Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🖤𝟏𝟕🖤

El resto de la semana transcurrió más lento de lo que ambos querían, porque era así, aunque no lo dijeran en voz alta no veían la hora de poder tener dicho encuentro aquel día sábado.

Hoseok estuvo con Jimin en todo momento pese a que este se negara, incluso intentaba hacerlo reír haciendo algo que en realidad odiaba con todas sus formas, lo cual era actuar tierno ¿Se mencionó que lo odiaba? Okey, realmente el odio es muy fuerte, pero si con esa acción pequeña logra hacer que Jimin sonría, fue más que suficiente.

Al igual que Jungkook, quien había decidido llevar su libro favorito a la escuela y en los recesos se lo leía a Jimin, que, al no tener mucho tiempo para leer la historia como quisiera, siempre quedaba con intriga cada vez que el timbre tocaba o lo invitaba a su casa luego de las prácticas de fútbol para que pruebe las delicias que su madre cocinaba al regresar de su trabajo.

El intento de buscar la felicidad para Jimin, hizo que Hoseok y Jungkook hablaran más de lo que acostumbraban y resultó que notaron que eran similares en varios aspectos.

Fue una semana extensa que también estuvo llena de exámenes y entregas, pero finalmente, luego de una larga espera, el día sábado por fin había llegado.

Jungkook se encontraba en su cuarto ansioso arreglando su cabello, había decidido ponerse una remera blanca acompañada de una campera de cuero negra, mismo color de los jeans algo rasgados que llevaba puestos.

—Así que... ¿Jimin? -Jin preguntó alargando sus palabras, apoyado a un lado de la puerta de la habitación.

—Jin, tengo que hacerlo... sabes que trabajo en equipo con él yo-

—¿Ahora se le dice trabajo en equipo, Mocoso? Mira... sé que no tengo que juzgar a alguien sin conocerlo, pero recuerda quien es Jimin, hermanito, no quiero que te lastime de nuevo.

—Jinnie, ya me lo has dicho miles de veces y entiendo a la perfección tu preocupación, pero no es necesaria porque estaré bien, sé que él está cambiando, inclusive el hecho de que quiera salir significa un avance, me da lugar a que pueda ayudar a distraerlo por un rato.

—Hmmm pues le conviene, porque sino no dudaré en solucionarlo con fuerza bruta.

—¿Qué dices, Hyung? ¡Si no eres capaz de matar ni a una cucaracha! —Soltó Jungkook mientras se colocaba bálsamo labial.

—¡P-pero! ¡Es diferente! —Las palabras de Jin habían sido interrumpidas por el sonido del timbre- Hablando de cucarachas, creo que llegaron a buscarte, mocoso.

Jungkook salió de su habitación dirigiéndose a la puerta, una vez fue abierta no se esperaba ver lo que vio.

Jimin llevaba unos pantalones negros cómodos junto a una remera blanca acompañada por su abrigo de la suerte celeste marino parecido a terciopelo, hoy más que nada lo necesitaba.
Es decir, él varias veces había visto al chico con ropa casual y no con el uniforme escolar, pero siempre que lo veía no podía evitar sorprenderse.

—¡Buen día, Jungkookie!

—B-buenos días, Jimin y-yo ejem, digo t-te ves bien.

—Al igual que tú. Ven, debemos ir sino llegaremos tarde.

El camino hacia el cine en bus resultó ser bastante corto. Durante el mismo, no podían evitar pensar en cómo sería hacer tal camino tomados de la mano, aunque claro... ninguno se animaba a dar el siguiente paso por miedo a que le molestara al otro.

La película que verían se titulaba "Your name", un anime japonés que, pese a que no era una película salida este año, estaba en exclusiva en el cine, detalle que a Jungkook no le sorprendió, claro.

Una vez entraron a la sala del cine tomaron asiento y Jimin puso suma atención en la película, amaba ver cómo esta había sido animada y cada detalle en la misma.

Cada frase parecía grabarse en los pensamientos de Jungkook, mientras había decidido ahora observar a Jimin sentado a su lado que prestaba atención a la película, con una característica sonrisa y brillo en sus ojos, tal como si miles de estrellas estuvieran en los mismos.

Una escena, la cual Jungkook, si pudiera, grabaría en su mente para poder repetir a diario.

Ese día, cuando las estrellas cayeron, fue algo así como si fuera la vista de un sueño. Ni más, ni menos... que una hermosa vista.

Un rato después, la película había finalizado.

