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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟭𝟲:
𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥𝗔 𝗣𝗥𝗨𝗘𝗕𝗔
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Al empezar junio, ya lo único que se hablaba era sobre la ultima prueba. Nos emocionaba a todos ese tema y bueno, claro que también estaba lo de los exámenes. Fred y yo no hemos hablado desde lo sucedido. De verdad quedé muy molesta y es que, claro que su comentario fue de grande impacto para mi. Jamás en mi vida esperé eso. Bueno, al menos no ahora. Ni siquiera creo que sea del todo cierto.

Muy en el fondo, creo que Fred solo se siente así por cómo yo le dije, en su momento, que me gustaba. Y ahora que me ve con alguien más, el esperaba seguir teniendo esa misma atención mía. Y eso no es justo. No ahora. Yo estoy más que feliz con Cedric y por ello... debo dejar de pensar en esto.

Ahora me encontraba terminando de desayunar en el Gran Comedor, el cual se iba vaciando rápidamente. Cedric se acerca a mi mesa y me abraza por la espalda.

- verlos así de felices me hace sentir tan solo. - dice Queenie mientras muerde de su durazno.

- puedes ir a abrazar a Potter. - le dice Cedric. Me gustaba que siempre intentaba interactuar con mis amigos. - ahora que necesita muchos ánimos para la prueba.

- quisiera... pero no, que nervios. - y le han regresado los nervios. - lo haré. En un rato.

- ¿cómo estás? - le dije, ahora que lo veía de frente. - ¿listo?

- estoy listo. - me toma de la mano para levantarme de mi asiento. Yo lo hago y tomó de mi zumo de calabaza. - estoy listo para que conozcas a mi padre.

- ¿ahora? - casi me ahogo con la bebida. - me veo horrible.

- no, para nada. - no dejaba de sonreír. - si... vinieron los padres de todos los concursantes. Para la prueba. Me encantaría que lo conocieras, Charlotte.

- bien... si, vamos. - sonreí. El toma de mi mano y me lleva a la parte de afuera del comedor.

Viktor Krum se hallaba en un rincón, hablando con quien creó que es su madre, y con su padre. Fleur conversaba y con su hermana Gabrielle, la recuerdo porque fue quien Harry sacó en la segunda competencia. Harry se encontraba con... creo que es la madre de Fred. Y su hermano. Nunca he hablado con ellos pero, los he visto, cuando saludan a Vivían en la estación de tren. No pude evitar sentirme nerviosa.

No puedo creerlo, la señora Weasley me ponía nerviosa. Pero no el padre de mi novio.

- papá, ella es Vivian. - el muy feliz, me extiende la mano para estrecharme la, y una vez que lo hacemos, me da un gran abrazo. Bien, parece que le agrado.

- en verdad es un placer conocerte.- el traía anteojos, y un gorro. Se parece demasiado a Cedric. - espero y este muchacho no te haya molestado mucho.

- todo lo contrario. - dije riendo una vez que vi su suéter. Todavía lo usa. Cedric me abraza. - igual, es todo un placer para mi el conocerlo.

- ¿ya lo has pensado? - lo miré confundida. - el que si pasarás el verano con nosotros, claro.

- ¡señora Weasley! - no pude evitar voltear cuando escucho la voz de mi hermana. Uno, por lo que dijo. Y dos, por la emoción en su voz. Es claro que Vivian es la persona más amargada. Menos cuando se trata de los Weasley, o de la chica Slytherin. Vivian corre a abrazar de la señora y también Fred, Ginny y George habían llegado. Pero que incómodo.

- si, la verdad es que ya le he preguntado a mis padres y ellos me han dicho que en esta semana me avisaban. - mentira. No porque no quisiera, sino porque se que quizá no me dejarían. Claro que amaría pasar el verano con Cedric. Más que nada. Inclusive, me gustaría que viniera a mi casa igual. Que conozca a mis padres, y a mis amigos muggles. Todos lo amarían. En especial mis tías. - estoy emocionada.

- Cedric también, ha hablado todo el tiempo de ti en sus cartas. - tomé de su mano. Fue lindo escuchar eso. - y si, eres tan linda como el té mencionaba.

- Gracias. - agradecí apenada y fue cuando voltee a ver a los Weasleys y Fred estaba mirando hacia acá. Incomoda, dejé de verlos. Pero si podía escuchar lo que decían.

- estoy ansiosa por pasar el verano con ustedes. - escuché a Vivian decir. ¿Cuando tenía planeado el decírmelo? - mis padres ya me han dado permiso.

- huh. - dije para mi misma. Yo teniendo miedo de preguntar, y Vivian ya más que lista pads no llegar a casa este año.

- ¿dijiste algo? - me pregunta Cedric.

- oh, no. Nada. - abracé ahora de su brazo. - estoy emocionada, por la competencia.

- yo lo estoy mucho más. - el señor Diggory en verdad se veía emocionado. - estaré allí siempre cerca, hijo.

- lo mismo digo. - le dije. - te irá súper bien. Lo sabes.

