía evitar no preocuparme, todo era demasiado peligroso, todo estaba en juego y la única forma que tenía de poder estar tranquilo era acabar con la amenaza. Ethan planeó todo muy bien y si seguíamos cada uno de los pasos del plan no habría nada de que preocuparse. Nick decía que después de todo estaríamos bien, pero en el fondo sabía que después de nuestra venganza nada volvería a ser lo mismo. Los que se fueron no volverían y todo el proceso del plan nos cambiaría completamente. Por más que quisiéramos no volveríamos a ser los mismos chicos que hace un par de años atrás.
Estaba en el semáforo esperando a que cambiara de color cuando sentí un golpe en la parte trasera de mi coche.
Salí enfadado y listo para golpear al imbécil que fuera chocado conmigo, pero solo me encontré con una chica de cabello negro y unos ojos azules intensos y brillantes .
-¿Es que estas ciega? - pregunté al ver el estado de mi coche.
La chica solo se me quedó mirando.
-Por lo que veo sorda también - dije acercándome a ella.
-Hermosa lo siento, no te vi - se disculpó un hombre detrás de ella.
La chica se dio la vuelta dejandome hablando solo. ¡¿Quien se cree?!
-¡TÚ! - gritó al hombre que se había disculpado - ¡Eres un idiota! - lo empujó.
Se quedó mirando la parte trasera de su coche.
-¡Mira lo que hiciste!
-Oigan, yo solo quiero que alguien responda per esto - apunté a la culata desprendida de mi coche.
-No fue mi culpa - alegó ella.
-Claro que fue tu culpa. Si no sabes conducir no lo hagas o si estas ciega ponte lentes. ¿Como se te ocurre ir así por la vida, ¿Niña? - remarcé la última palabra.
-Yo se conducir, fue ese idiota el que me golpeó ¿Y de que te quejas tanto? Fue mi coche el que se llevó la peor parte. Y no soy una niña, imbécil. Seguramente tengo la misma edad que tú.
Ella se giró para hablarle al tipo que causó todo el alboroto pero ahí ya no había nadie, ni siquera el coche.
¿En qué momento se había ido?
-Más te vale...
-Oye, relajate ¿Sí? Yo no tuve la culpa - respondió frustrada.
-Me da igual ¡Muévete que no tengo todo el día!
-¡Deja de gritarme! - suspiró - Ok, vamos a un taller mecánico que esta aquí cerca.
Me la quedé mirando pensando en las mil formas de matarla.
-¿No tenías prisa? Pues muévete.
Luego de unos minutos llegamos al taller de Tony, un amigo.
-Pero miren que tenemos aquí a la preciosa Amber, hoy no vienes con la hermosura de tu hermana melliza - ¿Mellizas? Mmm... Fue interesante él hecheo de que pudiera haber otra como ella.
-No, hoy vine con un imbécil - comentó ella y yo la fulminé con la mirada - Tony necesito que revises los dos coches de afuera. Uno es mio y el otro de...
-Y el otro es mio - acabé la frase llamando la atención del mecánico - hola, colega - estreché su mano.
-Cam, ¿De nuevo aquí ¿Eh?
-Esta vez no fue mi culpa - miré a la tal Amber.
-Ni mía - se defendió ella.
Salimos afuera para que Tony viera el estado de los coches.
-¡Wow! Con que rápida y furiosa ¿Eh? - se burló de ella y una pequeña sonrisa se formo en mis labios por el comentario.
-No estoy para bromas - contestó seria.
-Me llevará un poco de tiempo arreglarlos - comentó mientras arrancaba del todo la culata suelta del coche de la pelinegra.
-De acuerdo, apunta todo, cuando esté te pagaré - afirmó.
-¿Los dos?
-Claro que no. Solo el mio... - me miró con odio - el suyo se lo pagará él mismo. Yo ya me marcho.
-Amber espera, antes tienen que rellenar unos papeles - dijo Tony antes de que ella se diera la vuelta.
-De acuerdo.
AMBER
Apenas llegué al instituto Peter apareció pidiéndome que lo acompañara a secretaría para presentarme a alguien y como era Peter quien me lo pedía no pude negarme.
No había podido dormir por culpa del tal "Cam" y el otro desconocido que chocó mi coche. Cuando le conté a mamá lo que había pasado me atacó a regaños y me dio un sermón sobre la responsabilidad y una clase teórica de como conducir un coche. Todo por culpa de esos dos idiotas.
