
Capítulo 2
El fin de semana siempre era algo calmado y tranquilo, podrían levantarse tarde, desayunar en el jardín y quedarse en casa para jugar o ver televisión Haru y ella.
Preparó un desayuno dulce para si misma y Haru. Panqueques con miel y mermelada, frutas con crema y un jugo de naranja.
La mañana fue alegre para ______ y el menor, mientras ella cortaba las naranjas, él las exprimia para hacer el jugo, además de que el pequeño le ayudó en hacer las frutas con crema batida; mientras la fémina hacía los panqueques.
Tras el desayuno y después de limpiar y ordenar platos, Haru se quedó jugando en el jardín mientras que la humana, desde una de las sillas, bajo la sombrilla de la mesa, usando un sombrero y un vestido primaveral blanco, leía un libro y veía de reojo a Haru.
Alrededor de las 11 de la mañana, el correo llegó. El cartero entregó las cartas en el buzón de la casa y se fue.
Y al mismo tiempo que _____ salía por las cartas, Marie apareció acercándose a la casa.
—El fin de semana siempre es tan bonito, ¿no lo crees ____? –habló la chica con su típico tono flojo llamando su atención.
—Buenos días a ti también Marie –saludo con una leve sonrisa–. Pasa por favor –le dirigió dentro de la casa.
Apenas la de piel morena entró a la casa, Haru salió y se lanzó a sus brazos.
—¡Marie! –exclamaba feliz, tanto que no se pudo controlar y se transformó en un beastman.
—Hola pequeño, tiempo sin verte –saludo la mencionada cargandolo y sonriendo de lado.
—¿Trajiste algo para mí? –pregunto el menor.
—No lo se, ¿debería haber traído algo?~ –musito juguetona.
El niño volvió a ser un humano e hizo un puchero. La visón sonrió ladina.
—Era una broma pequeño –le bajó y sacó de sus bolsillos un bello avión de madera.
Haru soltó un jadeo de sorpresa y emoción.
—¡Es como el avión del principito! –exclamó con el juguete en manos–. ¡Gracias Marie! –dijo abrazando nuevamente a la visón.
—¿Por qué no vas a jugar con tu nuevo avión afuera en el jardín en lo que yo hablo con Marie? –habló la de cabellos _____ al infante–. Luego te alcanzamos hijo.
El menor obedeció y salió corriendo de la sala hacia el jardín.
—Me sorprende que le haya gustado –habló la de cabellos grises hacia la oji-____, con manos en los bolsillos nuevamente–, por un momento pensé que no le gustaría y que debí haber traído un teléfono o un videojuego –camino hacia la cocina.
—Haru no es como los demás niños, no es muy fan de esas cosas –contestó la madre.
—Y eso es porque lo has criado bien _____ –la morena le miró sonriendo de lado–. Haru no es como los otros mocosos, berrinchudos, molestos y que quieren todo.
—No le doy esas cosas aun. Creo que debería disfrutar mas su niñez antes de tener un celular o un juego en sus manos –completo la oji-____–.
—Ah, a lo que venía –de otro bolsillo sacó tres sobres–. Tu correspondencia, humana.
—Gracias Marie –tomó las cartas y las dejó en la barra de la cocina.
—Mi paga –la de hebras grisáceas extendía la mano esperando.
La humana hizo un gesto de lado y rodó los ojos.
—Contigo no funciona la cosa si no hay algo a cambio ¿verdad? –dijo y abrió uno de los cajones de la cocina–. Ten la paga –entregó el dinero a la visón y ella lo contó–. Por cierto, quería pedirte algo.
—¿Con que me vas a pagar? –habló la contraria guardando el dinero y sentándose en la barra de la cocina.
—Te puedo dar la mitad de este pastel con fresas –saco del refrigerador un grandioso pastel de merengue blanco y muchas fresas.
—Hecho –apenas dijo eso, un gran trozo de pastel fue puesto frente a ella junto con un cubierto.
—Necesito información sobre alguien –pidió la de ojos ____ con algo de seriedad.
—¿Tu queriendo saber algo sobre alguien? ¿A qué se debe? –dijo con su típico tono y sonrisa–. ¿Te interesa un hombre bestia?~
—Me interesa pero no en el tono que tu crees –su voz se volvía más seria conforme hablaba y dejaba la dulzura de lado–. Necesito saber quien es Shirou Ogami.
La visón oji-verde llevó un pedazo de pastel a su boca y después se relamio los labios.
—¿Qué sabes de él? ¿Qué fue lo que te hizo interesarte por el agente de servicios sociales? –preguntó Marie.
—Hasta dónde sé, es eso, es un trabajador social, y es capaz de quitarme a Haru –respondió seriamente cruzada de brazos.
—Ah cierto, esa ley animal –llevó otro pedazo a su boca–. Si una hembra no tiene un macho o un alfa con ella para cuidar juntos de un cachorro, se le quitará al niño por ineficiencia y lo llevarán a un orfanato.
