Tú, en tu camino hacia la izquierda
lo que reflejabas era amor
armonía, paz.
Eras como querías
cuando querías,
Eras y eres, por lo visto.
Paso que mi ausencia fue la presencia de tu felicidad.

Yo, en cambio en mi camino hacia la derecha,
aparentaba siempre estar bien,
reía siempre y trataba de conocer, indagar, pero era muy difícil siendo tu recuerdo el oxígeno que respiraba sin querer,
siendo tu "adiós" el martirio
de mi cronómetro.

Pero aquí estas de nuevo...
la misma sonrisa, el mismo deseo, las mismas ganas,
aquí estas siendo la misma,
Al igual que yo.
Aquí estamos viéndonos uno al otro con el arrepentimiento de haber dejado de regar el jardín que un día sembramos.
Aquí estamos, preguntándonos si no es muy tarde para volver a intentarlo; si no es muy tarde para explicarnos el uno al otro si la infelicidad nos convirtió en imán atrayendonos de la nada,
si el orgullo fue quien hizo que sonrieramos, para mostrarnos fuertes.
O simplemente la falta de cada uno, que nos musitaba al oído:
"Aun no es tarde"

Aqui estamos sin saber que decirnos, esperando a que el silencio deje de hablar para explicarnos el por qué tú allá y el por qué yo acá.
Pero...
No aguante las ganas y te dije "te amo" en un abrazo y en un beso: "aun no es tarde para el jardín ver florecer"

-L