La vida de Jungkook cambió bastante desde que regresó de las vacaciones con su padre, cómo era de costumbre, cada vacación la pasaba junto a su progenitor, él normalmente vivía con su madre en Seúl.

Su vida estaba bien, un padre amoroso, una madre algo cariñosa y atenta.

Todos... atentos a él, como el único hijo que era, porque lo era.

Sin embargo su vida cambio cuando al llegar de dichas vacaciones su madre le dijo:

"Jungkook cielo, te presento a Taehyung, mi novio, desde ahora vivirá con nosotros."

¿Quien diría que su madre tenía tan buenos gustos? Aquel hombre no era un vejete, al contrario, era joven, apuesto y bastante formado si le preguntaban.

Sin embargo tenía una mirada sería y un aura intimidante, su apariencia no era la de un niño que buscaba en su madre una Suggar Mommy, él se veía bastante bien e incluso vestía de marca, aún que no exageradamente

Entonces la duda de... ¿Que le había visto a su madre? Se plantó en él.

No es que su madre fuera fea, todo lo contrario, ella era muy hermosa, solo que se veía mayor que él. Tenía una vida ajetreada y un trabajo que apenas le dejaba tiempo para estar en casa.

Quizás era su gracia o su inteligencia, si eso debía ser...

Lo que empezó como una sutil y leve convivencia se vio afectada el día en que Jungkook tuvo una discusión con su madre, porque está se negaba a cumplir los caprichos de su hijo, entonces Jungkook supo que debía conseguir dinero

[...]

-¿Estás seguro de que funcionará?

-¡Que si hombre! Tienes un lindo cuerpo y un lindo rostro, estoy seguro de que harás mucho dinero con esto.

Jungkook asintió, haciéndole caso a su mejor amigo Jimin, sin saber que aquella idea le traería un camino frondoso de lujuria y un sentimiento fuerte por aquel hombre que le pertenecia a su madre...