𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐦𝐞 𝐨𝐧 | 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐢
Akiko observó la luna alzarse sobre su nariz entre las copas de los pinos. Suspiró orgullosa de sí misma, un par de lágrimas brotaron de sus ojos y rodaron por sus mejillas, las limpió rápidamente para no arruinar su maquillaje. Se había alejado de la fiesta porque no logró contener más tantos sentimientos acallados.
Casarse con Shouta no pareció la gran cosa cuando lo propuso, incluso organizar la ceremonia tampoco. A sus ojos era solo una fiesta tonta donde ser el centro de atención, no había ninguna diferencia a su vida cotidiana con su amado. Pero caminar hacia él, rodeada de personas que la querían de verdad, pareció golpear muy fuerte esos recuerdos y sentimientos que creyó enterrados. Todo el repudio y frialdad con la que fue criada parecían borrarse y darle sentido a su camino.
La boda fue en medio del bosque, sin mucha organización o extravagancia, porque a ninguno de los dos le interesó. Los invitados eran principalmente los profesores de la escuela, por parte de ambos. No hubo padres, tampoco nadie indeseado. Cosa que Akiko jamás se habría imaginado ni en su más grande fantasía. Probablemente, si le hubiera dicho a su madre, la habría obligado hasta televisar el evento, por lo que decidió mejor no decirle. Ya no tenía que demostrarle nada a nadie.
Sintió unas frías manos acariciar su cintura hasta que la rodearon en un abrazo. Era irónico que la piel de Aizawa siempre estuviera congelada, pero aún así le proporcionara tanto confort.
—Me di vuelta y ya no estabas. Te ves muy pensativa, ¿sucede algo?—Aizawa besó su cuello con ternura. Mientras sus dedos se escabullían por su corta falda hasta acariciar la piel carnosa de los muslo de Akiko.
"Sucede que todo lo que me parecía insulso, todo para lo que creí no ser apta, es lo que me está haciendo feliz ahora" Yosano sonrió, pero no compartió lo que estaba pensado, después de todo su esposo no era tonto, ya debía sospecharlo. En cambio, recostó la cabeza en el hombro de Aizawa y lo miró a los ojos con coquetería, tomándolo de la muñeca para incitar sus dedos a escabullirse por entre sus bragas.
—M... quizá me estoy arrepintiendo de esto. ¿Por qué no me recuerdas tus votos?—bromeó, mientras su mano derecha se abría paso por los pantalones negros del traje, enseñándole a Shouta por qué le dijo que usara tirantes en lugar de cinturón. —Tenemos que ser rápidos—le susurró al oído.
Aizawa no tardó en reaccionar, la volteó y alzó en sus brazos sin mucho esfuerzo. Su oscura mirada enfocada en ella, y solo en ella, porque esa noche no había nada más para ambos que el otro. Se necesitaban instintivamente, quizá porque aún había algunos restos de luna de miel entre ellos, haciéndolos comportarse como dos adolescentes hormonales, o tal vez simplemente eran opuestos complementarios destinados a encontrarse. A pesar de ser un hombre escéptico, a Shouta le gustaba creer en la segunda.
El frío se evaporó del cuerpo de Akiko en cuanto su marido la estampó contra el tronco del árbol más cercano. Sus labios se unieron desesperados, y la euforia les hizo olvidar cualquier regla de etiqueta que se debería seguir en una boda. Los dedos de Shouta hicieron a un lado las bragas, mientras se deslizaban entre las paredes de Akiko para prepararla, y las manos de ella liberaban su pene ya erecto.
Los jadeos se deslizaban entre sus bocas, no permitieron que el beso muriera hasta que Aizawa dio la primer embestida, hundiéndose tan profundo en su tibia cavidad que no pudieron evitar gemir de tanta satisfacción carnal. Las caderas chocaban bruscamente entre sus muslos, Akiko pasó sus dedos por el, ahora corto, cabello de Shouta, quería besarlo, pero no lograba contener sus chillidos y jadeos.
Shouta escondió el rostro en su cuello, buscando mayor cercanía de la que ya gozaban, absorto en el deseo de fundirse juntos. La desesperación por tener más del otro los consumía, haciendo del sexo un mínimo consuelo de poseerse.
En algún punto, la necesidad les hizo olvidarse de la delicadeza y el romanticismo, cada golpe de Aizawa parecía que iba a romper la madera del árbol detrás de ellos. Pero la fricción era tan deliciosa que Akiko ni siquiera se percató de lo violentas que eran las estocadas, aún sentía que no iba lo suficiente fuerte.
Las manos de Shouta apretaron sus muslos, enterrando sus yemas en la carne para sostenerla mejor, probablemente se las dejaría marcadas al día siguiente. Pero los espasmos comenzaron a golpearla, y los moretones eran lo último en lo que pensaba... en realidad ni siquiera tenía la capacidad de pensar.
Aizawa le mordió el cuello al sentirla cremando a su alrededor, estaba tan mojada que le costaba seguir moviéndose, sus paredes lo apretaban casi exprimiéndolo. Como si no quisieran soltarlo jamás y solo estuviera hecho para estar dentro de ella.
Akiko no pudo aguantar más, el orgasmo se desató en su cuerpo mareándola, las copas de los árboles parecían girar y ponerse borrosos a sus ojos llenos de lágrimas. El placer era agobiante, consumía toda su energía, llevándose también todo el estrés y la tensión por la organización de la fiesta. Shouta la siguió un par de embestidas después, derramándose dentro de ella.
Se quedaron así por un largo momento, el silencio del bosque interrumpido por respiraciones agitadas, intentando recomponerse del estasis y la nube de hormonas que traía el sexo. Sin esperarse las sorpresas que habría en su boda. Haciéndose presente con una explosión que desintegró la oscuridad a su alrededor.
[ Días antes ]
Aizawa observó a Akiko a través del desayunador de la cocina mientras secaba los platos. Ella parecía algo distraída los últimos días, creyó que sería mejor dejarla un rato con sus pensamientos, pero ya era momento de preguntarle qué sucedía. Y, al formular la pregunta, la respuesta casi lo hace desmayarse.
Un vaso se hizo trizas contra el suelo cuando se resbaló por accidente de sus dedos, y, por primera vez en año y medio, Akiko dejó a Shouta con la boca abierta. Sin poder procesar del todo bien lo que su prometida le acababa de decir. Los nervios y la ansiedad lo dejaron paralizado, casarse era una cosa... pero esto era otro nivel de compromiso.
—¿Qué?—fue lo único que logró deslizarse por sus labios. No había escuchado mal, era un reflejo de su cerebro tan anonadado como él, tratando de conseguir un par de segundos más para saber cuál era la respuesta correcta.
Akiko lucía un porte de seguridad, pero sus ojos mostraban algo de nerviosismo sobre el asunto. Dejando en claro que ella tampoco estaba del todo preparada para las consecuencias de lo que dijo. Más para ella que para él. Era un paso demasiado importante, aún más que el matrimonio, o cualquier situación a la que se haya enfrentado.
[ En la actualidad ]
—Nuestras armas están en la parte delantera del auto, hay que llegar allí sin que nos interrumpan—exclamó Shouta.
En cuanto vieron la explosión de Bakugo, se arreglaron como pudieron y se dirigieron sigilosamente hacia donde estaba la fiesta, necesitaban sus armas, sino no podrían pelear como era debido.
—Este es el peor aftercare del mundo—dijo molesta Akiko, en un intento por drenar el terror de su sistema. Ahora tenían algo, mejor dicho alguien, muy importante que proteger con sus vidas. Y si le pasaba algo mataría a todos lo responsables de ello.
Sus pies dolían por correr descalza, los louis vuitton fueron abandonados a la mitad del bosque como un par de alpargatas viejas. Aunque no sabía muy bien si el dolor era por la agresiva naturaleza o esos zapatos tan incómodos. De todas formas maldecía un poco a Aizawa por convencerla de hacer la boda en ese lugar, pero en su momento algo debía ceder.
En la lejanía vieron el comienzo de la batalla, tenían suerte de tener a varios héroes profesionales como invitados, pero también estaba la clase 1-A y no dejaban de ser menores de edad. Y el problema principal, Eri también estaba entre ellos. Los autos estaban pasando la pelea, y debían llegar sin ser vistos. Ambos analizaron la pelea, observando cada punto de la misma.
—Lo principal es sacar a Eri, ella está en los brazos de Gen, ambas suban al auto y conduce lo más rápido que puedas fuera de aquí. Llévate a Nemuri contigo, ambas podrán protegerla si pasa algo.
—¿Tu te quedarás a pelear? —preguntó con desaprobación Yosano.
—Tengo que evitar que se acerquen a ustedes—Aizawa le sonrió con ternura, intentando ocultar su preocupación, y darle seguridad a su esposa.
Akiko lo observó con diversión, lo tomó de los tirantes y estampó sus labios contra los de él. Shouta tardó un par de segundos en corresponderle por la sorpresa, su mujer era algo inestable emocionalmente, a veces lo despistaban un poco sus repentinas acciones. Pero lo hacían amarla más. Akiko se separó y él vio como la adrenalina consumía sus iris rosados.
—Nos vemos en casa, amor—le guiñó un ojo, y emprendió la operación.
No fue difícil llegar hacia su objetivo, el fastidio sería hacerse paso por la batalla con la niña. Observó la mesa de catering frente a ella, vio un par de cuchillas junto al pastel tan costoso que mandó a diseñar y las tomó. Luego vio el mantel, y lo arrancó con fuerza de la mesa tirando todo lo que estaba sobre ella. Se lo arrojó a Shouta y él la miró con incredulidad.
—Deberás adecuarte a lo que tenemos, tu bufanda está en el auto.
Aizawa soltó un suspiro y se limitó a no decir nada. Esta iba a ser una noche larga, y no en el sentido que ambos deseaban. Aunque era una manera retorcida de rememorar sus primeros encuentros amorosos.
HE AQUÍ LA PARTE 1 DEL FINAL. Bueno, del final de la primera temporada. Sé que me tardé, pero juro que me senté miles de veces a escribirlo en estos meses y ninguno me gustaba. No me parecía bien darles una introducción asquerosa de todo lo que se viene, ni tampoco darle un desarrollo tan pobre a los personajes que vengo escribiendo todo el año pasado, así que me tomé mi tiempo.
En serio quiero agradecerles por leer y darle tanto amor a esta novela. Es mi favorita de todas las escribí, la que más empeño y constancia le puse. Muchísimas gracias, porque si ustedes no la disfrutaran tanto como yo mi esfuerzo no tendría el mismo valor.
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué teorías tienen sobre la segunda temporada o lo que deja con la boca abierta a Aizawa? Mañana subo la segunda parte.
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