Como resultado, dejó a Jungkook entre lágrimas y a Jimin riéndose del mismo.

—¡Oye! ¡Estoy en mi derecho a soltar lágrimas! Fue una película bastante hermosa.

—¿Eso crees?

—¡Por supuesto, Jimin-ssi! ¡Me gustó mucho!

A lo largo de nuestra vida cometemos errores, estos nos hacen lo que somos a día de hoy y no está mal admitir cuando los cometemos, somos humanos y nos equivocamos, incluso a veces la cagamos bastante en grande, Jimin había cometido acciones horribles en el pasado, mismas de las que sentía un arrepentimiento que lo carcome por dentro, puesto a que sus acciones no coincidían con lo que realmente quería hacer, quería proteger a Jungkook, pero no podía hacerlo del modo en el que él hubiera querido.

El bully... ¿Admite cuando se equivoca? Claro que no, los demás tienen la culpa de lo que les pasa o eso era lo que pensaba Jimin debido al mal concepto que tenia acerca de lo que sentía, ya que sus sentimientos eran considerados como algo malo, pues no sería bien visto ante los ojos de su padre.

En un inicio, se suponía que era de esa forma, todo era culpa de Jungkook por ser como era, por provocar que su corazón latiera tan desesperadamente, porque, al estar cerca, comenzaba su corazón a latir muy rápido... se suponía, quería convencerse de que era así, pero... ¿Cuál había sido el error más grande que él había cometido? No era culpa de Jungkook ser como era, el error era que no lograra conseguir el valor para ordenar sus emociones y enfrentar a las mismas, y debido a eso conseguir dañar a una de las personas que más aprecia, solo por... hacer ese pacto con Eunwoo, se suponía que el mencionado no lo molestaría más si él lo hacía en su lugar, de tanta intensidad fue esa pelea que siempre se habló de ella en los pasillos de la escuela, pero ¿Cumplió? No y realizar ese pacto, sería el error dicho que lo acompañaría siempre.

Frente a él estaba Jungkook dedicándole una sonrisa... esa dichosa sonrisa tierna de la cual estaba enamorado desde los quince años, su suave y pálida piel acompañando su rostro, sus suaves cabellos rosados y su mirada delicada que él tenía ¿Ya de verdad importaba si su padre lo aceptaba o no? ¿Lo que Eunwoo hiciera? La verdad es que no, cómo se sentía cuando estaba con Jungkook era correcto y seguro, se sentía bien.

Ambos habían salido de la sala del cine, y caminaban sin rumbo por el centro comercial.

—Jungkook, mi otra intención era invitarte a que nos viéramos aquí para hablarte sobre varias cosas.

—Cualquier cosa que quieras decir estoy dispuesto a escucharla.

Dicho esto, ambos habían tomado asiento en uno de los bancos que se encontraba allí.

Jungkook, como admitió previamente, está dispuesto a saber qué ocultaba Jimin y él estaba, por fin, dispuesto a luchar por la persona que quería.

Los nervios invadían a Jimin por completo, sentía como, de a poco, un gran nudo se formaba en su estómago, sus manos sudaban y todo su cuerpo temblaba ligeramente.

Cerró por un segundo sus ojos, inhaló y exhaló dejando salir el aire, una vez sus ojos se abrieron se encontraron con los de Jungkook, logrando que aquella sensación de miedo desapareciera.

—¿Recuerdas la primera vez que nos vimos, no es así?

—¿Cómo podría olvidarla? Tú solías ser más alto que yo por unos pocos centímetros.

La primera vez en la que se encontraron sería siempre un recuerdo valioso imposible de olvidar, ya que ese día había visto a Jimin ser cómo realmente es, un joven capaz de defender a uno de sus compañeros sin importarle los riesgos o lo que alguno de los malos podría hacerle o decir y eso, en cuestión, fue lo que siempre admiró de Jimin.

—No voy a olvidar cuando me llamaste anteojitos por primera vez, eras tan tierno en aquel entonces Jimin-ssi.

—Ya pasaron tres años y... desde ese día nunca pude borrar lo que siento por ti, Jungkook. Intenté ocultarlo siendo cruel contigo, no quería admitir lo que sentía, a decir verdad. No por ti, sino por algunos asuntos que prefiero contarte más adelante y por mi padre, él no se enteró de la mejor manera que no me atrae la idea de salir con una mujer y desde ese día intenta cambiarme. Me ha presentado las hijas de sus amigos e, incluso, de sus compañeros de trabajo, pero él no entiende que ninguna de ellas me interesa a un nivel más allá de una amistad ¿Y sabes qué es lo peor? No puedo simplemente enfrentarlo, no más de lo que hago porque nadie mejor que tú y Hoseok conocen su temperamento.

