𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟯𝟲
—¡Youjin, tienes que comer!
La cantante volvió a negar ocultando su rostro en la almohada que su novio solía usar cuando se quedaba a dormir con ella. Dos días de no saber absolutamente nada de JungKook, ni una pista de su paradero, a excepción de un trabajador de la agencia que encontró el celular tirado en el piso. Nadie lo había visto salir de la empresa, las cámaras no captaron nada sospechoso tampoco; era como si la tierra se lo hubiera tragado y la situación estaba afectando a más de uno.
—Cielo, no arreglas nada continuando tirada aquí en la cama, no te ayuda que te deprimas.
—Solo quiero saber dónde está —su voz sonaba débil. Apretó las sábanas contra su cuerpo. Algo le decía que su sasaeng estaba detrás de todo esto.
La puerta de la habitación se abrió despacio luego de unos suaves golpecitos a la madera. Jin captó la atención de Kira y su madre quienes intentaban animar a la cantante.
—Namjoon y su padre están aquí, acaban de llegar —susurró. Youjin se levantó como un resorte, pero se quedó en su lugar cuando su hermano le dijo— solo vinieron a saber cómo estabas y si la policía sabía algo más.
Se echó hacia atrás, lloriqueando. Ella sabía que poniéndose así no lograba nada, no podía evitarlo. ¿y si JungKook tenía una crisis de asma sin su inhalador cerca? ¿si el sasaeng le había hecho algo? ¿o un accidente donde no podía pedir ayuda? Su cabeza saltaba de un escenario a otro, uno más catastrófico que el anterior. No podían culparla por pensar así cuando el sasaeng se había atrevido a hacer una broma matando un indefenso ser y enviándoselo para volverla loca. Su irritación llegó recordando lo que le había dicho en esa llamada. Él jamás se detendría y ella experimento muchas ganas de tenerlo enfrente para matarlo con sus propias manos.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Namjoon una vez vio a Youjin llegar a la sala.
No estaba sola, sus padres y hermano se encontraban ahí, Kira y SungHoon también mientras afuera del departamento y edifico había agentes dispuestos por la policía.
—Un poco. Mientras no sepa dónde está JungKook no puedo estar tranquila.
—Pronto la policía lo encontrará —dijo MinJoon, optimista aunque con preocupación.
Ella asintió, dejándose caer en el sillón, un poco alejada de toda la gente. Sintió la presencia de alguien a su lado y sonrió leve cuando encontró una sonrisa forzada por parte del primo de su novio.
—¿Cómo está Chae?
—La obligamos a quedarse, todavía tiene guardias obligatorias a las que asistir en el hospital —suspiró— está muy preocupada, dijo que cuando pueda te hablara. Todo irá bien, Youjin; JungKook es fuerte.
—Lo sé, pero tengo miedo de lo que ese loco pueda hacerle, no tengo idea de porqué de esto ahora —su mirada se vio perdida— se supone que...
—Espera, ¿cómo sabes que fue el sasaeng?
—Luego de todo lo que hizo aún crees que no iría por él —al percatarse que sus palabras sonaron bruscas, se retractó— perdón, lo siento, no debí hablarte así.
—Tranquila, tienes razón. Ese tipo podría estar detrás de todo esto.
Estaba muy segura de ello y todavía más luego de aquel extraño encuentro que no hizo más que hacerla dudar de todo.
—Nam, ¿puedo preguntarte algo? —y agregó en voz baja cuando el contrario asintió— ¿JungKook tenía algún hermano? ¿o tuvo uno?
La sorpresa y confusión se coloreo claramente en el rostro de NamJoon ante esa extraña interrogación. Podía sonar descabellado, pero no sabía mucho sobre el pasado de su novio más lo que él mismo le había contado. Y a estás alturas creía que todo podía pasar.
—No, JungKook es hijo único —dijo más que obvio— ¿de dónde sacaste eso?
—Solo pregunto, una tontería.
Era obvio que había algo más, algo no cuadraba en todo esto. Era como una intuición que le advertía sobre un gran secreto familiar que envolvía a su novio. Y si no la descubría a tiempo, tal vez, sería muy tarde luego. El timbre del departamento volvió a sonar, Jin fue el encargado de abrir encontrando a YuGyeom y dos agentes de la policía a cargo del caso.
—¿Youjin? —miró a su hermano. Parecía perdida de todo su alrededor— él es el agente Lee SooHyuk, está cargo de tu caso, ¿recuerdas? Ahora también de la desaparición de JungKook.
