Dos días.

Pasaron sólo dos días y Jisung estaba al borde de la muerte.

No come, no sale de la cama, apenas si habla y la mayor parte del día la pasa dormiendo.

Chan, para ese punto, ya estaba entrando en pánico. Su amigo estaba muriendo lentamente frente a sus ojos y no sabía qué podía hacer y él es doctor maldita sea.

-Chan -Felix habló entre lágrimas- ¿qué vamos a hacer? Él... Él -un sollozo brotó de sus labios y Chan se contuvo para no llorar también.

Estaba impotente, porque el debió detener a Minho, pido hacerlo. lo dejó ir. Y ahora su amigo estaba muriendo.

Abrazó a su omega, refugiándose contra su cuello, buscaba calmarse, porque el dolor en su pecho lo estaba asfixiando. Inhaló el aroma de Felix y sorbio por la nariz. Estaba ignorando las lágrimas que caían por sus mejillas.

-Chan... -Felix podía sentir las lágrimas de Chan mojando su piel- Lo sabes... Jisung necesita a su Alfa. Tiene que ver a Lee Minho.

-Lo sé -se separó un poco de su omega y dejó que le limpie las lágrimas- Pero también es arriesgado. Hace años no vuelvo a la manada y... Tengo miedo, Felix. ¿Qué pasa si vamos y Lee Minho vuelve a rechazarlo?. Jisung no lo soportaría. No quiero perder a nadie más en mi vida, Felix

-Podríamos hablar con sus padres,¿Recuerdas?. Lee JungKook y Lee Jimin, tu mismo has dicho que son pareja destinada. ¡Podemos hablar con ellos!

-Lo sé. Estoy seguro que ellos van a entender, Lixie. Pero el problema es Minho. Todo, al final, depende de él.

Ambos se quedaron un tiempo en silencio, procesando sus propias palabras y tratando de recomponerse.

Felix, al final, susurró bajito.

-Él también debe estar mal.

Chan asintió.

-Pero no tanto como Jisung. Al menos él, allá, tiene un pilar, su omega. Jisung no.

Felix emitió un chillido de frustración y tristeza.

-Por favor, Chan -rogó Felix- llevemos a Jisunggie a Daegu. No podemos no intentarlo. Está muriendo. No podemos dejar que esto se alargue más tiempo. La Diosa Luna no permitirá esto.

Chan suspiró, finalmente se separon de su abrazo y secó el resto lágrimas.

-Me da miedo esa probabilidad de que Minho vuelva a rechazarlo. Me da miedo que la historia se repita, no... Yo no...

Los latidos de su corazón se aceleraron y su cabeza y pecho ardieron por todos los sentimientos juntos. Felix inmediatamente lo abrazó. Detenía que su Alfa se rompa en miles de pedacitos.

-Shh, tranquilo. Nada de eso va a pasar. ¿Confías en mi? -Chan asintió y Felix besó sus labios con dulzura- Tenemos que intentarlo, amor. No vamos a quedarnos así, como ahora, viendo como nuestro amigo pierde su luz. Él está cansado y no puede luchar. Así que lucharemos por él. ¿Está bien?

-Bien... -exhaló. Exhaló con fuerza, saboreando sus propias palabras, tratando de convencerse a sí mismo-. Pero si vamos a ir... Será ahora mismo.

-Te amo tanto, Chan. Eres muy fuerte y valiente, Alfa. Jamas dudes de eso -Lo abrazó con fuerzas y le susurró aquellas palabras al oído-. Te amo. Tú prepara el auto y yo mientras trataré de sacar a Jisung de la cama.

Ir a Daegu era la única esperanza que tenían.

Al final fue Chan quien tuvo que subir a la habitación de Jisung y cargarlo hasta el auto.

Jisung no tenía fuerzas para nada y no podía despertar ante los llamados de Felix, podía escucharlo, sí, pero no tenía ni la voluntad para abrir los ojos.

Una vez que aseguraron al omega en el asiento trasero, la pareja suspiró y trataron de sonreír. Felix acarició la mejilla de Jisung antes de cerrar la puerta y se dirigió hacia el asiento de copiloto.

Los esperaba un viaje de tres horas.

Park Jimin caminaba a pasos firmes por los pasillos de su hogar, iba decidido hacia la habitación de su único hijo. Iba dispuesto a saber qué estába sucediendo con él.

Al principio, todo estaba bien. Su hijo estaba ahí, vivo. Había llegado en medio de la noche, transformado en su forma lobuna y con un herida casí curada en su abdomen.

Todo fue hermoso, Jimin y Jungkook lo recibieron entre lágrimas y abrazos, llamaron a Seungmin y a las personas más cercanas a la manada para informales que su hijo había regresado a casa, con su manada.