—Pero sabes a la perfección que no debería ser así, ningún hijo debe temerle a su propio padre o temerle a la misma idea de hacerle saber que sus acciones le dañan... y entonces, a base de lo que me estás revelando, ¿Significa que no pensabas esas cosas que solías decirme de verdad, Jimin?

—En un principio, no voy a mentirte, me enojaba mucho no poderte decir lo mucho que me gustabas e, incluso, me gustas a día de hoy, por lo tanto, decía miles de cosas sin sentido, y-yo lo que más te debo es una disculpa por todo lo que te hice sufrir, no merecías todo lo que te hice pasar, daría todo por volver atrás y cambiar el pasado, pero ya no puedo quitar el daño que hice con un simple "lo lamento", así que, incluso si no aceptas mis disculpas, también estaría de acuerdo con tu decisión, cualquiera en tu lugar no aceptaría mis disculpas. —Dicho esto, Jimin bajó su cabeza porque no quería que Jungkook lo viera en dicho estado, no quería que lo viera llorar.

Llorar es para los débiles, Cerdito.

—Hey... todo estará bien —Dicho esto, Jimin tomó el rostro de Jungkook con sus manos y volvió a subirlo, para que este lo observara —Escucha, aquel día cuando teníamos quince y te vi por primera vez, estaba seguro de que eras el indicado, no me alcanzarían las palabras para contarte lo emocionado que regresé a mi casa ese día, pero nunca tuve el coraje para decirte lo que sentía, creía que era obvio que me odiabas y aún así a mí me gustabas igual, cosa que hacía que tus acciones fueran el doble de dolorosas, pero debemos seguir adelante ¿Sí? Ambos debemos afrontar las cosas que nos hirieron y seguir adelante.

—¿Entonces, de verdad, merezco una oportunidad?

—Empecemos por el hecho de que te estás disculpando conmigo Jimin-ssi, ¿Cómo no podría darte una? A veces algunas personas buscan venganza o no saber más nada de la otra persona, yo las únicas palabras que siempre quise escuchar de ti fueron las que acabas de decir, en su lugar, yo tendría que agradecerte por contarme esto, piénsalo, si bien tú me hiciste la vida imposible burlándote de mí y humillándome, y si durante un tiempo te guarde rencor por eso y bastante, pero hoy es que decidio pasar de pagina contigo, y ya. Aunque no lo notarás, siempre encontrabas la manera de estar ahí bajo la excusa de "Él único que puede hacer eso soy yo", por muy feo que suene porque sabemos que lo es, incluso al iniciar las clases cuando continuabas siendo algo frío me compartiste una camisa ¿Lo recuerdas? Fue entonces que me di cuenta de que tus palabras no coincidían con tus acciones, pese a que aún no entiendo por completo tus motivos, decido aceptar tus disculpas.

Oye... Me agarraste de buenas hoy y esto que estoy ofreciendo es de tiempo limitado, o te quedas con la camisa o seré yo quien se encargue que los descerebrados que tenemos de compañeros te recuerden la vergüenza que pasaste a diario, vamos, que no tengo todo el día.

¡Ya, está bien! Me la pondré.

—¿Recuerdas el consejo que me diste ese día? Me habías dicho que le daba el gusto a Eunwoo de dejarme ver de esa manera ante él y los demás dando lugar a que se rieran de mí, tú fuiste el que me dijo que debía dejar de correr y llorar y, en su lugar, afrontar los hechos para que Eunwoo deje de molestar de una vez por todas, pero también mencionaste algo muy valioso, tus pensamientos no te definen sino tus acciones y tú, Park Jimin, mereces que acepte tus disculpas, no muchos tienen el valor suficiente para aceptar que cometieron actos horribles en el pasado y disculparse con esa persona, ppr eso es que valoro que tu lo hagas... pero espero que lo que pasamos no se vuelva a repetir, porque entonces, no habrá segundas o terceras oportunidades.

Ambos, ahora, se habían abrazado, reconfortándose en los brazos del otro. Jungkook sentía cómo Jimin recostaba su cabeza en su hombro sollozando en silencio, nunca creyó que lo vería de tal manera desde el día que se encontró con él cuando se enteró del fallecimiento de Daehwi, acariciaba lentamente los cabellos suaves de Jimin mientras lo abrazaba.