—No voy a dejar que me quiten a Haru –dijo la de cabellos _____ acercándose a la barra–. Llevo cuatro años cuidando de Haru yo sola y nunca he necesitado de un macho o una pareja para cuidarlo.
—Bueno esa ley de por sí ya es un problema sobre tus hombros estando en Anima City. Eso y –tomó una fresa entre sus dedos y le dedico una mirada a la humana–, Shirou odia a los humanos –llevo una fresa a su boca.
La humana solto un suspiro pesado y llevó sus manos a su rostro.
—Lo sé, la tengo doble en este problema –dijo y comenzó a caminar en círculos.
—¿Una humana siendo madre de un beastman? Eso no es algo que se vea a menudo, ni que la gente procese como algo bueno –volvió a su acción de comer el pastel–. Donde supieran que eres humana te podrían delatar y hechar de aquí ¿sabes? –Marie alzó la mirada hacia ella.
—¿Vas a delatarme? –preguntó la joven parando en seco.
Marie alzó los hombros despreocupada.
—Nah, ni siquiera te pagan a cambio de esa información, ¿de que me sirve? Acabare ganando nada –respondió y abrió un ojo sonriendo de lado.
La humana sonrió de manera suave y dulce. Esa era la manera de Marie de decir que se consideraba amigas o personas cercanas y que podía estar segura de que no diría nada.
—Ahora la información –habló Marie y ella se sentó enfrente–. Shirou Ogami es un lobo, en su forma humana es un hombre albino y de ojos claros, muy guapo por cierto –ese comentario hizo sacar a ambas una leve sonrisa que desapareció de inmediato–. Usa pantalones y suéter negro, siempre usa encima una gabardina marrón claro; pero si te topas con él y no la tiene, puedes reconocerlo fácilmente por siempre usar guantes negros y un collar de perro en el cuello, esos nunca se los quita.
—¿Algo más? ¿Alguna advertencia? Marie debo saber a qué clase de hombre bestia me enfrento donde sepa que existo –pidió la humana con cierto tono notorio de desesperación.
—Bueno, es bien sabido que ese hombre tiene un olfato sobrenatural –dijo comiendo las fresas de la porción–. Sabe perfectamente cuál es la diferencia entre un hombre bestia y un humano –alzó la mirada hacia la dueña de la casa–. Así que ten cuidado con tu olor de humana.
Eso hizo tragar a la mencionada saliva de manera pesada.
—Yo se que da miedo, pero si te escondes bien no habrá nada que temer –le aseguro la visón sonriendo–. Iré a jugar con Haru un rato, tu ve tu correspondencia –se levantó de la barra.
—Aún no te acabas tu pastel –dijo la peli-____ volviendo a su tono suave.
—Dejalo así, si como más no podré jugar con Haru –salió de la cocina por la gran puerta deslizante de vidrio que daba a el jardín.
La de ojos ____ se sentó en la barra y tomó los sobres para ir leyendo los remitentes uno por uno.
“Agua”
“Electricidad”
“El banco de los humanos, sólo para humanos”
Que nombre tan racista tenía ese, pensó rodando los ojos e ignorando el sobre para poder pasar a los otros.
“Propuesta de trabajo de la corporación Millennium”
“Evento de modelaje de industrias Macht”
“Fenrir”
Apenas noto a Fenrir en el remitente rompió el sobre y leyó la carta.
“_____”
“Espero que las cosas estén bien por allá, ¿como esta mi nieto? De seguro y esta feliz contigo, espero que se este portando bien y no sea malo contigo. Mi nieto, dile que le mando saludos, que lo quiero mucho y que cuando llegue, jugaremos todo lo que él quiera, y lo llevaré al festival de Anima City”
“Las cosas por aquí cerca de las montañas son muy tranquilas, no hay mucha gente y está algo aislado. Sin embargo al ser personas algo mayores, no confían en los humanos; así que respecto a si podían mudarse aquí, no creo que sea lo mejor para ti”
“Haru ya tiene cuatro años, ya es hora de que vaya al preescolar, aunque no se si debería ir aquí o con los humanos; aunque a Akiko siempre le gustó la idea de que fuera con los humanos, allá hay más oportunidades y las cosas son mejor.”
“Hablaremos de eso cuando llegue, yo llego dos días antes del aniversario 10 de Anima City”
“Cuídense, en el sobre hay dinero para este mes”
“Los veo pronto”
“Fenrir~”
La chica volteó a ver dentro del sobre y miró el paquete de billetes que había dentro.
Guardó el sobre con el dinero en un cajón de la cocina, donde estaban los cubiertos.
Salió al jardín con la carta en mano, miró a Haru jugar con el avión de juguete mientras Marie lo seguía, curveo los labios mostrando una radiante sonrisa y grito con dulzura.
—¡Haru! Carta del abuelo.
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