- Gracias por su apoyo. - me da un beso en la mejilla.

- Damas y caballeros, dentro de cinco minutos les pediré que vayamos todos hacia el campo de quidditch para presenciar la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos. En cuanto a los campeones, les ruego que tengan la bondad de seguir ya al señor Bagman hasta el estadio. - escuchamos la voz de Dumbledore.

- vayan al campo de Quidditch. - nos dice Cedric. - ahí estaré.

- bien hijo. - su padre le da un gran abrazo. - iré a buscar a unos amigos a los cuales invité. - y este se retira.

- creo que me regreso sola. - dije riendo.

- no, ahí están tus amigos. - lo dice algo fuerte tanto que la mayoría de los Weasleys voltean y no me queda más que, saludar a lo lejos. Los únicos que me regresan el saludo con una sonrisa son Harry, George y Ginny. Y Ron, quien iba llegando. - Charlotte. - dice para volver a llamar mi atención.

- ¿si?

- te quiero. - me toma de las mejillas para acercar mi rostro al suyo y darme un lindo beso.

- y yo a ti. - le di un gran abrazo. En verdad me incomodaba un poco el hecho de que toda la familia Weasley pudiera verme pero, quería despedirme bien de Cedric. - te veré terminando esto.

- y te invitaré una empanada de  calabaza. Tus favoritas. - sonreí emocionada. - bien, ahora si tengo que irme. - me da un beso en la mejilla y se va corriendo.

No sabía si si irme con ellos... o mejor irme sola. Queenie seguramente ya se encontraba en el campo.

...

Al final, si terminé llegando sola a las gradas. Pero eso no me duró mucho ya que Vivian quería sentarse a un lado mío. Por ello llegaron los demás Weasleys. Del otro lado mío se encontraba Queenie.

- hola. - me dice mi hermana. - ¿cómo estás?

- bien. - fue lo único que dije. Las gradas ya empezaban a llenarse. - te vi hace rato.

- si, fui a saludar a la señora Weasley. Es un amor de persona. - asentí sin decir nada más. - creo que pasaré el verano con ellos.

- ¿eso a que se debe?

- bueno, son mis mejores amigos. - dice refiriéndose a Fred y a George. - me han invitado y creo que sería increíble.

- bien por ti. - lo decía en serio. - escríbeme cuando estés allá.

- vamos juntas. George dice que le encantaría que también fueras. Sabes lo mucho que ellos te aman. - suspiré.

- Cedric me ha invitado igualmente a pasar el verano con el. - ví como Fred se asomaba. - y le dije que si.

- ¿que dicen mamá y papá? - por ahora nada... pero pronto me dejarán. - bueno, increíble. Un verano con tu pareja... el deseo de todos,

- ¿estás tú con...?

- no. - espero un día que por fin me cuente todo de esa tal Maddie. No entiendo nada y no lo hice en todo el año. - luego hablamos del tema.

- ¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto, con ochenta y cinco puntos cada uno... ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts! - no pude evitar aplaudir de lo más fuerte, pero no fui la única. Queenie por supuesto estaba más emocionada que nunca en su vida. Y todos los Weasley aman a Harry asi que, de nuestra parte había mucho apoyo. - En segundo lugar, con ochenta puntos, ¡el señor Viktor Krum, del Instituto Durmstrang y en tercer lugar la señorita Fleur Delacour, de la Academia Beauxbatons!

- Mira que guapo es. - ya empezaba Queenie. - en verdad espero que gané.

- ¿Harry? Pienso igual. - ambas volteamos a ver a... ¿Cho? Quien nos dijo ese comentario. Extraño. - les irá muy bien a todos.

- claro. - le dice Vivian. Como dije, ella podría ser muy dura y fría si quiere.

- ¿has visto a Tony últimamente? - le pregunté a Queenie y ella niega con la cabeza. Claro que no lo ha visto. El ha dicho que se alejaría un tiempo hasta poder ver a Queenie solo como una amiga. - ni yo.

- ¿sabes que? Ahora vuelvo. - me entrega sus dulces Vivian.

- ¿a donde vas? - le decimos Fred y yo al mismo tiempo.

- saben exactamente a donde voy. - claro, a hablar con esa chica. Que dijo a hablar, a discutir. Solo las he visto hacer eso en todo el año. - vamos, ya en un rato terminan las clases, déjenme aprovechar.

- a pelear. - dije en voz baja. Ella me escucha claro. Pone los ojos en blanco y se retira. Por ende, Fred se recorre un asiento. Pero no nos decimos nada.

Fue algo incomodo el silencio.

- ¿quieres? - si, fui yo quien rompió el silencio. Ofreciéndole de los dulces de mi hermana.

- tengo los míos.- sonríe, y me muestra unas ranas de chocolate. - ¿quieres una?

- si... - no puedo evitarlo. Amo el chocolate. - ¿tienes suficientes?

- por supuesto que si. - ahora el reía. - toma.

- Gracias. - y de nuevo el silencio incómodo.