Extra: Darkhor
Darkhor nunca le había temido a nada, nunca se acobardó ante algo o alguien pero todo cambió cuando conoció a su Omega, Jeon Jungkook.
El día que Taehyung vio por primera vez a Jungkook, ese fue el día que Darkhor reconoció al ojiazul como suyo, como su otra mitad, su alma gemela. El lobo estaba totalmente seguro de eso, su instinto nunca fallaba y el aroma de Jungkook se lo confirmó.
Jungkook olía a cereza y chicle, realmente delicioso pero sobre todo, Jungkook olía a una tarde primaveral, a un romántico paseo por el parque junto al amor de tu vida, junto a tus hijos, junto a tu familia.
Jungkook olía a hogar.
Y Darkhor tuvo miedo, nunca se había sentido así, no supo controlarse y le hizo saber a Taehyung que habían encontrado a su Omega, por eso el rizado invitó a salir a Jungkook sin inhibición alguna, ya que su lobo le había confirmado lo que ya sabia.
Los dias que Taehyung y su lobo esperaron para salir con Jungkook fueron insufribles, Darkhor tenia la necesidad insana de estar cerca de Jungkook, cuidarlo y protegerlo, sus instintos estaban a flor de piel y que decir de Taehyung, el pobre hombre solo pensaba en Jungkook y en volver a verlo. Darkhor tuvo que tomar el control en muchas oportunidades para calmarlo.
"Crees que yo le agrade" había preguntado Darkhor una noche en las que Taehyung no podía dormir por pensar en Jungkook.
—Por supuesto, tu eres mas carismático que yo —se burló.
"Hablo en serio Taehyung ¿Qué pasa si me tiene miedo?
—¿Por qué te temería?, eres mi lobo, somos uno solo.
—Sabes de lo que hablo, nunca e tratado con un Omega, solo con tu madre y Jisoo.
—Jungkook es nuestro Omega, Darkhor, él nunca te temería, eres su Alfa.
Darkhor quiso creer en las palabras de Taehyung pero no pudo, nada le aseguraba que Jungkook no corriera asustado en cuanto viera que los ojos verdes de Taehyung se tornaran rojos, que Jungkook se diera cuenta que no era tan amable o romántico como Taehyung, que se diera cuenta de que solo era un lobo tosco, bruto y con instintos salvajes. Nada le aseguraba que su Omega algún día llegara a amarlo.
Su alma dolía, porque el ya amaba a Jungkook a pesar de nunca haber hablado con él, a pesar de nunca haberlo tocado. Darkhor amó a Jungkook desde que el aroma a cereza y chicle inundo sus sentidos.
Y ahora estaban aquí, en la tercera cita con su Omega y Darkhor aun no había salido a flote, aun no se había presentado ante Jungkook, porque tenia miedo.
Miedo a que Jungkook se asustara de él y lo rechazara, si eso ocurría Darkhor se juró nunca tomar el control, dejaría que Taehyung tenga una vida feliz junto a su destinado y él solo moriría en el olvido, porque su prioridad era que su Omega sea feliz.
—¿Por qué aún no conozco a Darkhor? —preguntó extrañado Jungkook mientras metía a su boca un par de uvas.
Tenían una cita al aire libre, esta vez fue el turno del ojiazul de preparar todo, trajo bocadillos que Yoongi preparó bajo amenazas y Taehyung trajo un mantel con pequeños cuadrados rojo y blancos que formaban parte del diseño.
—Él tiene miedo — respondió Taehyung, Jungkook hizo una mueca confusa —Nunca se a presentado ante un Omega, no sabe como vas a reaccionar.
—Dijiste que comparten los mismos sentimientos.
—Lo hacemos.
—¿Tú me lastimarías? —preguntó Jungkook.
—Nunca —respondió con convicción Taehyung.
—Entonces ahí lo tienes, Darkhor tampoco lo hará.
—Yo sé que él nunca lo haría pero no puedo obligarlo a salir, él lo hace cuando lo cree necesario.
Jungkook asintió y se movió hasta sentarse en el regazo de Taehyung, el rizado se sorprendió pero no lo apartó, lo pegó más a él y puso sus manos a ambos lados de la delicada cintura del omega, Jungkook le brindó una sonrisa tímida antes de acercar su rostro y darle un beso.
El beso fue suave, delicado, justo como era Jungkook, sus labios tenían un sabor dulce, quizá por las frutas que estaba comiendo, Taehyung pensó que era un sabor adictivo, algo que quería probar el resto de su vida. El beso no duró mucho, Jungkook se alejó pero aún tenia los ojos cerrados, Taehyung sonrió enternecido, repartió pequeños besos por el rostro de Jungkook, finalizando con uno casto en su nariz.
—Quiero conocerte Darkhor —pidió Jungkook mientras abría los ojos.
El omega pudo apreciar el momento exacto en que los brillantes ojos verde jade de Taehyung se convertían en unos impresionantes rubís, lo dejó sin aliento.
—Hola Omega —dijo Darkhor dándole una sonrisa torcida.
Jungkook se dio cuenta inmediatamente de que el lobo de Taehyung era peligroso, algo malicioso y oscuro, le encantó.
—Hola Alfa —respondió con una bonita sonrisa y ojos brillosos.
Los miedos de Darkhor se esfumaron en ese momento, la sonrisa de Jungkook le dio valentía, la sonrisa de Jungkook lo trajo de vuelta del lugar oscuro en el que estuvo. Las arruguitas al costado de los ojos de su Omega lo enamoraron. Los ojos azulados de Jungkook hicieron que lo amara más.
—Eres la creación mas bonita que he visto, sin duda Taehyung y yo somos unos hijos de puta con suerte —Darkhor hizo un intento de halago.
—Gracias y ¡vocabulario! lobo tonto —exclamo con las mejillas sonrojadas.
—Me disculpo Omega, solo quería hacerte un cumplido, no era mi intención incomodarte con una grosería —se disculpó.
—Oye, solo bromeaba —dijo mientras le daba un pequeño beso en los labios.
—Omega descarado, ven aquí.
Darkhor tomó el rostro de Jungkook entre sus manos y lo acerco para darle un beso, fue distinto, mas rudo, fuerte. El lobo era demandante, se hizo cargo inmediatamente, mordió el labio inferior de Jungkook mientras apretaba sus caderas, el Omega sabia que mañana habría marcas en esa zona, la idea le agrado. Cuando se alejaron, un hilo de saliva los unía, Darkhor se acerco nuevamente y lamio los rojizos labios de Jungkook.
—Tu sabor es delicioso, Omega —dijo.
—Umh gracias, supongo.
—De nada, solo digo la verdad, podría vivir solo de tus besos.
—Y dices que yo soy el descarado —Jungkook se movió un poco su regazo.
—Te aconsejo que dejes de hacer eso, no quieres empezar algo que no podrás terminar —advirtió el lobo.
—Yo no estaba haciendo nada —respondió el Omega moviéndose nuevamente.
—Si empiezas a lubricar, tendré que matar a todos los Alfas que estén alrededor, no puedo permitir que alguien mas huela la excitación de Mi Omega.
—Si dices eso me pones mas caliente —reclamó el ojiazul.
—Permíteme marcarte con mi aroma, por favor —pidió el lobo, que su Omega huela a él le daría cierto control y no tendría pensamientos asesinos contra los Alfas que paseaban por el parque.
—Por supuesto, Alfa.
Darkhor paso su nariz por el cuello de Jungkook, beso sus mejillas mientras liberaba feromonas, restregó su rostro en el pecho de su Omega, le dio un beso en la fuente de aroma, al finalizar Jungkook olía a cedro y bosque.
—Esta es la primera vez que huelo sus aroma —comentó mirando a Darkhor.
—A Taehyung no le gusta hacerse notar por su casta, yo respeto eso así que no permito que nuestro aroma se haga presente.
—El nivel de control que tienen es impresionante, eso es increíble.
—Gracias —dijo —Sin duda apreciamos tus halagos.
—¿Taehyung puede escucharme ahora? —preguntó interesado.
—No Omega, cuando yo tomo el control Taehyung no sabe lo que hago o digo.
—¡Oh! no sabia eso, es extraño.
—¿No te gusta? —preguntó con temor.
Jungkook vio su rostro preocupado, los ojos rojos parecían tormentosos, no le gustó que su Alfa se sintiera así.
—Mírame y escucha lo que te diré Darkhor —el lobo lo miró a los ojos —Esto es nuevo para mí, estos dias estuve leyendo algunos libros sobre Alfas puros para tener más información sobre ustedes, pero quisiera que tú y Taehyung me tengan paciencia. Tae me dijo que tenias miedo y yo te juro Dark bonito que no me iré, no te temo en lo absoluto, en este momento no estoy asustado, ahora sentado en tu regazo y con tus brazos envolviéndome me siento protegido y hasta me atrevería a decir que amado.
Darkhor le dio una mirada de pura adoración, no tenia palabras para expresar el alivio que sentía en ese momento, saber que su Omega estaba cómodo con él era increíble, lo llenaba de júbilo y el amor que sentía por Jungkook se desbordaba.
Solo atino a besarlo nuevamente, esperando que sus sentimientos se expresaran a través del beso, que Jungkook sintiera aunque sea una pizca de lo que él sentía. Porque Darkhor juró que viviría para amar a Jungkook.
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