A la mañana siguiente se despertó por su cuenta. No tenía idea de si era de día o si seguía siendo de noche puesto que las luces seguían apagadas y no había ni siquiera una ventana por pequeñita que fuera para poder distinguir el paso del tiempo.

Pasaron horas y horas antes de que se encendieran las luces y alguien apareciera en la puerta del recinto con una bandeja de comida, se la dejó en en la entrada y volvió a cerrar, pero las luces permanecieron encendidas. Si Minho le dijo que le llavaban la comida al medio día, eso significaba que ya eran las 12:00, y que se había despertado tipo 9, un suspiro se escapó de sus labios, aferró la manta contra su cuerpo y fue a buscar la comida, le costaba caminar puesto que aún resentía lo que le hicieron el día anterior, Jimin los maldijo en voz baja y se llevó la comida a su pedazo de cartón.

La bandeja consistía en un plato de sopa de un color amarillento y olor delicioso, un trozo de pan y un vaso de agua. Jimin no se quejaba, al menos tenía comida y no lo matarían de inanición, solo esperaba que a la once le dieran por lo menos otro trocito de pan aunque sea quemado. No era mucho pedir.

Se comió su desayuno/almuerzo, bebiendo muy poca agua para así dejar hasta mas tarde, quizás le diera sed y un delicioso vaso de agua lo estaría esperando. Dejó la bandeja a un lado y se recostó mirando en dirección a la puerta, esperando que se abra y que por ahí entre Yoongi, Hoseok, o Namjoon, hasta se alegraría de ver a Jungkook o a Jin, incluso sería capaz de saltar en un pie si veía a Robert. Solo deseaba ver a alguien conocido, algún rostro que lo tranquilizara...que le diera esperanzas, por falsas que fueran.

Jimin perdió la cuenta de cuanto tiempo estuvo mirando la puerta, pero se decidió que no podía dejarse estar, porque cuando Yoongi lo viniera a rescatar como mínimo se debía encontrar bien y en forma, así que se levantó y cogió una toallita húmeda, se la pasó debajo de sus brazos y por el resto de su cuerpo, tratando de limpiarse un poco, luego se amarró la manta a la cadera y se dedicó a hacer sentadillas, planchas y abdominales.

Ya habían pasado horas, se dio cuenta de aquello porque cuando estaba descansando tirado boca arriba en su pedazo de cartón, otra bandeja fue dejada en el suelo, esta tenía un trozo de pan con mermelada de durazno y otro vaso de agua, Jimin se lo devoró sin pensarlo dos veces, el ejercicio lo había dejado fatigado hasta tal punto de que un vaso de agua se veía como lo mas delicioso del mundo.

Al cabo de unas horas las luces se apagaron, Jimin se acurrucó en la manta y suspiró, en ese momento comprendió que de ahora en adelante su vida se basaría en aquella rutina y que por mas aburrida que fuera, tenía que ir acostumbrandose.

Tal como lo había supuesto, el resto de lo días era básicamente lo mismo, luego del almuerzo hacía ejercicios hasta que llegaba su once, y después de eso las luces se apagaban y jimin se dedicaba a intentar dormir.

En algunas ocasiones caía en una especie de depresión por su reciente violación, trataba de tomárselo como cualquier cosa o como algo normal, puesto que Yoongi le había advertido sobre eso. Los ejercicios de cierta forma lo ayudaban a olvidar aquello, pero ese maldito recuerdo siempre volvía.  Trataba de jugar con su mente e imaginarse que era Yoongi quién lo tomaba de esa forma, y en algunas ocasiones daba resultados y se terminaba exitando, pero en otras solo lloraba porque sabía que Yoongi no sería así de brusco con él, en algunos momentos su mente era un caos, y a medida que transcurrían los días menos ganas de vivir le quedaban.

En otras ocasiones lo iba a visitar Dywen, y Jimin solamente respondía de forma sarcástica e irónica, y siempre se terminaba ganando patadas o bofetadas, Dywen le hacía preguntas sobre su relación con Yoongi, o también sobre como era el cuartel principal debido a que era el único que Jimin conocía, ¿Cuantas personas?, ¿Cuantas armas? ¿Cuantos saben luchar? y ahí era cuando Jimin callaba, sabía que no debía revelar ese tipo de información porque podia ser muy perjudicial para el pelinegro y sus hombres. Eso a Dywen lo enojaba en demasía y en sus arranques de furia le gritaba lo repugnante que era y que le traería la cabeza de Yoongi, pero Jimin solo sonreía, porque sabía que el pelinegro jamás se dejaría atrapar de aquella forma, era él o el enemigo, y Yoongi nunca perdía.

Otras veces Jimin pateaba la puerta y arremetía con cuerpo y todo, pero lo único que conseguía eran gritos desde afuera que le decían "Te daré con una bala en los pies para que te dejes de hinchar las pelotas" y a veces jimin se detenía, pero a veces no y cuando no se detenía entraba un hombre regordete con una ak-47 y le apuntaba, solo una vez le disparó pero la bala no le llegó, desde ese día aprendió a no subestimar la paciencia del hombre.