—¿C-cuánto tiempo podemos quedarnos así?

—El tiempo que sea necesario, Jimin.

—¿Puedo quedarme toda la vida de esta manera?

—Ammm pues, no sé si toda la vida, pero... siempre que necesites un abrazo, te daré uno.

Y así se quedaron por unos minutos, ambos sintiendo sus corazones latiendo desesperadamente, y una felicidad inminente.

Una vez se separaron del abrazo, Jungkook tomó la mano de Jimin suplicándole si podían ir hacia donde estaban los juegos, cosa que, por supuesto, Jimin no pudo negarse.

El resto de la salida no fue más que risas entre ambos, y algún que otro enojo por parte de Jimin cuando Jungkook le ganó más de tres veces en uno de los juegos, aunque, cada premio que ganaba era un regalo para Jimin, incluso el peluche por el que tanto le suplicó.

Ambos se dirigían ahora hacia la casa de Jungkook, una vez que se bajaron del bus, sin darse cuenta de que se encontraban tomados de la mano, razón por la que algunas personas los miraban como si fueran dos bichos raros aunque, como no se habían dado cuenta, no les hacían caso a las expresiones de la gente.

—Oye, Fosforito ¿Tengo algo en la cara?

—Déjame verte —Dicho esto, ambos dejaron de caminar, y Jungkook miró el rostro de Jimin, casi por un segundo perdiéndose en el mismo— No tienes nada, ¿Por qué preguntas? —Volvieron a caminar, de nuevo sin despegar las manos del otro.

—Es que pasó una señora recién y se me quedo viendo raro, quien sabe, tal vez tenía algo en la cara y no me di cuenta.

Posterior a caminar unas calles más, habían llegado a la casa de Jungkook. Ninguno de los dos quería despedirse del otro, parecía que estaban viviendo dentro de un sueño, uno del cual ninguno de los dos quería despertar.

—Entonces, sacando que me puse a llorar como un niño, espero que lo hayas pasado bien, Jungkookie.

—¡No! Eso jamás sería un motivo que le reste a una salida, lo pasé asombroso, de verdad... gracias por todo ¿Ya sabes cómo llamarás a tu peluche?

—Lo pensé todo el camino, su nombre será Chimmy ¿Tú pensaste el nombre del tuyo?

—Desde el momento en el que lo vi visualicé su nombre, él será Cooky.

—Así que... Chimmy y Cooky ¡Espero que sean grandes amigos!

Se suponía que debían despedirse, aunque no sabían si debían hacer alguna especie de choque de manos o darse un beso en la mejilla, siempre temían a dar el siguiente paso, pero, pese al miedo, existían también las ganas de sentir los labios del otro, aunque sea por unos segundos y la cercanía que había entre ambos hacía que esa idea aumentara cada vez más.

Sin dudarlo, Jungkook tomó el mentón de Jimin y acercó su rostro hacia él, dejando un corto beso en los labios de este, pero Jimin quiso más y, una vez que Jungkook se alejó, él volvió a acercarse y a besarlo, este posó sus manos en la cintura de Jimin y acercó más su cuerpo hacia él, mientras Jimin colocó sus manos en la nuca de Jungkook logrando dar paso a que el beso se profundizara más, escuchándose los chasquidos de sus labios juntos.

La sensación era de otro mundo, casi mágica, pero la falta de aire provocó que tuvieran que separarse lentamente, aún quedando cerca del otro.

—No sabía que los amigos se daban besos, Jungkook, cada día aprendo más contigo.

—Aamm es que nosotros somos especiales ¿No crees? Quizás nuestra amistad... puede que sea algo más.

—Amm concuerdo contigo, nos vemos el lunes, Fosforito. —Se despidió Jimin.

—Nos vemos el lunes, Jimin-ssi.

Posterior a despedirse del otro, se dieron un último beso de despedida, y ahora sí, Jimin había comenzado a dirigirse a su casa y Jungkook había entrado a la suya.

Una vez entró a su casa, se dirigió a la sala de estar, misma donde estaban sus padres y Jin nuevamente con cientos de papeles sobre la mesa.

—Mamá... papá, buenas noches —Pasó todo el día sin revisar el celular, y no se había dado cuenta que eran casi las nueve de la noche.

—¿Se puede saber dónde estabas, jovencito? —Preguntó Seojoon inclinando sus anteojos.