Ella se levantó sintiendo su cuerpo cansado y se reverenció hacia el mayor. En general, no solía tener comunicación directa con la policía ya que HoSeok y su abogado o su padre solían encargarse de todo, excepto cuando ella tuvo contacto directo con su acosador y debió declarar los hechos. Los sueños, y lo que aun no podía recordar de aquella fatídica noche.
—¿Señorita Kim?
—La última vez que nos vimos fue cuando me acompañó a la agencia, tenía que volver a Busan, luego de eso solo nos comunicamos por mensajes —negó, conteniendo las lágrimas— yo no sabía que fue a verme hasta que mi guardaespaldas me dijo.
—Ya hablamos con el señor Kim YuGyeom y nos comentó lo mismo. Hemos visto las cámaras de seguridad de la agencia y los alrededores del edificio, pero no hay nada sospechoso —comentó el agente.
—¿No hay nada más que hacer? —MinJoon se veía preocupado. JungKook significaba un hijo más para él, se sentía impotente.
—Hasta que no haya alguna pista del paradero del señor Jeon, tenemos las manos atadas. No descartamos lo que la señorita Kim nos dijo, tal vez sea una nueva movida del sasaeng, pero hasta no tener pistas, estamos en cero.
—Les pedimos paciencia, sabemos que...
Apagó las voces a su alrededor. Sus pies la llevaron un poco más lejos del tumulto; admiró desde las alturas la ciudad de Seúl. El sol de mediodía se encontraba en los más alto, ¿cuánto tiempo más debías transcurrir para que se comuniquen con ellos? Su garganta dolió por el nudo formándose, sus ojos ardiendo por las lágrimas al acumularse. Si seguía así tendría un ataque de ansiedad y no podía permitirse aquello, no en ese momento. Inhaló una gran cantidad de aire intentando calmarse, lo hizo una segunda vez y sintió su teléfono vibrar en su mano. En la barra de notificaciones vio el mensaje entrante de un número desconocido que al abrirlo decía:
??? ??? ??
"Esto pasa por engañarme y traicionarme, Cherry. Te dije que haría algo peor si volvías a portarte mal. Tú me obligaste hacerlo y será tu culpa lo que pase luego si sigues desobedeciendo"
Y abajo un vídeo adjunto. Le dio reproducir con duda y temor, pero se mantuvo mirando al fondo en negro, al principio se veía desenfocado y todo era silencio, pero a los segundos la cámara apuntó a un cuerpo tirado en el suelo, Youjin no pudo evitar chillar llamando la atención de los presentes.
El vídeo mostraba como alguien grababa a JungKook desmayado tirado en el piso, atado de pies y manos. Se veía pálido y demacrado, cuando la cámara se acercó al rostro del pelinegro su respiración era agitada y podía notarse el sudor en su frente. Antes de que el vídeo de diez segundos finalizará, se pudo escuchar una risita baja que le hizo sentir escalofríos.
Luego de aquello ya no supo más porque su cuerpo cedió terminando en brazos de su hermano.
Dentro del elevador todo era silencioso y tenso. SeokJin, Namjoon y YuGyeom se dirigían a la salida. Pues el primo de JungKook y su padre se quedarían en casa de los padres de la Idol mientras toda la desagradable situación no estuviera resuelta. Por ahora todos saldrían acompañados, sobre todo porque algunos paparazzis veían interesante todo el movimiento. YuGyeom se sintió culpable de alguna manera, pues se suponía que estaba con JungKook cuando, al parecer, lo secuestraron. Él jamás quiso que eso ocurriera, se había dejado llevar por sus emociones y se había alejado de su amigo. Ahora sentía impotencia por no poder hacer más.
Para la tarde regresó al complejo de departamentos donde vivía la Idol y su familia. Quería estar cerca por si llegaba alguna noticia y porque como guardaespaldas de la cantante debía estar presente, pero la presencia de alguien fuera del edificio llamó su atención.
—¿JungKook?
Se mantenía escondido, en una pose misteriosa y defensiva como si temiera ser atrapado en cualquier momento. Ese tipo no se parecía en nada a su amigo, incluso si era su mismo rostro, el aura oscura que lo rodeaba le hizo temblar. Y tomó la decisión que no debía. Se subió a la camioneta siguiendo cauteloso al chico de capucha; unos metros más adelante, en la avenida principal este se tomó un taxi siendo más fácil seguirlo. En minutos se vio conduciendo sobre la autopista que llevaba a las afueras de la ciudad de Seúl, a la provincia de Gyeonggi. No entendía a dónde se dirigía, pero su intuición le decía que lo llevaría hacia el objetivo principal.