-Maldita sea, Peter. Estoy cansada de ti y de tus tonterías - ojalá fuera cierto - ¿A quien quieres presentarme?
Entramos a secretaría y nos encaminamos hacia un chico que estaba de espaldas.
-¡Cameron! - lo llamó.
-¿Cameron? ¿Quien es...?
Me quedé sin palabras cuando vi al tan mencionado Cameron. Frente a mi tenía a un chico de cabello castaño bien cortado y cuidado con unos ojos verdes grisáceos que me sonreía burlesco.
-¿No te llamabas Cam? - pregunté desconcertada.
-Es un diminutivo de Cameron - contestó obvio.
En ese momento me sentí muy estúpida. ¿Por qué de todos los institutos de California el tenía que venir a este?
-Chicos, yo los dejo. Cameron, Amber te mostrará el instituto - informó.
-¿Cómo? Eso era ayer y él no llegó. Me da igual que tengas que hacer hoy, yo me largo - me di la vuelta y me fui.
Peter podría ser mi mejor amigo y el chico que me gusta pero no iba a pasar ni un solo minuto con ese tipo.
ALLISON
Estaba por entrar a clase de literatura cuando la directora hizo acto de presencia en mi busca y me llevó a dirección diciendo que tenía algo que comentarme.
-Que yo sepa aún no he hecho nada malo - hablé cuando cerró la puerta.
-No te he ido a buscar por eso. Hay un alumno nuevo que necesita de una tutora y te he asignado a ti.
-¿En serio? Yo no...
-Tus notas son buenas , además estoy segura de que podras ayudarlo a integrarse. Él también puede ayudarte a ti. Su mejor nota la tine en la clase del profesor Morris.
Lo que me faltaba, ser tutora. Como si a mi no me costara ponerme las pilas para cada examen.
-Bueno... De acuerdo. ¿Como se llama mi alumno?
-Ethan Martin - contestó - va a muchas de tus clases.
-Vale, lo buscaré y nos pondremos de acuerdo con los horarios. ¿Puedo irme ya a clase?
-Claro, y por favor comportate.
Asentí y salí del despacho para dirigirme al pasillo que me llebaría al clase de literatura. Al girar en la esquina choqué con un chico que me mandó al piso. Me lo quedé , mirando sorprendida.
-Joder... ¿Es que acaso estas echo de piedra? - pregunté mientras me limpiaba los pantalones.
-No, no estoy echo de piedra. Amber de verdad creo que sería buena idea que te pusieras lentes - alegó burlativo.
Yo alcé la vista confundida. ¿Amber?
Escaneé al chico de pies a cabeza y no pude negar que era verdaderamente hermoso.
-Te confundes, no soy Amber. Soy su hermana melliza, Allison - aclaré.
Él se me quedó mirando durante un momento para luego volver a hablar:
-Es cierto... Lo siento. Es que son tan parecidas que me confundí. Me llamo Cameron - se disculpó.
-Suele pasar - contesté riendo - ¿De que conoces a mi hermana?
-Chocó mi coche - contestó.
Así que este era el imbécil de ayer. Amber se olvidó de comentarme lo guapo que era.
-Oh, si. Comentó algo ayer - dije recordando todos los insultos con los que lo describió - fue un placer conocerte Cameron, pero tengo que irme a clase.
-Yo tambien, el problema es que no se donde queda la clase economía ¿Podrías ayudarme?
-Claro, mira solo tienes que subir las escaleras hasta el segundo piso y girar a la izquerda. La clase esta en la tercera puerta, ya te daras cuenta - le indiqué.
-Gracias, hasta luego - se despidió.
Seguí mi camino a clase pero al darme cuenta de que el mismo chico de los tatuajes estaba ahí apunto de tocar la puerta. Me paré tras él y al estar de espaldas a mi no pude ver su rostro pero si los tatuajes de su cabeza, nuca, hombros y brazos.
¿Hasta donde estaba tatuado?
-Hola - saludé poniendome a su lado.
Él no contestó, ni siquiera se giró al verme, al contrario escondió de nuevo su rostro.
¿Por qué no me dejaba verlo? ¿Es tímido?
-¿Eres tímido? - pregunté esperando que me contestara.
Tampoco me contestó.
-Ok, entonces eres sordo. Sordo y mudo, no lo pareces ¿Sabes?
Vale, no era tan tonta. Él no quería hablarme así que no iba seguir molestando.