—Eeeeem... e-estuve por ahí, ya sabes, salí a caminar un rato —Mientras Jungkook pensaba en qué excusa inventar Jin no hacía más que reírse en silencio de él ¡Maldición! ¡Cuando de verdad necesitaba su ayuda se quedaba callado!

—¿Así de arreglado? ¿De verdad estabas solo? —Preguntaba ahora Sunhee, a veces agradecía tener a dos padres abogados... pero, en otras ocasiones, los interrogatorios resultaban ser un dolor de cabeza.

—¿Agh por qué tantas preguntas? Eeem lamento no avisar que llegaría tarde y-yo, se me pasó la hora, no estaba con nadie... ¿Qué es todo este papelerío? —Preguntó Jungkook, acercándose hacia la mesa.

—Pues, parece que Park Jihoon se ha encontrado un abogado y la empresa cuenta con nosotros. El punto es que contamos con la evidencia de sus acciones en la empresa que hacen verlo como culpable, evidencia que, claro, no fue sencilla de encontrar. —Reveló su madre, quien no parecía estar muy contenta con el caso que le había tocado.

—Pero, no solamente está eso en su contra, parece ser que él tuvo algo que ver con la muerte de su esposa.

—¡¿Qué!? ¡¿Cómo así, de qué hablas, papá?!

—Su mujer, Park Doyeon, había sido ascendida como presidente de la empresa donde, también, trabajaba Park Jihoon en aquel entonces, no puede ser coincidencia que meses después de ser ascendida falleciera del modo en que declaró en aquel entonces, por lo que buscamos entre los archivos de ella... Jungkook, esta mujer no sufrió de un accidente, fue asesinada y Jihoon llegó a un acuerdo para que esto nunca se supiera.

—Entonces, estos archivos pueden servir, no solo como evidencia del crimen que cometió asesinando su esposa, sino que añadirían más años a su sentencia... ¿Qué pasará con su hijo, ya saben con Jimin? ¿Qué pasará con él? —Jin y sus padres se observaron entre ellos, el silencio que brindaron fue una respuesta suficiente para Jungkook, una que no le agradaría en lo absoluto.

—Una vez graduado, deberá hacerse cargo del puesto de su padre.

—Y... si supieran que Jimin sufre de violencia doméstica por parte de Jihoon ¿Qué dirían en el tribunal?

—Continúa...

—Él no es precisamente una persona que me cuente mucho las cosas, papá, me costó mucho poder conocerlo profundamente, cuando logré hacerlo fue cuando lo visité a su casa para hacer un trabajo de la escuela... ese hombre realmente tiene algún problema de ira o algo por el estilo ¿Notaron que Jimin tiene una cicatriz en su mejilla? Pues él se la hizo, no sé cómo ocurrió, pero... la herida en su otra mejilla también la hizo.

La tristeza de Jin era evidente a medida que sabía más sobre Jimin, lo único que quería era ayudarlo de cualquier manera, la que sea y si debía poner entre las rejas a Jihoon para que no sufra, lo haría.

—Oh pobre niño, él podría levantar cargos contra su padre si así lo quisiera, ayudaría a que le añadan más años de prisión, pero esa decisión no nos concierne a nosotros, es algo que debe decidir por su propia cuenta, pero no quita que, en algún momento, debamos hablar de esto con él, dudo que se entere por su padre, Jungkookie.

Jungkook, una vez su padre terminó de hablar, se dirigió en silencio hacia su habitación. Un pesar en su pecho se hizo presente y es que, estaba agotado de ocultarle a Jimin, no solo la verdad del hecho por el que siempre sufrió demasiado, sino de quién es su padre realmente.

Por otro lado, Jimin, luego de llegar a su casa, una vez que se dio un baño de agua caliente, se recostó en su cama y colocó a su pequeño Chimmy a su lado. Jungkook había ganado a ese peluche para él al igual que los demás premios de los juegos, por mucho que quisiera negarse a aceptarlos ya que él los había ganado, por lo tanto le pertenecían, pero parecía ser que Jungkook es algo testarudo aunque, por un momento, logró sentirse especial para alguien y, quizás, por primera vez en mucho tiempo, dormiría con una sonrisa.

🌟

Me encanta que Jungkook sea de esa forma. Yo soy de las que prefieren ver el mundo arder, dependiendo la persona, claro no me alcanzaría solo con una disculpa (aunque si son de Jimin, yo lo abrazo y lo protejo de cualquiera 😫)

Bully oficialmente va por la mitad, o sea está en su 50% 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro