Capítulo 45
El crepitar de la leña en el fuego de la chimenea lo relaja, su Alfa camina alrededor de la sala colgando luces navideñas, de vez en cuando se enreda y camina hacia su Omega con un puchero pidiéndole silenciosamente que lo ayude, los azulados ojos de Jungkook brillan cuando sonríe enternecido.
— Iré al centro comercial — le dice Jungkook, Taehyung voltea a mirarlo.
— Dame unos minutos, ya casi termino.
— Iré con Nam, quiero comprarte regalos, si voy contigo no querrás dejarme solo y ya no será una sorpresa.
Taehyung está a punto de hacer una réplica, decirle a Jungkook que puede ser peligroso, que prefiere acompañarlo pero también sabe que desde que su Omega cumplió 8 meses de embarazo ha estado más sobreprotector y no le está dando su espacio.
— Que NamJoon pase a recogerte, no quiero que conduzcas.
— Estará aquí en unos minutos cariño — informa — ¿Puedes traerme un suéter?
El ojiverde asiente y va a su habitación, saca un suéter verde y lo perfuma con su aroma, eso hace que la idea de que su Omega vaya solo no le preocupe tanto porque solamente un idiota o un suicida se acercarían a un Omega embarazado que huele a un Alfa Pura Sangre. Además confía en que NamJoon puede romper un par de huesos.
Cuando sale, Jungkook está parado al lado de la chimenea, sonriendo mientras mira la foto enmarcada del día de su boda, ambos están bajo el arco de flores silvestres, Jungkook tiene el rostro pegado al pecho de su Alfa y sonríe a la cámara, sus hipnóticos ojos azules resplandecen y los bordes arrugados lo hacen ver irreal, Taehyung besa su coronilla, tiene los ojos cerrados, su mandíbula cincelada y sus rizos chocolate hacen que se vea guapo y varonil.
— Esposo — dice el Alfa llamando su atención — Te amo.
Jungkook sonríe con suavidad y deja la foto en su lugar, camina hasta llegar a su lado, sus espesas pestañas revolotean, es totalmente hermoso.
— Te amo — le responde — Nunca dejaré de hacerlo.
Taehyung lo besa, con suavidad, con delicadez, justo como su Omega es. Y sabe que jamás se cansará de besar los delgados y rosados labios de Jungkook porque literalmente fueron hechos el uno para el otro, Alfa y Omega, Taehyung y Jungkook, destinados.
El sonido del timbre los separa, Taehyung gruñe algo molesto pero la risilla de Jungkook lo calma, NamJoon debería estar agradecido por eso, caminan juntos hasta la puerta y el Alfa la abre, revelando al pelinegro.
— Nam — saluda Taehyung.
— Tae — responde NamJoon.
— Kook — dice Jungkook levantando una de sus manos.
Taehyung solo niega con la cabeza ante la broma de su Omega, le pone el suéter verde, el ojiazul se ve tierno y suave, las ganas de cargarlo y llevarlo a su habitación para follarlo o acurrucarse con él son inmensas.
— Jesús — dice NamJoon sacándolo del foso amoroso en el que estaba metido — ¿Orinaste en el suéter o qué?
— No molestes a mi Alfa — regaña Jungkook.
— Llámame si me necesitas — le dice Taehyung — Por favor no hagas nada imprudente.
— ¿Qué podría hacer un Omega con 8 meses de embarazo? — dice el ojiazul rascándose la barbilla — ¿Los clubs de estriptis me dejarían entrar? — pregunta mirando a su amigo.
— Puedo sobornar al guardia — dice el pelinegro encogiéndose de hombres siguiéndole el juego.
Taehyung los mira impactados, ¿Cómo es posible que su Omega quiera hacer tal cosa? y el tonto de NamJoon está dispuesto a ayudarlo.
— Nada de hombres desnudos — dice el ojiverde rápidamente — Mi Omega no debe frecuentar esos lugares ¿Qué ejemplo le das a nuestra cachorra, Jungkook?
Jungkook no responde, solo le da un casto beso, NamJoon lo ayuda a bajar las escaleras del pórtico, le abre la puerta del carro y su Omega lo despide con delicadeza mientras desaparece por la calle.
[...]
Al día siguiente Jungkook pone los regalos que le compró a su Alfa bajo el arbolito de navidad, también compró algunas cosas para su cachorra. Taehyung llega a casa por la tarde y se encuentra con la suave imagen de Jungkook durmiendo en el sofá, el tazón de palomitas en el piso, algunas regadas y un par pegadas al cabello de su Omega.
Las saca de su cabello y acomoda un cojín bajo su cabeza para que esté más cómodo, le pone una manta encima y besa sus mejillas antes de ir a su habitación para darse un baño y ponerse el pijama, cuando regresa Jungkook ya está despierto y comiendo palomitas, eso lo hace sonreír.
— Buenas tardes mi pequeño Sol — dice sentándose a su lado.
— Hola TaeTae bebé —besa sus labios.
— ¿Cómo estuvo tú día? — pregunta mientras le acaricia el vientre, su bebé patea.
— Aburrido — se queja.
— Lo imagino pero desde hoy estaré a tu lado, Jisoo se encargara por un tiempo, ahora mi Omega y mi cachorra me necesitan.
Jungkook lo besa una vez más antes de alejarse y darle una mirada pícara.
Oh no.
— ¿Quieres saber que te voy a regalar? — dice emocionado.
— Jungkook — suspira — No quiero saberlo porque luego de decírmelo te pones triste porque ya no será una sorpresa.
— Esta vez no será así — promete mientras asiente repetidas veces.
— Todos los años dices lo mismo — le recuerda — Así que me niego a saberlo.
— Pero TaeTae, es algo bonito.
