«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈»... [𝖮5]

❝𝗘𝗹 𝗯𝗼𝘀𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘀𝘂𝘀𝘂𝗿𝗿𝗼𝘀❞

Min Yoongi avanzaba lentamente, cada paso resonando con un crujido sutil en el suelo cubierto de hojas secas. Se encontraba en el umbral del Bosque de los Susurros, un lugar del que se decía que albergaba secretos de tiempos inmemoriales y conocimientos que ningún humano debería poseer. Los árboles se alzaban altos y esbeltos, retorciéndose hacia el cielo como figuras sombrías, y sus ramas se enredaban unas con otras, formando un dosel espeso que apenas permitía el paso de la luz.

Todo estaba en penumbra, y una extraña sensación de inquietud lo envolvía, como si las sombras mismas tuvieran ojos que lo observaban con curiosidad e intenciones desconocidas.

El aire en el bosque era denso, cargado de un aroma a tierra húmeda y a hojas en descomposición, pero también de algo más... algo que Min no lograba identificar, un olor que le provocaba un ligero escalofrío al recorrer su espalda. Dio un paso al frente, tratando de ignorar el zumbido persistente en el ambiente, cuando de repente, escuchó un murmullo. Bajito, casi imperceptible al principio, como un suspiro llevado por el viento. Se detuvo en seco, conteniendo el aliento, y miró a su alrededor, esperando ver algún movimiento entre los árboles.

━ Intruso... ━ susurró una voz, y Min se giró de inmediato, en vano, pues no encontró a nadie.

El bosque comenzó a cobrar vida. Los árboles, de cortezas ásperas y llenas de cicatrices, empezaron a moverse levemente, como si se comunicaran entre sí en un idioma que él no comprendía. El susurro se intensificó, multiplicándose a su alrededor hasta que todos los sonidos parecieron unirse en una sinfonía de advertencias y secretos indescifrables.

━ ¿Quién osa caminar en nuestro reino? ━ se alzó otra voz, esta vez más clara, proveniente del árbol más cercano.

Min retrocedió un paso, sorprendido, pero se obligó a mantenerse firme. Levantó la barbilla y miró al árbol, sintiéndose algo ridículo por hablarle a una planta, pero no tenía otra opción.

━ Soy Min Yoongi, caballero en una misión ━ respondió, intentando sonar seguro ━. Estoy aquí para encontrar la Espada de Flissa y proteger al Reino de Fantasía de la oscuridad que lo amenaza.

Hubo una pausa, un silencio expectante que lo hizo dudar de si los árboles lo habían escuchado o si simplemente estaban ignorándolo. Pero entonces, uno de ellos respondió, su voz vieja y quebradiza como el eco de tiempos olvidados.

━ La Espada de Flissa... ━ susurró el árbol, arrastrando las palabras, casi como si recordara algo enterrado en su memoria ━. Hace mucho que nadie menciona ese nombre en estas tierras.

━ Porque nadie ha sido lo suficientemente tonto como para adentrarse en el Bosque de los Susurros ━ intervino otra voz, esta vez con un tono burlón, seguido de una risita etérea que reverberó entre los árboles.

Min sintió cómo su determinación flaqueaba un poco. Aún estaba aturdido por la sensación de tener a los árboles como espectadores y jueces de su camino, y el bosque en sí, con sus sombras y murmullos, parecía cada vez más opresivo, como si lo absorbiera en un abrazo siniestro.

━ Lo siento, pero no tengo otra opción ━ declaró, aferrándose al amuleto que colgaba de su cuello ━. No he llegado hasta aquí para dar marcha atrás. Necesito encontrar esa espada, y si tengo que atravesar este bosque para lograrlo, eso es exactamente lo que haré.

El bosque entero pareció estremecerse ante sus palabras, y por un momento, Min sintió que todo el peso de aquel lugar caía sobre él. Los murmullos crecieron, y las voces se transformaron en un coro que susurraba su nombre, como si intentaran apoderarse de su voluntad. Min sintió que el miedo comenzaba a apoderarse de él, ese miedo irracional a lo desconocido que se retuerce en el pecho y nubla los pensamientos, haciéndolo cuestionarse si en verdad estaba preparado para lo que le aguardaba.

━ ¿Crees estar listo, caballero? ━ preguntó una de las voces con un tono burlón ━. ¿Crees que puedes soportar las pruebas de este bosque sin sucumbir al miedo?

━ Lo intentaré ━ respondió Min, con voz firme aunque un temblor traicionero se asomaba en sus palabras.

━ El miedo es tu peor enemigo aquí ━ advirtió otra de las voces ━. El Bosque de los Susurros no perdona a aquellos que dudan... ni a los que esconden temores en sus corazones.

Una brisa fría le rozó el rostro, y de repente, los árboles comenzaron a inclinarse hacia él, sus ramas moviéndose como si fueran dedos largos y huesudos que querían atraparlo. Min retrocedió, sin apartar la vista de ellos, y apretó los puños. Aquella era solo una prueba más, y si algo había aprendido hasta entonces era que el miedo solo tendría poder sobre él si se lo permitía.

━ ¿De verdad crees que puedes enfrentarte a lo que yace en este bosque? ━ continuaron las voces, enredándose unas con otras, formando un eco confuso ━. Muchos han intentado cruzar estas tierras... y ninguno ha salido ileso.

Una risa amarga escapó de los labios de Min, y sintió que una chispa de desafío encendía su determinación.

━ Pues entonces será una buena historia para contar ━ dijo, tratando de inyectar humor en sus palabras para evitar que su miedo se notara ━. Porque planeo salir de aquí... y lo haré entero.

Un murmullo de aprobación, mezclado con un suspiro de resignación, pareció recorrer el bosque, como si aquellos árboles estuvieran evaluando su determinación. La atmósfera se calmó por un instante, y Min sintió que la opresión disminuía levemente. Sin embargo, el susurro seguía presente, incesante, revelando secretos en palabras apenas audibles, como si el bosque quisiera compartir con él fragmentos de conocimientos antiguos que escapaban a la comprensión humana.

━ Muy bien, Min Yoongi ━ dijo una voz más clara, profunda y llena de sabiduría ━. Si verdaderamente deseas cruzar nuestro dominio, deberás enfrentarte no solo a los peligros físicos, sino también a tus propios miedos. Este es el Bosque de los Susurros, donde la verdad y el temor se encuentran. Ten cuidado con lo que escuchas... pues no todo es lo que parece.

Min asintió, tragando el nudo que se había formado en su garganta, y avanzó con cautela. Cada paso que daba parecía resonar en el suelo, y cada sonido lo hacía mirar a su alrededor, en alerta constante. Era como si las sombras a su alrededor tomaran formas distintas y danzaran a su alrededor, susurrando secretos de traiciones, promesas incumplidas y terrores olvidados.

Los árboles parecían tener vida propia, y sus murmullos se intensificaban cuanto más se adentraba en el bosque, contándole historias de otros viajeros, de guerras y de pactos oscuros, como si quisieran advertirle de los errores de quienes habían fallado antes que él.

Pero Min se negaba a detenerse. Aunque su corazón latía con fuerza y sus manos temblaban levemente, mantenía la vista al frente, decidido a enfrentar lo que viniera. La Espada de Flissa lo esperaba, y su misión era clara.

Min seguía avanzando con paso firme a través del Bosque de los Susurros, tratando de ignorar las voces que susurraban a su alrededor. El ambiente pesado y misterioso le resultaba cada vez más familiar, y aunque el miedo latente nunca se desvanecía del todo, empezaba a sentir que ya no era el mismo caballero reticente que había entrado en esas tierras. Los murmullos parecían tener un ritmo propio, casi un lenguaje secreto que intentaba penetrar en sus pensamientos y revelar algo oculto.

Fue entonces cuando la voz de Jeon rompió el silencio de su mente, con ese tono sarcástico y enigmático que, de alguna manera, empezaba a resultarle reconfortante.

━ ¿Te das cuenta de que no eres un caballero cualquiera, Min? ━ preguntó Jeon, su voz resonando en el aire como un eco que venía de todas partes y de ninguna en particular.

Min frunció el ceño, cansado de los acertijos y las medias verdades. Su paciencia empezaba a agotarse con el constante juego de preguntas y respuestas que parecía envolver cada paso de su camino.

━ ¿A qué te refieres? ━ respondió, tratando de mantener la calma y la compostura, aunque la incertidumbre en su voz era evidente━ . Hasta ahora solo me has dado retazos de información, Jeon. Ya es hora de que me digas qué está pasando realmente. ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Por qué, de entre todos los posibles guerreros, elegiste a alguien como yo?

Jeon dejó escapar un suspiro, uno que parecía cargado de siglos de recuerdos, como si las palabras que iba a pronunciar hubieran estado guardadas en lo profundo de su ser por mucho tiempo.

━ No fue una elección simple, Min ━ respondió Jeon, su tono más serio y suave que de costumbre ━. No eres solo un caballero perdido en un cuento de hadas, aunque a veces te comportes como tal. Hay una razón por la cual el destino te trajo aquí, y aunque quizás aún no puedas verlo con claridad, llevas dentro de ti un legado que ni siquiera tú conoces.

Min lo miró con escepticismo, aunque sabía que no podía ver a Jeon directamente. La presencia de su misterioso guía era intangible, pero en aquel momento, se sentía tan cercana como si estuviera a su lado, hablando con palabras cargadas de un peso que iba más allá de la simple fantasía.

━ ¿Legado? ━ repitió Min, tratando de comprender ━. No tengo idea de lo que estás hablando. Toda mi vida he sido... ordinario. Un hombre más en medio de una vida aburrida y repetitiva. ¿De qué legado estás hablando, Jeon?

━ Precisamente de eso ━ contestó Jeon, dejando escapar una leve risa, una mezcla de ironía y ternura ━. No eres tan ordinario como piensas, Min. En tus venas corre la sangre de héroes antiguos, guerreros que enfrentaron las mismas oscuridades que ahora buscan destruir este reino. No es casualidad que te encuentres aquí; tu presencia es la respuesta a una profecía tan antigua como el mismo Bosque de los Susurros.

El caballero parpadeó, incrédulo. Durante toda su vida había rechazado los cuentos de hadas, esas historias heroicas que le parecían absurdas y llenas de clichés. Y ahora, aquí estaba, en medio de uno, enfrentando realidades que desafiaban todo lo que alguna vez creyó sobre sí mismo y sobre el mundo.

━ ¿Quieres decir que soy el descendiente de algún héroe antiguo? ━ preguntó, con un tono que oscilaba entre la duda y la curiosidad.

Jeon asintió, su voz adquiriendo un matiz más serio y profundo.

━ Así es. No solo un héroe, sino uno de los guerreros más grandes que haya existido en el reino de Fantasía. Tu ancestro fue quien, hace siglos, selló la oscuridad que ahora amenaza con desatarse nuevamente. La Espada de Flissa no es solo un arma; es el símbolo de la promesa que él hizo al reino, un juramento de protección que se transmite de generación en generación.

Min quedó en silencio, procesando las palabras de Jeon. Sentía que una corriente de algo inexplicable, casi eléctrico, recorría su cuerpo. La noción de ser parte de algo tan antiguo y poderoso lo desconcertaba. Jamás había considerado que su vida pudiera tener un propósito más allá de lo mundano.

━ Pero... yo no soy un héroe ━ dijo finalmente, con un toque de amargura en la voz ━. Apenas puedo sostener una espada sin tropezar, y hasta ahora he sobrevivido solo gracias a que tú has estado guiándome. ¿Cómo se supone que voy a cumplir con esta misión, Jeon? ¿Qué esperas de mí?

Jeon guardó silencio por un instante, como si estuviera eligiendo cuidadosamente las palabras.

━ No se trata de lo que espero de ti, Min ━ respondió, con una suavidad inusual ━. Se trata de lo que tú puedes descubrir en ti mismo. Los héroes no nacen sabiendo luchar ni conociendo todos los secretos del universo. Ellos también enfrentan miedos, dudas, incluso errores... pero tienen la capacidad de seguir adelante. Esa misma capacidad que veo en ti, aunque no la reconozcas aún.

Min sintió un nudo en la garganta. No estaba acostumbrado a que alguien le hablara con tanta sinceridad, y mucho menos alguien como Jeon, cuya actitud solía estar envuelta en un aire de sarcasmo y burlas. La seriedad de sus palabras lo hacía sentir vulnerable, como si todos sus temores e inseguridades quedaran expuestos ante una verdad que no podía evitar.

━ Entonces... ¿por eso me elegiste? ━ preguntó, con voz más suave ━. ¿Por una capacidad que ni siquiera sé si tengo?

━ Te elegí porque, a pesar de todo, tienes la voluntad de intentar ━ replicó Jeon, con un tono que dejaba claro que no había duda alguna en su afirmación ━. Y porque, aunque no lo admitas, hay algo en ti que resuena con la misma fuerza que aquella de tu ancestro. Algo que el bosque ha reconocido, y que el reino necesita ahora más que nunca.

Las palabras de Jeon despertaron en Min una chispa de esperanza y, al mismo tiempo, un miedo renovado. No sabía si realmente estaba a la altura de lo que se esperaba de él, pero algo en su interior se revolvía, una emoción que combinaba anhelo y desafío. El bosque continuaba susurrando a su alrededor, como si confirmara la presencia de esa fuerza desconocida en él.

━ Jeon… no puedo prometer que saldré de esto victorioso ━ dijo finalmente, con voz firme ━, pero si hay una posibilidad, por mínima que sea, de cumplir con este destino… entonces haré lo que sea necesario.

━ Eso es lo que necesitaba escuchar, Min ━ respondió Jeon, y Min casi pudo imaginar una sonrisa en su voz ━. La misión que tienes ante ti no será sencilla, pero recuerda: no estás solo. Cada paso que das es una continuación de aquel juramento que tu ancestro hizo, y mientras mantengas ese propósito en tu corazón, el poder del reino estará contigo.

Min asintió, más decidido que nunca, y con una nueva fuerza en el pecho. Sabía que la oscuridad aún estaba cerca, acechando, esperando el momento oportuno para atacar. Pero ahora, armado con la verdad sobre su pasado y con la promesa de su guía, avanzaría sin vacilar, listo para enfrentarse a cualquier desafío que el destino le impusiera.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09