El problema inició cuando Minho se reencontró con Seungmin, todo lo que pensaron que iba a ser hermoso y emocionante, resultó ser todo lo contrario.
Su hijo comenzó a sentirse mal apenas Seungmin ingresó a la casa. Comenzó a sentirse mareado y tener náuseas. El aroma de Seungmin lo afectó a tal punto que tuvo que encerrarse en su habitación.
Negándose a salir en todo el día.

Por eso, en estos momentos, Jimin caminaba hacia la habitación de Minho. Estaba muy preocupado.

Faltando tan solo un par de pasos para llegar, el fuerte aroma de su hijo golpeó directamente contra su nariz. El aroma era fuerte, era electrizanre, era pura rabia. Sus piernas se debilitaron por un momento, por tanta fuerza junta.

-¡Deja de pensar en él! -escuchó claramente el grito de su hijo retumbar a lo largo del pasillo- ¡ese no es nuestro omega!

Minho gritó de dolor y Jimin olvidó rápidamente esa debilidad que le recorrió el cuerpo y entró a la habitación de su hijo. Encontrándose con Minho arrodillado en el suelo, con ambas manos aferrándose a su pecho y con su cara estába contraída en una mueca de dolor.

Jimin se arrodilló a su lado, tomándole las manos para evitar que siga clavándose las uñas contra su piel.

-¿Hijo, qué esta pasando? -preguntó alarmado, su omega rogaba saber cuál era la causa del sufrimiento de su cachorro.

-¡Nunca debí conocerlo! ¡Eso pasa! -explotó entre sollozos.

-¿A quién, hijo? -preguntó confundido, tratando de entender.

-A él. Ese... Por su culpa... -hablaba casi sin aliento- Por su culpa mi lobo está enojado conmigo. No entiende que nuestro omega está aquí. Se enoja y me hace daño.

Seungmin parpadeó varias veces, procesando la información. Algo hizo clic en su cabeza de golpe.

-Hijo... ¿Conociste a alguien mientras estabas herido, verdad? -preguntó lentamente, tragando saliva y rogándole a la Diosa que no sea aquello que creía. Pero Minho asintió dos veces y se abrazó más fuerte contra él- ¿Esa persona que curó tus heridas? ¿Y tu lobo lo reclamó... Lo reclamó como suyo?

Y Jimin logró entender todo cuando Minho volvió a asentir.

Por eso estuvo de muy mal humor desde que llegó, por eso alejaba a Seungmin de él y rechazaba su aroma. Todo era porque su lobo ya encontró una pareja, su pareja.

Jimin consoló a su hijo hasta que logró dormirse.

El mayor podía sentir la ira del lobo de su hijo, y realmente estába iracundo. Así que no dudó ni dos segundos en salir corriendo por los pasillos, en busca de su esposo.
Debian encontrar con urgencia a ese Omega que Minho había conocido, tenían que encontrar a la pareja del Alfa.

Estaba muy atemorizado y al no encontrar a su esposo en la casa decidió llamarlo por el lazo.

Lee JungKook y Lee Jimin son una de las pocas parejas en la manada que compartían una conexión única y estable. Característica de las parejas bendecidas por la Luna

Alfa. Alfa. ¿Dónde estás Alfa? Llamó angustiado, recibiendo al instante la respuesta de su pareja, sintiendo su desesperación y preocupación.

¿Qué sucede cariño? ¿Alguien te hizo daño? La voz preocupada del moreno llegó a su mente. Junto con su gruñido.

No. No. Es Minho. Nuestro hijo. Nuestro cachorro. Algo le está pasando. Por favor ven a casa. Alfa. Alfa. Alfa.

Sintió como JungKook intentaba calmarlo, gruñia en lo bajo y hacia vibrar el lazo.

Estoy en camino.

Jimin había llegado hasta la sala cuando sus piernas fallaron y cayó tendido contra uno de los sillones.

-¡Señor Lee! -al instante una de las sirvientas se acercó preocupada al omega- ¿Qué le sucede?

Pero Jimin solo lloraba, abrazó a la sirviente, llamada Rose. Una beta que aún estaba en su etapa de adolescencia, y lloró contra su hombro.

Rose abrió sus ojos sorprendida, pero no dudó en abrazar al dulce Omega mayor, aquel hombre que le dió un lugar en su casa, en su manada, cuando la encontró en las calles, buscando alimento en un basurero.

Gracias por leer, votar o comentar

Joder tenía el capítulo ya editado, me olvide publicarlo pidoperdon 🧘

Apartado para que se desahoguen por Minho                      »

🪴;; minnh-aye