Taehyung se levanta del sofá tapándose los oídos y cantando en voz alta, no quiere saberlo.
Dos días después es el cumpleaños de Jungkook y también navidad pero ¿A quién le importa la navidad?
Su madre y sus hermanas pasa al medio día para desearle un feliz cumpleaños y dejarle regalos, más tarde Yoongi y NamJoon lo llevan a comer pastelitos, mientras tanto Taehyung se queda en casa haciendo la cena navideña, su Kook quiere un momento únicamente para ellos sin nadie más alrededor.
Yoongi lo deja en la puerta de su casa y le desea feliz cumpleaños nuevamente, el ojiazul entra a casa y todo está casi oscuras salvo por el árbol de navidad que brilla en la esquina de la sala, los adornos rojos y dorados combinan bien, todo hace que su hogar se sienta más cálido, camina hasta la cocina y su Alfa saca galletas del horno. Un par de rizos están sueltos pero se ve sumamente hermoso y la sonrisa que le regala lo hace derretirse por dentro.
Taehyung se acerca y lo abraza con algo de dificultad por su gran vientre pero de todas maneras es un abrazo apropiado, restriega su rostro por el cuello de su Alfa, se abrazan por un rato más solo porque pueden hacerlo, estar así, juntos, complementándose.
Jungkook viste un suéter rojo al igual que Taehyung, se combinan, el Alfa tiene un la mitad de un reno y Jungkook la otra, "¿Porque tengo que llevar los cuernos, es esto una indirecta?" había dicho Taehyung en cuanto el ojiazul le pidió que se lo pusiera, el pequeño Omega había salido carcajeando de la habitación diciendo que él tenía que llevar el trasero por obvias razones.
Después de cenar ambos se sientan en el sofá para abrir sus regalos porque Jungkook alega que es su cumpleaños y necesita abrir sus regalos, además abrirá los regalos de navidad porque es su cumpleaños y puede hacer lo que le da la gana, en resumen es su cumpleaños, ¿olvidó mencionar que es su cumpleaños?.
— Yo primero — dice el Omega.
— Hazlo cariño — cede el Alfa.
Jungkook se pone de pie con algo de dificultad y recoge el regalo de debajo del árbol, se sienta nuevamente junto a su Alfa y le sonríe con algo de nerviosismo.
— No es algo caro — dice — Pero espero que te guste.
— Me encantará.
Taehyung desenvuelve el regalo, abre la caja y mira al interior, hay una serie de cosas allí, desde una banderita Jamaicana hasta dos flores amarillas y lilas, están secas pero conservan su color.
— Las banderitas las saqué del refresco que tomaste cuando fuimos a cenar la primera noche — dice el castaño — Esa es una foto de la Luna del día que nos casamos, ¡Oh y esas son las flores de mi corona! y estás son fotos de tus huellas en la arena cuando fuimos a la playa, esta pulsera me la regalo una señora, dijo que nos traería suerte y que hacemos una linda pareja pero ahí ya estábamos casados — se sonroja ante lo último — Todos son recuerdos de nuestro viaje a Jamaica.
El Alfa tiene los ojos cristalizados, Dios su Omega es perfecto, lo conoce tan bien y sabe que ama los pequeños detalles.
— Gracias mi amor, me gusta mucho, te amo — se acerca y lo besa — Ahora mis regalos.
Jungkook aplaude emocionado y se acomoda mejor en el sofá, le gustan los regalos.
— Yo te daré uno ahora y Dark te dará otro más tarde.
— Esta bien.
— Quizá no esté tan lindo pero me esforcé haciéndolo — dice mientras le entrega el presente.
Jungkook rompe la envoltura con emoción y jadea en cuanto ve de lo que se trata. Es una manta tejida a mano, de colores lila y celeste, en la esquina inferior esta bordado el nombre de sus cachorra.
— Kim Daehyung — dice leyéndolo en voz alta con la voz quebrada.
— Tomé clases de crochet y bordado — dice Taehyung sonrojándose un poco — Puede que no sea perfecto pero quise hacer algo especial.
Jungkook se sienta a horcajas y lo besa, muerde sus labios y Taehyung gime mientras coloca sus manos en la cintura de su Omega, respira con dificultad en cuanto se separan.
— Eres el amor de mi vida Kim Taehyung — declara con convicción.
Más tarde esa noche Jungkook se acomoda en la cama y espera que su Alfa le traiga una taza de chocolate caliente con malvaviscos, el rizado entra pero cuanto Jungkook ve sus ojos estos son rojos, es Darkhor.
— Chocolate casi tan caliente como tú — dice mientras pone las tazas en el buró.
— Dark bonito ¿me darás mi regalo?
— Yo, eh, claro — se rasca la nuca — No es tan genial como el de Taehyung pero intenté.
— Me gustará.
Darkhor camina hacia el closet y del fondo saca una caja mediana con un moño en el medio, se sienta en la cama junto a su Omega.
—Taehyung tomó clases y yo también.
—¿En serio?
— Lo hice y déjame decirte que no fue divertido, pero por ti cualquier cosa.
— Tan sacrificado — dice burlón.
Jungkook abre el regalo, es una estatua de cerámica de una loba blanca con ojos azules y entre sus patas delanteras esta una pequeña cría, una lobezna con un ojo verde y el otro azul, es Jungkook y su cachorra o lo que serían si pudieran transformarse como sus antepasados, es hermoso.
— ¿Te gusta? — pregunta el lobo ante el silencio de su Omega.
— Lo amo, te amo — le dice y le jala uno de sus rizos — Gracias amor.
— ¿Cuál es mi regalo? — pregunta Dark con interés.
— Lo que hay debajo de este pijama.
— No podría pedir algo mejor.
Jungkook ríe mientras su Alfa se acomoda entre sus piernas.
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