Luego de una hora de viaje, vislumbro en los carteles la ciudad de Yangju. Mantuvo una considerable distancia para no ser atrapado. Sabía que estaba haciendo mal al mandarse solo, pero estaba en shock, todavía más cuando lo siguió a pie ingresando hacia una zona forestal y alejada, tan tupida de gran vegetación que no le sorprendió encontrar una cabaña en medio de la nada. Podía escuchar claramente las pulsaciones de su corazón en su oído, su frente se encontraba húmeda por la transpiración e hizo lo necesario para mantener su respiración calmada y acompasada, pero lo que encontró en el interior al asomarse solo activó su desesperación.
Ahí, en aquel sucio y desgastado piso de madera se encontraba un cuerpo tendido. Las ventanas un poco sucias no le permitían ver con nitidez hacia el interior, pero la poca luz del exterior le ayudó a reconocer la vestimenta de JungKook, era él. Lo había encontrado. Entonces, ¿quién era ese que siguió? ¿por qué se parecía tanto a su amigo? Miró a su alrededor, intentando hacer el mejor esfuerzo posible por mantener silencio y encontrar una rápida solución. Su teléfono sonó dentro de su pantalón, lo sacó colocando el aparato en su oído.
—¿Dónde estás? —Dahyun— estamos en casa de Youjin, ella está preguntando por ti, te llamó y no contestaste.
—No puedo hablar ahora —estaba agitado.
—¿YuGyeom, estás bien?
—Debo colgar —miró la fachada, su alrededor, la noche estaba cayendo. Otra voz diferente le habló.
—YuGyeom, ¿por qué no estás aquí? —era Youjin.
—Lo encontré.
Se hizo un tenso silencio.
—¿Cómo que lo encontraste?
—Tienen que venir, yo —le costaba hablar de lo agitado que estaba, la adrenalina recorriendo sus venas— no se que está pasando, esto es extraño, él no está solo —balbuceó aún impresionado— él, son iguales, son dos.
—¿De qué estás hablando?
—Yo se que no me creerás, ni yo puedo creerlo, no entiendo nada.
—¡YuGyeom! —gritó Youjin, llamando la atención de los demás.
—JungKook —dijo después de eternos segundos— hay otro igual —y añadió dejando la línea en silencio— Youjin, JungKook tiene un gemelo.
La cantante quedó estupefacta. Intentando mantener su respiración, pero lo que escuchaba era increíble, como un mal chiste o una incongruente historia de novela.
—¿Un gemelo? —murmuró dejando atónitos a los que tenía a su alrededor. Sobre todo a alguien en especial que palideció al escuchar aquello— ¿YuGyeom que estupidez estás diciendo? Cómo JungKook va tener un gemelo, ¿qué tiene que ver con mi sasaeng? ¿YuGyeom? ¡hola! ¡contesta!
—¿Youjin, hija?
La cantante elevó su rostro, gruesas lágrimas surcaron su rostro cayendo en cuenta del semblante pálido del señor MinJoon. Estaba tenso, un poco más alejado y respirando con dificultad.
—Ajhussi, ¿usted sabe algo? —todos los ojos se encontraban en el hombre— ¿es cierto?
MinJoon exhaló profundamente sabiendo que no tenía escapatoria.
Ni YuGyeom tampoco al ser descubierto.
Un arma apuntando su cabeza lo obligó a entregar su teléfono que rápidamente fue destrozado de un disparo.
—¿Quién diablos eres?
El otro sonrió, entre divertido y enfadado. Detestaba que se metieran en sus asuntos, que en sus perfectos planes aparecieran errores que arruinaba gran parte.
—Eso no te incumbe —su voz salió baja y gutural, al azabache le sorprendió el parecido físico tan idéntico de aquel desconocido con JungKook, excepto por sus voces y tal vez ciertos detalles; el de este nuevo era gélido y sin emoción— camina.
Obedeció, levantando las manos y caminando hacia adelante. Volvió a observar hacia el interior de aquella cabaña pidiendo para sus adentros que Youjin haya pedido auxilio. Debía ganar tiempo, intentar someter a ese tipo o al menos tratar de quitarle el arma. En un rápido movimiento le golpeó la mano logrando que soltará el revolver y quedará perdido, pero no contó con el rápido accionar del contrario iniciando un pequeño forcejeo, entre golpes YuGyeom quedó aturdido, su contrincante aunque más delgado de contextura era fuerte y ágil, lo suficiente como para dejarlo tumbado en el suelo siendo el perfecto saco donde el sasaeng descargó todo su odio en patadas dejando inconsciente al guardaespaldas.
Respiraba agitadamente por el esfuerzo, suspiró a través de sus labios terminando acuclillado, sonriendo por el resultado. Y por la genial idea que se le había ocurrido. Buscó unas cuerdas con las cuales maniato al azabache dejándolo inmóvil, lo levantó en el vehículo en el cual había llegado y en completa tranquilidad condujo de vuelta hasta Seúl, hacia el escondite que tenía y dónde solía trabajar en la logística. Dejó allí el golpeado cuerpo de YuGyeom encargándose de no dejar ninguna huella que lo incriminara, desinfectando todo y llevando cualquier artefacto que pudiera implicarlo. Siempre parecía un paso más delante de los demás, le gustaba que todo saliera a la perfección y su próximo objetivo cuando regreso fue aquel cuerpo que aún se encontraba inconsciente en el piso de madera. Se aseguró de levantarlo y sentarlo liberando solamente sus pies para luego echarle agua helada logrando despertarlo.
JungKook tosió intentando recuperar el aire que apenas lograba ingresar a sus pulmones, su cabeza dolía y su cuerpo pesado se sentía como si le hubieran dado una paliza. Sus ojos abriendo y cerrándose para adaptarse enfocaron la figura de alguien a cierta distancia, no tenía muchos recuerdos de lo que había ocurrido, en realidad no recordaba casi nada más que haber despertado junto a Youjin y luego ir a Busan a entrenar. Cuando logró tener una mejor imagen de su entorno, sus cansados ojos se abrieron mejor contemplando la socarrona sonrisa en su clon, como si la situación fuera tan divertida para él cuando era todo lo contrario.
—Al fin despiertas, hyung. Sigues siendo igual de problemático como cuando eras niño.
—¿Q-quien eres?
—Oh, lo siento mis modales —irónico. Soltó una risita maliciosa antes de carraspear y enunciar— me presentó, mi nombre es Jeon JungHee, tu hermano gemelo.
—¿Qué?
No entendía nada, no podía creerlo. No era cierto, ¿cómo?
—Soy menor que usted por ocho minutos, no se preocupe, para mí también sería toda una sorpresa encontrar que tengo un gemelo —asintió, cruzándose de brazos— sobre todo que compartimos a la misma mujer.
—Tú —trató de respirar, pero le costaba demasiado— eres un maldito psicópata —jadeó— tienes una enferma obsesión por ella, lo único que has hecho es lastimarla, acosarla y volverla loca hasta el cansancio.
—Lo sé, es genial, ¿no? —su sonrisa se borró por completo al musitar— hasta que apareciste en su vida y te metiste con ella.
Caminó hasta él sujetándolo del cabello obligando a mirarle.
—Deja en paz a Youjin.
—¿Sino qué? No está en condiciones de exigirme nada, hyung. Está aquí porque me ayudará a llegar a ella.
—¿D-de que hablas?
JungKook gruñó del dolor cuando sintió su cabello ser jalado bruscamente. JungHee apoyó su nariz contra la de su hermano para que sus miradas choquen y fue cuando el mayor vio el brillo de locura en el menor.
—Usted hyung me vas ayudar a estar con ella. Vas a ser quien me ayude a que Youjin entienda que sino es mía no es de nadie.
Lo soltó, limpiando su mano contra su camisa. Caminó alrededor observando a JungKook tiritar del frío, en esa zona cuando la noche caía la temperatura bajaba muchísimo, y con el invierno entrando era aún peor.
—Pero no hablaremos de ella por ahora, sino de tu traición.
—Yo no sabía que tenía un hermano.
—No, cuando nos separaron éramos muy pequeños —se apoyó de la pared, guardando sus manos en los bolsillos de su hoodie— pasabas más tiempo en el hospital dormido por tus malditos problemas de respiración, por lo que yo siempre debía esperar por la atención de mamá —suspiró, reparando en la pequeña cicatriz en el rostro del mayor— ¿alguna vez te preguntaste porqué tienes esa cicatriz en tu mejilla? ¿no? —tomó otra silla y la colocó frente a JungKook, le golpeó la frente para que mantuviera sus ojos en él. Toda esa situación le divertía y con ellos los amargos recuerdos de su pasado— Cuando nuestro padre llegaba borracho a casa, mamá nos encerraba para que no presenciáramos lo violento que se ponía con ella. Un día no logramos llegar a la habitación, empezó a golpearla, abusar verbalmente, a romper y tirar cosas —sus ojos se veían perdidos durante el relato— yo estaba llorando aterrado del miedo, tú te encontrabas teniendo otro maldito ataque de asma —bufó— no se de dónde sacaste valor, pero te le fuiste encima para alejarlo y en consecuencia, él te empujó tan fuerte que caíste sobre la mesa de café que tenía cristal, tu cuerpecito partió tooodo el vidrio y un pedazo se incrustó en tu rostro y como nuestro padre es tan cobarde huyó.
JungKook no podía recordar mucho, porque en partes JungHee tenía razón, de pequeño enfermaba mucho y una de las razones era por el ambiente tan tóxico en el que vivían. Y porque su madre se dedicó a protegerlo contándole una realidad distinta.
—Nos pasamos toda la noche en el hospital, madre decidió que sería suficiente cuando encontraron que ambos teníamos desnutrición y deshidratación —no se inmutó al ver lágrimas en los ojos de su gemelo mayor— se divorció colocando una orden de restricción contra WoonJo, nos mudamos, pero no contó con que nuestro maldito progenitor se vengaría por abandonarlo y me llevaría con él —se levantó, queriendo evitar que el otro vea su gesto torcido— mejor dicho, me secuestro. No sé cómo lo hizo, ni que le dijo a madre, pero ella terminó creyendo que morí y con el tiempo dejo de buscarme.
JungKook sintió lágrimas caer por sus mejillas. Impotencia era lo que sentía. Si tan solo hubiera tenido mejor noción, si tan solo no hubiera sido un debilucho, tal vez JungHee no hubiera terminado de esa manera.
—En fin, padre me vendió a una familia que solo deseaba el subsidio que el estado les otorgaba por hijo, fui golpeado, apaleado, abusado y vuelto loco. Terminé en un reformatorio a los quince porque le desfigure el rostro a mi padrastro con un cuchillo de carnicero, fui diagnosticado con psicopatía, múltiple trastorno de personalidad, trastorno explosivo intermitente, blah, blah, blah —su manera de relatarlo era con orgullo y sarcasmo— con el tiempo la calle se volvió mi hogar, admito que las drogas me ayudaron en algún momento, hasta que apareció Cherry, su música, su voz, su talento, su manera de moverse en el escenario me enamoraron. —los ojos de JungHee cayeron en su gemelo, lo veía respirar con dificultad, ahogándose básicamente— Con el tiempo te olvide, hasta que aquellas fotos donde aparecías como guardaespaldas de Bloom Cherry me llamaron la atención, mi hyung estaba vivo y al lado de la mujer de la cual estoy loco —volvió a jalar el cabello de su hermano hacia atrás con la intención de que lo mirase y no siga cabizbajo, estaba consiente del pequeño zumbido saliendo de su pecho— no me interesabas mientras no te interpusieras en mi camino —apretó el agarre queriendo lastimarlo— hasta que decidiste meterte entre las piernas de mi Cherry, ¿por qué siempre te llevas la atención? Ah, ¿por qué hyung, decidió lastimarme robándome a la única mujer que me hacía bien?
—Casi la mataste —rugió, jadeando con esfuerzo— la traumaste al punto de casi volverla loca. ¡intentaste violarla!
JungHee se carcajeo un buen rato. Estaba sosteniendo su estómago mientras se movía alrededor de su hermano. JungKook se sentía indignado, impotente, intentando respirar, su pecho dolía, se oprimía, necesitaba su inhalador. El que todo se encontrará cerrado lleno de humedad, empapado temblando del frío no ayudaba.
—Deberías agradecer tener solamente asma. Al menos uno de los dos se llevó la peor parte y ese fui yo.
—N-necesito... p-por favor...
—¿Sabes lo que es vivir con un trastorno mental? ¿no? No importa, tendremos mucho tiempo para ponernos al día hasta que nuestra cerecita venga —comenzó alejarse y antes de salir de la habitación dijo— espero puedas resistir está noche, la humedad, el moho en las paredes, el asbesto en el suelo. Buenas noches, hyung.
Canturreó, su risa despreocupada e irónica helo la sangre de JungKook cayendo en cuenta del peligro que estaba corriendo.
Sip, así como lo leyeron, JK tiene un hermano gemelo que está loco y que encima es el SS de nuestra Cherry... Acá aplica la del: "que pequeño es el mundo"
Déjenme sus comentarios 👉🏻
Ya dejen de odiar al YuGyeom y a Dahyun, son buenos. La Dahyun es una envidiosa que se fijó en el JK, pero es buena muchacha 😄
Quiero agradecer a BlueWriterYL por haberme prestado el nombre JungHee. Por si no recuerdan o no saben, ella tiene una historia llamada "Love Maze" donde JungKook tiene un hermano gemelo llamado JungHee, excepto porque acá en LS es un psicópata. 🤭
Screenshot de una lectora que me hizo el día con su mensaje y la descripción gráfica del capítulo anterior 😆 gracias ✨💕
¿Preparense para lo que se viene? 😏
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