Ya habían pasado 20 días, cada vez que le llevaban el plato de su almuerzo jimin agregaba un día más, y justo en este momento la bandeja estaba siendo dejada en el suelo.

A Jimin no lo dejaban ir al baño para hacer sus necesidades, por lo que tenía que hacerlas ahí mismo, defecar o miccionar, daba igual, pero ahí. Al inicio el olor putrefacto no era nada, pero luego comenzó a ser una verdadera molestia, en las noches no podía dormir y durante el día no podía comer tranquilamente pensando en lo que había un poco mas allá de él, Jimin trataba de pasar lo menos posible al "baño", pero eso era casi imposible porque su cuerpo le pedía eliminar deshechos regularmente. 

Lo mismo era con la ducha, se había "duchado" dos veces desde que llegó, y en ambas ocasiones su ducha había consistido en que le arrojaban agua fría desde un balde, eso era todo y al ser únicamente agua los malos olores volvían rápidamente, el olor a transpiración lo perseguía día y noche y la picazon en su cuero cabelludo por la suciedad era casi insoportable.

Pero ese mismo día, luego de que se acabara su almuerzo entró Dywen con una bolsa en su mano derecha.

-Yoongi está siendo obediente, así que a modo de recompensa te he traido esto- Y le arrojó la bolsa a la cara, de ella salieron unos shorts negros, una polera blanca, una toalla e incluso desodorante en barra- Párate, te llevarán a las duchas y limpiarán tu pocilga.

Jimin bajó la vista avergonzado, se sentía mal de que lo vieran en ese estado, pero no podía hacer nada. Se cubrió su parte baja con la toalla y siguió a Dywen, al salir por la puerta se encontró con un largo pasillo atiborrado de hombres y mujeres, todos lo miraban, algunos se mordían el labio y otros pareciera que deseaban tener rayos x para ver por debajo de su cobertura, pero como Dywen iba adelante de él, nadie se atrevió a decir una sola palabra.

«Le tienen miedo» Comprendió Jimin.

Las duchas consistían en cubículos de cerámica con una cortina de género haciendo de puerta, Dywen le dio su espacio y le dijo que Jojen iría a buscarlo y que mas le valía no intentar nada.

Jimin solamente asintió como respuesta y se dedicó a ducharse, había shampoo, acondicionador, jabón e incluso gel de baño, también había agua quitada de hielo, sin duda era mucho mejor que el agua caliente. Mojó su cabello y vertió shampoo, se enjabonó su cuerpo y limpió sus partes íntimas, procurando lavarse lo mas que pudiera, porque quizás no volvería a ver una ducha en mucho tiempo.

Una vez terminó, cortó el agua y salió, afuera habían unas bancas, se sentó en una de ellas y se puso su ropa, los shorts y la polera blanca, y a pesar de que le gustaba tener ropa que tapara su cuerpo, ya se estaba acostumbrando a estar desnudo.

Sacudió su cabello para quitarle el agua sobrante y abrió la puerta principal de todas las duchas, ahí afuera lo esperaba Jojen. -Andando- Fue todo lo que el hombre pronunció y comenzó a caminar, el resto del camino se la pasó en silencio hasta que llegaron al cuarto en donde se estaba quedando Jimin, cuando entró se dio cuenta de que sus excrementos habían desaparecidos, el cartón había sido reemplazado por otro mas limpio y menos gastado, y el lugar tenía un tenue olor a lavanda.

Jojen cerró la puerta a su espalda y lo dejó solo en la habitación. Jimin suspiró «Al menos ya no huele feo» eso era algo por lo que alegrarse, aunque obviamente solo le duraría hasta que le entraran ganas de defecar nuevamente.

Caminó hasta el cartón y se sentó en el, ya no tenía la manta que le había dado el hombre que respondía al nombre de Minho, pero en su lugar le habían dejado una sábana blanca, «algo es algo»

Quizás desde ahora todo comienze a ir mejor, tal vez Yoongi había desistido de sacarlo de ahí y por lo mismo no había intentado nada, o quizás estaba planeando algo grande, algo que no fallara.

Pero por ahora, debía disfrutar de que por lo menos aún no lo han matado.

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ɴᴏᴛᴀ ⬇

Hola mis amores uwu

Venía a comentarles que tengan cuidado con wattpad, últimamente a estado borrando partes de historias y te niega la entrada a tu cuenta porque supuestamente olvidaste tu contraseña.

Se los comento porque me acaba de pasar hwkshdkd

Tuve que revivir una tablet y pasar por toda una odisea con mi computador para recuperar mi cuenta.

Así que si están escribiendo alguna novela, guarden una copia en algún otro lugar que sea seguro, porque les juro que en ese momento yo pensé que no volvería a actualizar esta historia (porque no tenía un respaldo xd).

Perdón por lo extensa de la nota pero necesitaba avisarles :c