Toqué la puerta y la profesora de literatura se asomó.
-Mmm... Ya veo. Allison Jensen y Ethan Martin ¿Podrían decirme por qué llegan tan tarde?
-Estaba con la directora - contestamos los dos a la vez.
"Esa voz..."
Lo miré desconcertada, yo acababa de estar con la directora y él estaba mintiendo. Como siempre escondió su rostro y yo rodé los ojos.
-¿La directora?
-Sí, el es nuevo y la directora me asignó como su tutora. Si no me cree puede ir a preguntarle usted misma. Yo puedo cuidar la clase por usted - bromeé.
-Déjese de tonterías y pasen a clase de una vez.
* * * * *
-Alumnos eso es todo por hoy. Los deberes están en la pizarra. Hasta mañana.
Recogí todas mis cosas y salí de clase. Historia era un asco, la profesora hablaba y hablaba y su voz para mi era como una canción de cuna. Aguantar las ganas de quedarme dormida era un trabajo muy duro. Caminé hacia mi casillero y guardé los libros que no me hacían falta.
Me saltaría la hora de biología, no me daba la ganad de ver la cara de sapo del profesor. Me encamine al patio trasero donde pocos iban y en donde yo podía encontrar un poco de paz. Me senté bajo la sombra de un árbol. Recosté mi cabeza en mi mochila y cerré los ojos.
Disfruté de los quince minutos de paz hasta que llegó Liam.
-Hola, pequeña - la voz de Liam me despojó de toda la relajación que tenía - estaba buscándote.
Reprimí las ganas de salir corriendo de ahí y alejarme de él.
-Aquí estoy - contesté secamente.
-Es que vi esta rosa y no pude evitar pensar en ti - ante mi apareció una preciosa rosa roja - es igual de hermosa que tú - acarició mi mejilla con los pétalos de la rosa - ten - me la entregó.
¿Por qué me hacía esto? Me deja, me dice que no siente lo mismo que antes, que prefiere salir con otras pero luego llega y me regala rosas.
-Gracias.
"¡Quiero estanpártela en la cara!"
-No se merecen, amor - besó fugazmente mis labios para luego darse la vuelta e irse.
Miré la rosa en mis manos y negué. Era un cínico. Me besaba, me regalaba rosas pero se acostaba con otra.
Estuve saliendo con Liam durante dos años, dos años increíbles. Para mi el lo era todo, con el había experimentado mis primeras veces. La primera vez que salí de fiesta lo hice con el, la primera vez que me emborraché fue en su compañía. No en la de mis hermanos o Peter que era mi mejor amigo; sino con él. La primera vez que estuve desnuda frente a un hombre fue con el. Liam, Liam y más Liam. Ahora era la primera vez que me rompían el corazón y el era el causante.
Si algo había aprendido de mi madre era a no ir detrás de alguien que ya no me quería. Mamá siempre me decía:
"Si verdaderamente te ama nunca te abandonará"
Liam no me amaba y yo no iba a mendigar su amor.
-¡Allison! - me giré al ver a Peter - te saltaste la clase - me reprochó.
-Sí, quería descansar un rato.
-Reprobaste biología. ¿No crees que sería sensato que asistieras a las clases?
-¿Quien dijo que yo pienso con sensatez?
-En eso tienes razón - se sentó a mi lado.
-Mira, es para ti - le puse la rosa en la oreja.
-¿Una rosa? ¿No debería dártela yo?
-No hay ninguna ley que prohíba que una chica le regale una rosa a un chico y si la hubiera la rompería porque eres mi mejor amigo y mereces que te regale una rosa por soportarme - dije sonriente.
-Te quiero, Allison - susurró a mi oído mientras me daba un fuerte abrazo.
-Y yo a ti.
-Ok, este momento es muy bonito pero es hora de ir a clase - dijo deshaciendo el abrazo.
-¡Nooo! - lloriqueé.
-¡Sí! - esta vez apareció mi hermano - levanta el trasero del césped y camina. No te saltarás otra clase - ordenó.
-¡Scott, por favor! -supliqué pero no me hizo caso.
Me alzó y me cargó en su hombro como un saco de papas.
-Scott Jensen, bájame ahora mismo o te juro que no tendré sobrinos - amenacé.
-Si yo tengo que tragarme las clases tú también lo harás.
Desde una España, Cataluña muy húmeda en el día de hoy. Besos, espero q ue les guste.😚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro