Tenía que admitirlo, el profesor de literatura era alguien muy lindo, hablando más allá de sus lindos rizos castaños y sus curiosos ojos café, cuando lo encontró en la entrada mirándole con los ojos iluminados se sintió conmovido, sabía que el profesor era parcialmente sordo, y que disfrutará de tal manera de la música le parecía hermoso, lo valoraba más que los chicos que podrían oír todas sus vidas. Era ya un adulto, pero en sus ojos encontró la ilusión de un niño, era algo que quería preservar.

—Entonces, Chuuya —noto que aún le era difícil referirse a él por su nombre y sin ningún honorífico, pero agradecía su esfuerzo—. ¿Por qué te hiciste maestro de música?

—Mi hermana mayor y mi padre eran músicos... Desde que soy pequeño tengo este gusto por la música, supongo que es de familia.

—En mi familia nunca hubo algo tan especial... Ellos, son un poco... No lo sé, solo no les gusta la música, y tampoco les gustó que yo me hiciera un profesor.

—Suena difícil... Crecer con alguien que no apoya tus sueños...

—Mi madre murió cuando yo era joven, así que mi padre se esforzó por darme a mi y mis hermanos todo lo que necesitamos, no teníamos tiempo de soñar, necesitábamos dinero.

El corazón del pelirrojo se estrujó ante tal confesión, que él lo dijera con tanta naturalidad le hizo querer abrazar al chico y no soltarlo.

—¿Que tal ahora? ¿Ahora puedes soñar?

Esa era una pregunta demasiado personal, si se lo preguntaban a Dazai... Pero, no era como si tuviera una respuesta concreta a esa pregunta.

—Estoy buscando... —el de menor altura se pasmo ante tal confesión, sin entender del todo a qué se refería el oji-cafe ¿Que buscaba? ¿Le podía él ayudar a encontrarlo?— Ahora estoy buscando un motivo por el cual soñar...

Esa era una respuesta demasiado romántica para ser su primer encuentro. Por algo era el profesor de literatura, suponía.

—Esa es una respuesta muy linda... ¿En serio crees que hay una razón para soñar en este mundo tan cruel?

Dazai era un romántico, Chuuya una mente oscura.

—La música... Algún día dejaré de escuchar completamente... Pero la música me hace sentir, de algún modo... Vivo, y por ello quiero que sea mi nuevo sueño